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La mujer iraní: modelo de resistencia
- 12/10/2022 00:00
- 12/10/2022 00:00
Antes de la Revolución Islámica de 1979, Irán solía ser un país libre. Un país donde la segregación de género no era parte de la vida de las mujeres iraníes y se les permitía escoger su vestimenta, trabajar, y expresarse libremente. Sin embargo, 43 años más tarde, a pesar de que el mundo se encuentra en constante avance, Irán se ve estancado en un pasado donde el género femenino debe luchar por su libertad, y los derechos humanos siguen siendo un sueño inalcanzable.
“Vi muchas fotos de mi abuela de antes de la revolución, ella con el velo y mi mamá con una minifalda, viviendo en armonía, una al lado de la otra”, dijo a la BBC Rana Rahimpour, presentadora iraní-británica del servicio persa del mismo medio. “Irán era un país liberal. A las mujeres se les permitía vestir lo que querían”, cuenta.
El gobierno de Mohammed Reza Pehlavi, exsha de Irán desde 1941 hasta 1979, deseaba un cambio. Durante este tiempo, el exmandatario prometió una nueva vida y oportunidades al pueblo persa. Pehlavi tenía otra visión para Irán ya que deseaba convertirlo en un “país más moderno, de estilo europeo”.
Con esto en mente se le dio la oportunidad a las mujeres de estudiar y ejercer las profesiones que ellas deseaban. Cientos de ellas sirvieron en los consejos locales elegidos y millones formaban parte de la fuerza laboral, incluso como juezas, funcionarias, embajadoras y oficiales de policía.
La baronesa Haleh Afshar, profesora de estudios de la mujer en la Universidad de York, que creció en Irán en la década de 1960, comentó a la BBC sobre el país persa antes de la revolución. Afshar explicó que las mujeres eran motivadas a estudiar y a ejercer sus carreras, tenían la libertad de vestir la ropa que desearan, utilizar accesorios y maquillaje, y disfrutar de actividades sociales en las que también participaban hombres.
Con el inicio de la revolución en 1979, las mujeres persas se vieron obligadas a caer bajo un sistema de opresión, privándolas de una vida libre. De esta forma, la visión que Pehlavi tenía para el país se convirtió en un sueño del cual las mujeres iraníes despertaron muy pronto.
La mujer iraní ha sido símbolo de resistencia por años. Desde hace cuatro décadas han luchado por obtener derechos de libertad humana básica, como el derecho a estudiar y trabajar. Sin embargo, la cruel realidad que enfrentan 40 millones de mujeres iraníes es que la ley señala al hombre como jefe de la familia y, por ende, responsable de todas las decisiones que se tomen en el hogar. El papel de la mujer es uno solo: obedecer sin protesta.
Según la base de datos del Banco Mundial, 'Mujeres, empresas y la ley', existen 23 restricciones en la ley iraní sobre mujeres casadas; esto incluye “solicitar un pasaporte, viajar fuera del país, elegir dónde vivir y ser cabeza de familia. Las mujeres no pueden conseguir un trabajo o ejercer una profesión de la misma manera que un hombre; no existe la igualdad de trabajo, y no hay leyes que restrinjan la discriminación de género en la contratación”.
De igual manera, no existen leyes que penalicen o impidan el despido de mujeres embarazadas del trabajo, ni leyes que otorguen derechos de paternidad o licencia parental o pagos deducibles de impuestos por cuidado de niños. El Código Civil iraní confiere al marido la facultad de impedir que su mujer acepte cualquier trabajo que se considere incompatible con los intereses de la familia o la dignidad del marido o de su mujer. Las mujeres no tienen protección legal contra la violencia doméstica o el acoso sexual por parte de nadie, y la Constitución no tiene una cláusula de no discriminación con el género como categoría protegida.
Mahsa Amini tenía 22 años cuando fue detenida por la “policía de la moral” en Teherán, el 14 septiembre del presente año. ¿Por qué? La policía alegó que Amini llevaba mal puesto el velo y vestía unos pantalones muy apretados.
Procedieron a golpearla contra el vehículo policial y después se la llevaron a lo que ellos llamaron “clases de reeducación islámica”. Esto se conoce como un trámite obligatorio para aquellos que, según el Estado, se desvían demasiado de las normas morales establecidas. En el trayecto, los policías siguieron golpeando a Amini quien al recibir un golpe en la cabeza con una porra, perdió el conocimiento. “Está montando un numerito”, fue la respuesta de uno de los agentes.
Después de que llegaron, pasó al menos otra hora y media antes de que la llevaran a un hospital de Teherán, a pesar de las súplicas de sus familiares. Después de dos días en coma, la declararon muerta el 16 de septiembre.
Horas después de su muerte, comenzaron las protestas en varias ciudades de la provincia de Kurdistán, las cuales se extendieron a la capital del país y más ciudades alrededor. Los manifestantes corearon frases como “muerte al dictador” y “mataré al que mató a mi hermana”.
Desde la muerte de Amini, las manifestaciones no han cesado. La portavoz de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU dijo que las fuerzas de seguridad iraníes han “respondido [a las protestas] con munición real”, corroborando las cuentas de las redes sociales que han fluido desde Irán a pesar del bloqueo generalizado de internet.
En las redes sociales han surgido imágenes de la policía utilizando gases lacrimógenos, bolas de pintura y armas de fuego para frenar las manifestaciones.
Al 8 de octubre de 2022, Iran Human Rights, una organización con sede en Noruega, informó que se ha confirmado que al menos 185 personas, incluidos niños, han muerto en las protestas de Irán. Nika Shahkarami, Hadis Najafi, Minoo Majidi y Niloofar Hamedi son cuatro de las iraníes que han pagado con la vida o la libertad su participación en las protestas en el país.
El sábado 8 de octubre, el boletín de noticias fue interrumpido alrededor de las 6:00 p.m., hora local, para mostrar imágenes que incluyeron al líder supremo de Irán con un objetivo en la cabeza, fotos de Amini y otras tres mujeres asesinadas en protestas recientes.
Mujeres alrededor del mundo se han unido a las protestas a través de sus redes sociales cortando sus hijabs (en el caso de mujeres musulmanas que lo utilizan) o cortando parte de su cabello en Tik Tok e Instagram.
En un vídeo con 930.000 visitas, se puede ver a una mujer cortando su velo negro con unas tijeras. La leyenda debajo del vídeo decía: “Hoy, hace exactamente dos años, comencé a usar hijab, hoy me corté el cabello para #mahsaamini”.
La usuaria escribió que no quería cortarse el cabello frente a la cámara por “razones religiosas”, pero se filmó cortándose el pañuelo “para difundir el mensaje”.
De igual manera, celebridades como Penélope Cruz, Paz Vega, Emma Suárez, Alba Flores y más se han unido al gesto viral, cortando su cabello en cámara como mostró la cuenta de El País (@el_pais).