Pedro Luis Prados, el pensador sensible de Panamá

Pedro Luis Prados (Panamá, 9 de noviembre de 1941 - 20 de diciembre de 2021) fue un cuentista, ensayista, crítico de arte y docente superior de letras, que dedicó más de dos décadas a la literatura panameña y la cultura. Pese a que aún se desconocen las causas de su fallecimiento, a los 74 años, su ausencia física deja evidencia de una gran pérdida en las letras panameñas.

Este lunes, el rector de la Universidad de Panamá (UP), Eduardo Flores, confirmó a La Estrella de Panamá el deceso del escritor, indicando que fue un “prolífico y profundo escritor de la realidad panameña”. Prados fue un destacado profesor de filosofía de la Universidad de Panamá, así como ganador de dos premios Ricardo Miró en la categoría de cuento, con sus obras: Bajamar (1998) y El otro lado del sueño (2002).

En su vida profesional obtuvo los títulos de filosofía e historia por la Universidad de Panamá, maestría en filosofía e historia por la Universidad Autónoma de México. Se desempeñó como catedrático de filosofía y estética en la Universidad de Panamá, y ocupó cargos de responsabilidad en cultura y educación. Además fue editor de la revista Universidad.

Fue autor de numerosos ensayos sobre filosofía, crítica de arte y estética, entre los que destacan: 'El paraíso perdido de Guillermo Trujillo' (1990) y 'La pintura en Panamá' (2003). Prados también fue parte del jurado calificador en varias entregas del premio Ricardo Miró, como experto en la categoría de ensayo.

Su obra más destacada, El otro lado del sueño (2003) recopila cuentos centrados en la invasión de EE.UU. a Panamá el 20 de diciembre de 1989, en la denominada operación Causa Justa. Dentro de un ensayo de tres cuentos de Prados, escrito por el cuentista panameño Carlos Fong para la revista digital literaria Café de las Especias, destaca a Prados “dentro de la lista de autores de ficción que tratan el tema de la invasión y nos ofrece un enfoque de las consecuencias psicológicas de la guerra sobre la población civil y los militares panameños a través de los personajes y su circunstancia existencial”.

Por su parte, en el análisis formal 'La violencia y El otro lado del sueño, de Pedro Luis Prados' (2012, University of Central Arkansas, EE.UU.) del autor Jaime Zambrano, hace hincapié en Prados como un escritor que utilizó tropos literarios, figuras metafóricas e irónicas para hacer entender al lector “sobre las imágenes imposibles de borrar de la mente”.

“La aproximación de la ficción de Prados se construye desde la esperanza de poder desmitificar, a través de los ojos del narrador, lo que sucedió en Panamá a finales de 1989”.

Zambrano reseña la narrativa de Prados como una “exploración de la dicotomía entre ficción-historia”, pero el punto de partida de la ficción de Prados no se halla en el plano de las dicotomías entre lo histórico y lo ficticio, “sino en su interacción, sincretización y fusión, como pautas para entender un conjunto que albergue lo ficticio y lo histórico conjuntamente”.

Por su parte, el director nacional de las Artes del Ministerio de Cultura (MiCultura), Daniel Domínguez, comentó a La Estrella de Panamá que Prados fue “uno de los grandes pensadores del siglo XX y del siglo XXI” en Panamá. “Siendo un profesional completo, supo dejar su legado y su huella desde distintos oficios, ya fuera la docencia, como conferencista, crítico de arte, ensayista y cuentista”, expresó Domínguez, “fue uno de los más relevantes analistas del devenir de Panamá, porque era capaz de mirar con ojos fijos y mirada clara los claroscuros de la sociedad latinoamericana y panameña”.

“Comprendió las raíces de las manifestaciones artísticas en Panamá desde antes y aún durante la era Republicana, y tenía un diálogo muy fluido en la ficción, la novela y el ensayo”, apuntó.

“Lamentamos su pérdida, la cual deja un gran vacío en la cultura nacional”, dijo.

Asimismo, el sociólogo, escritor y docente panameño Enoch Adames indicó a “La Decana” que la desaparición física del académico José Luis Prados “deja un profundo vacío emocional y cultural en una sociedad tan carente de pensadores y de forjadores intelectuales de nuestra identidad y cultura nacional”. Habló del profesor Prados como un ser que “destaca ese esfuerzo de afirmar de forma crítica el ser histórico nacional”, y que su obra intelectual “es una muestra de esto”. “No deja de ser llamativo que su fallecimiento ocurriese en el aniversario de una invasión que nos humilló en nuestra integridad. Integridad que él se esforzó por afirmar”.