- 24/05/2009 02:00
- 24/05/2009 02:00
PANAMÁ.
. Una vez más, la llegada de Quentin Tarantino a Cannes ha estado marcada por la extravagancia del genial director. Antes del estreno de su más reciente película, “Inglourious Basterds”, el cineasta norteamericano repitió los pasos de baile que alcanzaron fama mundial con la cinta “Pulp Fiction”, que catapultó a este ex empleado de un videoclub a la categoría de director de culto.
Tal parece que ni los efectos de una recesión económica mundial ni las críticas desiguales que ha recibido su película le han bajado los ánimos a Tarantino, que arribó a la ciudad francesa para imprimirle un poco de vitalidad a un festival que este año no ha sido tan glamoroso como en ediciones anteriores.
Con menos celebridades hollywoodenses y fiestas no tan estrafalarias como en otros años, la actual edición del Festival de Cine de Cannes parece más enfocada en las películas que nunca antes.
Este es un escenario que le resulta familiar a Tarantino y en el cual parece desenvolverse con completa soltura. Después de todo, fue precisamente aquí donde hace 15 años atrás obtuvo la Palma de Oro con “Pulp Fiction”.
No obstante, en esta oportunidad su cinta no se encuentra entre las favoritas. Al igual que el año pasado, cuando el director galo Laurent Cantent ganó la Palma de Oro con “La clase”, todo parece indicar que el galardón se quedará nuevamente en territorio francés, al encabezar la lista de posibles ganadores dos directores de aquel país: Jacques Audiard, con “A Prophet”, y Jacques Audiard, con “Bright Star”. La incógnita se esclarecerá el día de hoy, cuando cierre el festival.
Protagonizada por un elenco internacional encabezado por Brad Pitt, “Inglourious Basterds” muestra una versión alternativa de cómo pudo haber finalizado la Segunda Guerra Mundial.