Los retos de la vida a los 30: entre expectativas y transformaciones

Al llegar a la tercera década, los hombres sufren diferentes transformaciones en su vida personal y amorosa. De acuerdo con los expertos, uno de los cambios notables es que los niveles de testosterona bajan, lo que viene a reducir el impulso sexual, un aspecto que está vinculado con el estilo de vida, las responsabilidades y el nivel de estrés.

Pero esto no quiere decir que todos los hombres vayan a tener menos sexo a partir de los 30 años, o que les deje de interesar, solo que tiende a disminuir el ritmo, en comparación con su actividad sexual en etapas más tempranas.

“Estos cambios en el sexo a los 30 años de edad muchas veces son silenciosos e impredecibles y hasta desagradables, tanto para los hombres como para las mujeres. De hecho, en el caso de los hombres, muchos se vuelven más flexibles según transcurre el tiempo y, regularmente, ven la sexualidad con madurez”, detalló el psicólogo y relacionista de parejas Eliécer Pérez Rivera.

Según el experto, cuando los hombres llegan a la “edad dorada”, ya tienen cierta experiencia que facilita el desempeño sexual en la intimidad.

“A esta edad el hombre se se preocupan mucho más por las necesidades y deseos de su pareja sexual. Y es que una parte muy importante de su satisfacción es la del otro; si su compañera no disfruta, ellos tampoco”, dijo.

Otro aspecto fundamental al cual los hombres prestan mucha atención es a su aspecto físico, y no es para menos ya que a los 30 ya empiezan a salir las arrugas, las libras demás, entre otras cosas.

“Es ahí donde los hombres empiezan prestarle más atención a su rostro y cuello con cremas antiarrugas, porque no solo son para las mujeres. A todo esto hay que añadir la exfoliación facial y un contorno de ojos y ni hablar del afeitado. Todos estos cambios son importantes ya que es a esta edad que comienzan a buscar pareja o a pensar en una familia puesto que ya cuentan con una carrera”, explicó.

De acuerdo con información de Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, la forma del cuerpo cambia de manera natural con la edad. Uno no puede evitar algunos de estos cambios, pero las elecciones de estilo de vida pueden frenar o acelerar el proceso.

El cuerpo humano está compuesto de grasa, tejido magro (músculos y órganos), huesos y agua. Después de los 30 años de edad, las personas tienden a perder tejido magro. Los músculos, el hígado, los riñones y otros órganos pueden perder algunas de sus células. Este proceso de pérdida de masa muscular se denomina atrofia, describe Medline Plus en su cuenta oficial.

Además, señala que los huesos pueden perder algunos de sus minerales y se vuelven menos densos (una afección llamada osteopenia en etapas tempranas y osteoporosis en etapas tardías). La pérdida de tejido reduce la cantidad de agua en su cuerpo y la cantidad de grasa corporal aumenta de manera constante después de los 30 años, por lo que es importante hacerse una revisión médica y seguir los patrones necesarios para afrontar los cambios.

En ese sentido, el psicólogo recomienda modificar los hábitos y comer de forma saludable como parte de un estilo de vida que apueste por una mejor salud a futuro.

Juan Sterling Duarte, cardiólogo del Hospital Vithas Vigo, España, señaló a Cuídate Plus que “los cambios hacia un estilo de vida cardiosaludable en el hombre adulto deberían comenzar por el control médico preventivo a partir de los 30 años de edad y considerar, en general, practicar actividad física regular y una nutrición saludable para el corazón, una suspensión completa del tabaquismo y llevar un control del peso corporal”.

A escala global, una de cada diez personas entre 30 y 70 años muere prematuramente de una enfermedad cardiovascular, como las cardiopatías y los accidentes cerebrovasculares. La buena noticia es que, al menos, un 80 % de estas muertes prematuras podrían evitarse o posponerse.

¿Cómo prevenir a esta edad la enfermedad cardiovascular isquémica? Sterling respondió lo siguiente: “Toda persona debe realizar una actividad de intensidad moderada durante al menos 30 minutos al día, cinco días a la semana, y hacer pequeños cambios en la vida diaria como subir escaleras o bajarse antes del autobús, dejar de fumar, llevar una dieta más equilibrada, intentando consumir cinco porciones de fruta y verdura al día y un control de la tensión arterial”.

El paso a esta nueva etapa implica adaptarse a nuevas situaciones, personas y también a cambios en la apariencia. Crear un estilo acorde a tlu personalidad y profesión puede ser bastante complejo, pero no imposible.

Sofía Stein y David G. Miras, estilistas de moda mencionaron a la revista Esquire que los 30 años son la edad perfecta para conocerse, reconocerse e invertir en piezas de calidad que “nos hagan justicia y saquen lo mejor de uno. Ya no todo vale. Y casi tan importante como el qué ponerse es el cómo hacerlo”.

Los expertos señalaron que primero se empieza por la talla y jugando bien las cartas de las proporciones. “Es momento de abrochar un par de botones a la camisa que hemos llevado abierta hasta el esternón y de deshacernos de esas pulseras que han ido sumándose año tras año a nuestra muñeca y que nos recordarán que ya hemos sobrepasado la barrera del smells like teen spirit pero que nuestro alma será forever young”.

De acuerdo con un estudio, publicado en la revista científica Plos One las preferencias acaban variando con la edad.

Los hombres de 18 a 25 años asignaron una prioridad al atractivo físico, pero a medida que fueron aumentando en años se iban decantando más por la estética y personalidad.

El psicólogo Pérez concluye que a partir de los 30 años de edad el hombre comienza a experimentar muchas cosas a fin de encontrar lo que realmente le gusta, lo que desea. “Es la edad donde los hombres han madurado para convertirse en personas pensantes y agentes de cambio para el futuro”, aseguró.