Ciclistas, atletas, patinadores y paseantes de la capital colombiana tienen una cita infaltable desde hace 50 años: la ciclovía de los domingos y festivos,...
Parque La Amistad en Chiriquí se viste de colores con la llegada del quetzal
- 28/03/2023 00:00
- 28/03/2023 00:00
Panamá es un país con una exuberante biodiversidad, compuesta por una variedad de especies nativas, y aquellas que nos visitan por temporadas (aves, tortugas marinas, ballenas, entre otras), que además de robarse la atención de las personas, engalanan a los países por donde transitan. Una de ellas es el quetzal (Pharomachrus mocinno), un ave que ya comenzó a llegar al Parque Internacional La Amistad (PILA), lado Pacífico, en el distrito de Tierras Altas y Renacimiento, en la provincia de Chiriquí.
Esta ave de cola larga e impresionantes colores es catalogada como una de las más hermosas de Panamá, puesto que el quetzal atrae la mirada de propios y turistas. Verlo volar es todo un espectáculo.
Delvis Mojica, jefa del PILA, explicó que en este tiempo el PILA recibe la visita de los observadores profesionales o empíricos que buscan con su cámara, una instantánea, o bien con los binoculares contemplar la belleza de esta ave. Agregó que el contacto con la naturaleza es una de las bondades del sitio, que tiene como meta incentivar y fortalecer el turismo sostenible.
“Estamos en la época para realizar jornadas de avistamiento. Para los amantes de esta nueva modalidad de turismo sostenible, con el que se permite reconocer las distintas especies de aves por su taxonomía con criterios relacionados a su plumaje, canto u otros factores, se convierte en el atractivo para estar en contacto con la naturaleza”, explicó Mojica.
Según la plataforma eBird, el quetzal es un ave usualmente tímida. El macho es inconfundible por sus largas plumas color esmeralda que flotan tras de él al volar o son movidas por el viento al perchar. En la hembra resalta el tamaño grande, cabeza grisácea, pico gris y una serie de plumas muy reducidas con un patrón a los lados del pecho.
Esta ave es fácil de encontrar en esta época, ya sea camuflajeada entre las ramas del dosel del bosque o en algún tronco de árbol seco o cubierto de musgos o lianas. “Es una experiencia única contemplar la belleza de esta ave; es un momento especial en el que aprendemos a dimensionar el valor de la vida y la rica biodiversidad que existe en nuestros bosques”, aseguró Daniel Caballero, visitante.
Estadísticas de la sección de Áreas Protegidas y Biodiversidad del Ministerio de Ambiente (MiAmbiente) dan cuenta de que en esta época del año es cuando mayor cantidad de visitantes, enfocados en el aviturismo llega al PILA. “En este tiempo han ingresado al PILA unos 11 mil 940 turistas, quienes realizan jornadas de avistamiento de aves, recorren el sendero Panamá Verde, disfrutan del clima, del tradicional bajareque y la vegetación que forma entre sí paisajes únicos, y es considerada como una de las zonas más húmedas del país”.
El quetzal fue declarado ave símbolo de Guatemala en noviembre de 1871, razón por la cual se halla en el centro de la bandera nacional y de la moneda de ese país que, además, lleva su nombre.
Sus nidos los hacen en árboles altos que ya están muertos; allí abren un hueco y depositan los huevos para dar vida a otros quetzales.
Según Caballero, estas aves se alimentan de insectos, animales pequeños y frutas.
De acuerdo con la UICN es una especie amenazada por la pérdida de los bosques de niebla.
De acuerdo con los expertos, al momento de hacer el avistamiento es importante tomar en cuenta que no se debe molestar a las aves ni exponerlas a algún tipo de peligro.
Igualmente, evitar el uso de iluminación, flashes o grabaciones de cantos de aves para atraer su atención.
Una vez en el sitio se debe informar a los guardaparques que estarán realizando jornadas de avistamiento.
Cada visitante debe limitar la actividad fotográfica, no excederse de tiempo y hacerlo en silencio, así como también no contaminar el sitio con basura.
El PILA es un área protegida con una extensión aproximada en Panamá de 207 mil hectáreas, de las cuales el 97% se encuentra en la provincia de Bocas del Toro y el 3% en Chiriquí, y lo hace una de las unidades de manejo más grande del Sistema de Áreas Protegidas y Vida Silvestre de Centroamérica.
Fue creado el 2 de septiembre de 1988. Debido a la importancia biológica, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) lo declaró Reserva de la Biosfera La Amistad y en 1990 como Sitio de Patrimonio Mundial, y en el año 2000 como Corredor Biológico Mesoamericano. El PILA, entre Panamá y Costa Rica, tiene un total de 570 mil 45 hectáreas.