- 08/06/2010 02:00
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Mi bella perrita de 6 años se fue de casa una noche para morir sola después de haber estado tan enferma. El veterinario nos dijo que decidió irse para que no la viéramos morir; quería ahorrarnos el dolor de verla así. Han pasado ya dos años y no he podido superarlo, comenta una madre de familia.
Cómo explicarle al niño
Es importante que su hijo maneje la muerte de su mascota de una forma positiva, así en un futuro lo hará con fortaleza.
La terminología que utilice es muy importante cuando le hable a su hijo de la muerte. Cuando le explique la pérdida de la mascota, utilice palabras ‘muerte’, ‘fallecimiento’, ‘fin’ en lugar de términos suaves. Son palabras sólidas que el niño podrá abrazar en su cerebro.
Sea claro y preciso en lo que le comunique, ya que las mentes de los niños podrían sacar conclusiones negativas de sus explicaciones suaves.
Por ejemplo, un término común para la eutanasia es ‘ponerlo a dormir’. Sea muy cuidadoso aquí, ya que los niños podrían empezar a pensar que ‘ponerlo a dormir’ una noche pude ser un proceso irreversible.
No le diga a su hijo que su mascota se fue de la casa o que se la regaló a un amigo porque esto le provocará otra clase de dolor a su hijo. Se preguntará por qué su mejor amigo lo abandonó o por qué sus padres quisieron separarlo de alguien que significaba tanto para él.
Si han decidido ‘ponerlo a dormir’, sugiera lo siguiente:
‘Queremos mucho a ‘Blackie’, por eso no queremos que sufra. Estamos ayudándole a morir’.
Invite a su hijo a tomar parte en el proceso de la decisión. Si no lo incluye en este proceso, hará que su hijo se sienta impotente ante la situación de su mascota.
Antes del evento lleve a su hijo con el veterinario y pídale que le explique qué es lo que sucederá y cómo se quedará la mascota cuando el proceso de eutanasia se efectúe.
Pregunte a su hijo si quiere permanecer durante la eutanasia. Si el padre o el niño no quieren estar durante la eutanasia, entonces la alternativa sería regresar al cuarto después de que haya finalizado el procedimiento de la eutanasia y decirle adiós.
Observar a la mascota muerta a menudo ayuda tanto al padre como al niño a integrar la pérdida.
También es muy saludable mostrar dolor frente a su hijo. Si lo oculta, el niño se preguntará por qué no extraña la presencia de una mascota en la casa.
Esto le hace preguntarse si usted se pondría triste si él muriera algún día. Mostrar dolor y llorar frente al niño le permite observar que es válido expresarlas.
No se olvide de conmemorar la muerte del perro. Siembre un árbol, coloque una piedra en el lugar favorito del jardín, anime a su hijo a realizar un dibujo para conmemorar la muerte de esa mascota tan querida, y siempre responda de manera clara y honesta las preguntas que le haga.
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