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La región prioriza los patrimonios culturales inmateriales afrodescendientes
- 05/05/2022 00:00
- 05/05/2022 00:00
Durante la pasada XXXIV reunión ordinaria del Consejo de ministros de Cultura de la Región Sistema de la Integración Centroamericana (SICA) realizada en la ciudad de Panamá, con la participación de los ocho países de Centroamérica y República Dominicana, se acordó aprobar el proyecto de salvaguarda del patrimonio cultural inmaterial (pci) afrodescendiente de la región SICA y Cuba, con la finalidad de generar mecanismos de protección y promoción de las manifestaciones culturales intangibles de las comunidades y pueblos afrodescendientes como medios para el fortalecimiento de la integración regional y el desarrollo sostenible.
El proyecto propuesto e impulsado por la República de Costa Rica a través del liderazgo de la vicepresidenta saliente Epsy Campbell Barr y la ministra de Cultura y Juventud saliente Sylvie Durán, fue elaborado por la Coordinación Educativa y Cultural Centroamericana (Cecc/SICA), el Centro para la Salvaguardia del PCI de América Latina (Crespial) y la Organización Negra Centroamericana (Oneca) con el acompañamiento de la Unesco y busca específicamente efectuar un inventario participativo de las expresiones inmateriales afrodescendientes para analizar sus estados de riesgos y promover procesos de intercambio de experiencias, diálogos regionales y aprendizajes entre pares para salvaguardar las tradiciones ancestrales desde una perspectiva de género y derechos humanos.
Es importante mencionar que el patrimonio cultural inmaterial puede entenderse como los conocimientos, saberes y tradiciones vivas que los grupos humanos identifican como referentes de su identidad y, en consecuencia, buscan su fortalecimiento y salvaguarda tanto para ellos mismos, como para las generaciones futuras. Su importancia radica en su aporte al mantenimiento de la diversidad cultural, al diálogo intercultural y a la promoción del respeto hacia diferentes modos de vida, entre otros elementos.
Abel Aronátegui, coordinador de Cultura de la Cecc/SICA señala que “el proyecto también pretende fortalecer las capacidades de los funcionarios y gestores culturales de las instituciones estatales y organizaciones del movimiento social afrodescendiente a través de encuentros periódicos regionales que impulsen la formulación de políticas públicas y fomenten la articulación regional entre la sociedad civil, los gobiernos, la cooperación internacional, el sector privado y la academia”.
Entre los ejes de trabajo del proyecto se contemplan las manifestaciones culturales afrodescendientes de las artes del espectáculo (incluyendo música, canto y danzas tradicionales), rituales y actos festivos, conocimientos y usos relacionados con la naturaleza (incluyendo sistemas alimentarios y prácticas resilientes frente a los desastres naturales y el cambio climático), formas de organización social tradicional (incluyendo formas para el desarrollo productivo y creativo), tradiciones y expresiones orales y espiritualidad y religiosidad.
Los inventarios de la manifestaciones culturales inmateriales afrodescendientes para este proyecto deberán realizarse con la participación más amplia posible de las comunidades, los grupos y, si procede, los individuos que crean, mantienen y transmiten el patrimonio intangible a través de procedimientos concertados tal como lo señala la Convención 2003 de la Unesco para la Salvaguarda del Patrimonio Cultural Inmaterial. Por ello se cuenta como socio implementador a la Oneca, la cual aglutina un gran número de organizaciones afrodescendientes de la sociedad civil de la región.
Por su parte, David Gómez, consultor del Crespial, señaló que la participación comunitaria es fundamental para el desarrollo del proyecto. Pues, de acuerdo con la Unesco, son las comunidades quienes definen cuál es su pci y cuáles pueden ser las mejores medidas para su salvaguarda.
Los resultados de esta iniciativa deben orientar a las comunidades, la Cecc/SICA y sus Estados miembros a la formulación de políticas culturales que establezcan medidas encaminadas a garantizar la viabilidad del patrimonio cultural inmaterial afrodescendiente desde la identificación, documentación, investigación, preservación, protección, promoción, valorización y transmisión intergeneracional para contribuir al fortalecimiento comunitario, al bienestar social, económico y ambiental de las comunidades afrodescendientes y al robustecimiento de la identidad, continuidad y solidaridad propiciadas por las prácticas culturales intangibles a nivel regional.
Los ocho ministros y ministras de Cultura de la región SICA aprobaron por unanimidad y aclamación que el proyecto se implemente a través de cuatro fases entre 2022 y 2025 alineado a los compromisos establecidos por la Asamblea General de las Naciones Unidas para el Decenio Internacional de los Afrodescendientes y la Agenda 2030 junto a sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Gómez también comentó que “para el desarrollo de la primera fase del proyecto, se buscará el apoyo financiero de la Unesco a través del Fondo de Asistencia Internacional (FAI) para la implementación de la Convención de Unesco 2003. De concretarse, esta sería la primera iniciativa de salvaguarda del pci afrodescendiente a nivel mundial gestionada e implementada de manera multinacional con el apoyo del FAI”.
También, el consejo de Ministros de Cultura del SICA acordó que el proyecto contribuya al desarrollo de acciones en contra del racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia, tomando en cuenta los estudios del Banco Mundial y el Sistema de las Naciones Unidas que han evidenciado las condiciones de pobreza multidimensional y desigualdades que viven las personas afrodescendientes.
Por ello, el proyecto de salvaguardia del pci afrodescendiente de la región SICA y Cuba se alinea a los marcos normativos internacionales que protegen y promueven los derechos humanos de las personas afrodescendientes, tales como la Convención internacional sobre la eliminación de todas las formas de discriminación, la Declaración y programa de acción de Durban, el Programa de acción del Cairo, el Convenio 169 de la OIT, el Consenso de Montevideo sobre población y desarrollo, y los Compromisos de Nairobi.
“Esta iniciativa representa un paso histórico para avanzar en el cumplimiento y ejercicio de los derechos culturales de las personas afrodescendientes que a través de nuestras tradiciones y expresiones ancestrales hemos contribuido a la identidad de nuestros países. Este es un proyecto que reconoce, reivindica y generará oportunidades de desarrollo humano y económico”, puntualizó Aronátegui.
Cabe destacar que la región del SICA y Cuba actualmente cuentan con siete manifestaciones afrodescendientes inscritas en la lista representativa del patrimonio cultural inmaterial de la humanidad de la Unesco, dos elementos inscritos por Cuba (La tumba francesa y La rumba cubana); tres elementos inscritos por República Dominicana (Música y baile de la bachata dominicana, El espacio cultural de la Cofradía del Espíritu Santo de los Congos de Villa Mella y La tradición del Teatro Bailado Cocolo); un elemento inscrito por Panamá (Expresiones rituales y festivas de la Cultura Congo); y una inscripción multinacional por Belice, Guatemala, Honduras y Nicaragua (La lengua, la danza y la música de los Garífunas).