El Museo de las Civilizaciones

Actualizado
  • 28/08/2020 00:00
Creado
  • 28/08/2020 00:00
El Museo de las Civilizaciones Anatolias contiene una colección que abarca desde la época paleolítica hasta nuestros días. Se pueden apreciar muestras de objetos de oro, plata, cristal, mármol y bronce desde el siglo I a.C. que abarcan los períodos griego, helenístico, romano y bizantino que pasaron por el Asia Menor
El Museo de las Civilizaciones

En la capital de la República de Turquía, Ankara, hay un museo extraordinario dedicado a las civilizaciones anatolias, que son las que corresponden al Asia Menor. Esta joya museística está al sur del castillo de Ankara, en el distrito de Atpazan (que corresponde al nombre de Mercado del Caballo, o The Horse Market). Ocupa dos edificios de estilo otomano, que han sido restaurados respetando los diseños originales, uno para exhibiciones y el otro para las oficinas administrativas.

Los historiadores han rastreado su origen hasta el siglo XV, entre los años 1464 y 1471, fechas en las que reinaba Mahmut Pasha, gran visir del sultán Mehmet, también llamado “El Conquistador”. Las estructuras albergaban un bazar y el diseño es el tradicional para este tipo de expendios de mercancías, sobre todo del material que se conoce como sof (una tela que está hecha de pelo de cabra o de camello). Fue concebido para que una tienda coincidiera con la otra y que vendieran el mismo tipo de mercancía.

El propósito de este mercado era que se ofrecieran productos alimenticios básicos para la gente pobre del área de Uzkudar, y fue precisamente allí que el sucesor de Mahmut Pasha, Mehmet Pasha fue enterrado, ya que continuó su obra. Se han encontrado monedas que tienen el rostro del sultán Murat II, lo que comprueba que el Han, como se le conoce, existía desde el siglo XV. El concepto Han del imperio otomano tiene en el centro un patio, al que le rodean dos arcadas y habitaciones o estancias. En el piso de acceso hay 28 habitaciones y en el primer piso 30. Todas tienen chimenea. En los sótanos de las áreas oeste y sur hay establos en forma de L. Estos edificios, que hoy constituyen el Museo de las Civilizaciones, dejaron de usarse después de un fuego que los arrasó en 1881.

La historia del museo

El primer museo de la ciudad de Ankara se fundó en 1921 en una de las torres del castillo de Ankara. Se empezó reuniendo objetos provenientes del templo de Augusto (en el monumento de Ancira) y de los baños romanos. Una vez en el poder, el fundador de la república, Mustafá Kemal Ataturk, sugirió que el Museo Hitita (Hittite) se estableciera, con objetos pertinentes a ese período que estaban en otros museos y que debían ser enviados a Ankara, nueva capital de la recién fundada nación. Fue surgiendo entonces la necesidad de una estructura suficientemente grande para registrar esta vastísima era. El entonces director de asuntos culturales identificó estas estructuras, que podían adecuarse para los propósitos que había establecido el fundador de la patria. Su propuesta fue aceptada y la obra de restauración empezó en 1938, para culminar en el año 1969. Ataturk murió el año en que se iniciaron los trabajos, pero su legado y visión de país han perdurado.

Este museo, con sus profundas raíces históricas y sus sólidas estructuras, estuvo entre los 68 museos más importantes del mundo en Lausanne, Suiza, en abril de 1997, cuando se le concedió el galardón The European Museum of the Year (EMYA).

El Museo de las Civilizaciones

El Museo de las Civilizaciones Anatolias es uno de los más importantes museos, sobre todo por la particularidad de su colección, desde la época paleolítica hasta nuestros días. Se pueden apreciar muestras de objetos de oro, plata, cristal, mármol y bronce desde el siglo I a.C., que abarcan los períodos griego, helenístico, romano y bizantino que pasaron por el Asia Menor o Anatolia. En la sala numismática, en el piso inferior, hay una extensa colección que refleja los períodos de cuando se iniciaba la acuñación de monedas al uso frecuente de las mismas en los intercambios comerciales en la historia de Anatolia.

El período paleolítico, que abarca un gran porcentaje de la historia de la humanidad y refleja el desarrollo de las fases de los seres humanos, resume la habilidad que tuvieron nuestros ancestros para construir herramientas que los ayudaran a la sobrevivencia. Primero vivían en cuevas, pero se fueron moviendo a cabañas y chozas de construcción básica, con tres áreas de estar y pieles de animales que les servían de protección. En el museo están representados los periodos bajo, medio, alto, y el final de la fase paleolítica.

Le sigue el periodo neolítico, que arroja la producción de alimentos, además de los primeros indicios de sociedades establecidas. Los expertos dividen esta etapa en dos fases: Acerámico y Cerámico Neolítico. Allí se vio el desarrollo de asentamientos estilo villas, así como el surgimiento de una arquitectura monumental que iba de la mano de la incorporación de decorados y arte escultórico. El intercambio regional fue creciendo a la par de los desarrollos en agricultura y cría de animales. De allí se recoge la joyería con figuras humanas y animales, piedras y herramientas de obsidiana, que fueron muy utilizadas gracias a que los constructores fueron desarrollando más destrezas en esa especialización. Hay una gran colección de objetos y piezas encontradas en Catalhoyuk y Hacilar.

Se pasa luego al período calcolítico (5500-3000 a.C.) en el cual la agricultura y la ganadería se fueron desarrollando a la par que las comunidades se volvían más complejas y se vislumbraba ya el surgimiento de ciudades y pueblos. Aquí se refleja un mayor uso de la piedra y del cobre. Seguimos por la edad del temprano bronce (3000-2000 a.C.), durante la cual las personas que habitaban esta región mezclaban cobre con estaño para obtener bronce, material que usaban, además de otros metales, debido a su versatilidad para fundir y forjar. Hermosas y valiosas piezas se muestran en la sala destinada a este período.

En la fase Asiria se representa el comienzo de la civilización que habitó Anatolia (1950-1750 a.C.) gracias a los registros arqueológicos encontrados. Los habitantes de Mesopotamia, muy conscientes de la riqueza de Anatolia desde el período Acadio, iniciaron un productivo y sistemático intercambio comercial con sus vecinos del norte bajo la iniciativa de los asirios, que aportaron su lengua y tradiciones. Esto dio como resultado que haya piezas de ese período (1950 a.C.).

Entrada del museo

Los hititas (1750-1200 a.C.) fundaron la primera comunidad política y se asentaron en los alrededores de Kizilirmak. Adicional a su capital Bogazkoy, otros asentamientos produjeron objetos que se exhiben de forma admirable. Cerámicas, pergaminos y escritos de los archivos de los gobiernos hititas, así como se pueden apreciar las piedras que usaban para sellar los documentos los reyes. Muestras de los frigias, urartianos y neo-hititas (1200-700 a.C.) están exhibidas en sus correspondientes salas.

Este museo, como otros que rescatan la historia de este legendario país y región, son parte del Ministerio de Cultura y Deportes en su departamento de herencia cultural y museos. En alguna ocasión me comentó el presidente de este diario, Eduardo Quirós, que rebuscando entre los archivos había encontrado una carta que le dirigía Belisario Porras al sultán Mehmet VI, el último del imperio otomano, exhortándolo a que se establecieran relaciones entre los dos países. No me fue posible ubicar la carta porque los archivos están cerrados ahora mismo por cuenta de la pandemia, pero es una tarea pendiente que me queda por hacer.

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