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- 23/06/2019 02:00
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Un patrimonio inmaterial de la humanidad es el festival que se lleva cabo anualmente en la región de Tan Tan, al sur de Marruecos, región de Guelmin, que rescata y enaltece la cultura nómada de los saharauis. Son más de 30 tribus nómadas las que habitan esa zona y todas tienen diversas formas de expresarse. El gobierno que encabeza su majestad el Rey Mohammed VI ha escogido la exaltación de la cultura para preservar ese territorio que ha estado en disputa por razones ajenas a los intereses marroquíes.
Conmemorando el 42 aniversario de la gran Marcha Verde, en 2017, el Rey declaró: ‘estoy seriamente comprometido con la cultura Hassani y de que la misma sea apropiadamente conocida, dándole la oportunidad de que celebren festividades y proveyéndoles de las facilidades adecuadas, promocionando las iniciativas artísticas y eventos que realicen, honrando los hombres y mujeres que están involucrados en las artes y las manifestaciones artísticas culturales'.
El Moussem
El Moussem de Tan Tan cumplió el fin de semana pasado su versión décimo quinta. En 2008 recibió de la Unesco la designación de ser un patrimonio oral e inmaterial de la humanidad, cuya proclamación se le había dado en 2005. El presidente de la Fundación Almouggar, Mohammed Fadel Benyaich —que es responsable de su organización— tiene un liderazgo indiscutible y, a pesar de que la fundación es oficial, recibe el respaldo de muchísimas empresas y asociaciones privadas para hacer realidad este encuentro intercultural de fama mundial, en el que participan en forma entusiasta los Emiratos Árabes. Este año el país invitado fue la República Islámica de Mauritania. Gracias a la celebración del Moussem no solo se celebra la cultura nómada, que es común entre los pobladores del Sahara Marroquí, sino que se abre una oportunidad de establecer y reafirmar lazos comerciales.
El señor Benyachi fue embajador ante el reino de España, su madre es granadina y habla un español exquisito. Me contaba que él es también oriundo de esas tribus y que siente gran identificación con la forma en que ha escogido el Rey Mohammed VI para integrar esos territorios nómadas del sur. Los nómadas se visten con unas túnicas azules y es así que se les llama ‘hombres de azul'.
La principal misión que tiene la celebración del Moussem es preservar y destacar los diferentes componentes culturales y patrimoniales de esta área sur. Promover la cultura saharaui alrededor del mundo mediante exhibiciones itinerantes de los elementos patrimoniales que la identifican. De igual forma, incentivar la cooperación con instituciones similares y compartir el conocimiento de cómo preservar esos bienes. La fundación que tiene a su cargo este tesoro inmaterial sigue buscando valores patrimoniales del Sahara marroquí que llamen la atención de la Unesco.
La transferencia de conocimiento, que es una base fundamental para continuar la labor del Moussem y su patrimonio inmaterial, propulsa el desarrollo de programas con socios privados y públicos, tanto nacionales como internacionales.
El Moussem de Tan Tan se destaca por aglutinar en la región poblaciones sociales y económicas diversas y dar a conocer la cultura de las tribus del vasto territorio del desierto. Se busca establecer las condiciones óptimas para que exista una dinámica patrimonial que genere ingresos para la región.
Aparte de potenciar el desarrollo de mercados para las artesanías y demás productos de la región, la celebración del Moussem permite que se establezcan lazos de intercambio de productos de valor agregado como pueden ser los textiles, productos derivados de camello, y este año se realizó la conferencia ‘Green Investment' (para la inversión en energías renovables). La región tiene muchas oportunidades para agricultura y pesca, desarrollo hotelero y generación de fuentes alternativas de energía, como solar y eólica.
Las ceremonias oficiales se llevaron a cabo en una gran explanada denominada de ‘La paz y la tolerancia' y su inauguración fue prestigiada por el jefe del gobierno, quien también visitó el campamento (llamado en francés Bivouac, a orillas de la desembocadura del Río Dráa en el Océano Atlántico), un paisaje maravilloso de comunión del desierto con el mar. Cap Dráa se convirtió así en nuestro campamento con toldas (jaimas) perfectamente montadas, agua, lavabos, duchas y servicios, luz eléctrica y atención hasta en la habitación. El gran salón de eventos de Cap Dráa era el lugar donde se servían las comidas, se veían los espectáculos nocturnos, que consistían en bailes, recitales, cantantes, con potentes bocinas que exaltaban la cultura Hassani.
El Moussem de Tan Tan es un territorio donde se reivindica la riqueza y diversidad de la cultura nómada. La cita anual que allí se verifica es un símbolo de paz y tolerancia y el punto donde convergen los intercambios culturales y económicos entre las tribus de la región.
En los últimos años la celebración del Moussem de Tan Tan ha cobrado notoriedad, fama y reconocimiento por la participación y presencia de distinguidas personalidades de todo el mundo, de las ramas de cultura, arte, cine, ciencias y periodistas, así como ministros, embajadores, investigadores, profesores y miembros de organizaciones reconocidas a nivel mundial... y todos participando en la plaza de La Paz y la Tolerancia, lo que envía un mensaje contundente.
Patrimonio inmaterial de la humanidad
El Moussem se dejó de celebrar por varios años debido a los problemas en la región. Ha ido evolucionando y cada vez es más y mejor organizado. El campamento se levanta en unas tres semanas y se desmonta en una. Es reconocido a nivel mundial por ser el canal más adecuado para potenciar y preservar la vida diaria de sus habitantes, en un ambiente de sostenibilidad e identidad de las tribus nómadas.
Un desfile con diferentes actores, desde niños hasta equilibristas, carros alegóricos y escuelas se desarrolló por el centro de Tan Tan. Grupos musicales, poetas, desfile de dromedarios y el espectacular show de caballos denominado ‘Tbourida' animaron aún más este acto de apertura. Los mejores y mejor sincronizados participantes recibieron premios.
En los alrededores de la plaza se montaron muchas tiendas donde se vendían productos originarios de las tribus allí representadas, lo que contribuyó al conocimiento de sus piezas artesanales. Todo estructurado de forma armoniosa.
De igual forma participamos de la ceremonia del té, los productos familiares y los rituales de los artesanos saharauis. Se nos explicó que al servir el té desde lo alto de la tetera se forma una espuma a la que se le domina ‘el turbante'.
Siendo el invitado de honor Mauritania, tuvimos la oportunidad de conocer de igual forma sus costumbres y manifestaciones culturales.
Los representantes de los Emiratos Árabes, que tienen un campamento especial, también mostraron sus elementos identitarios, entre ellos los equipamientos para caballos y dromedarios, juegos populares y la razón de sus incensarios.
La artesanía de tres lugares del sur de Marruecos estuvo presente. Se celebró una noche especial para poetas, en la que recitaron versos y canciones de la tradición Hassani mediante las costumbres saharaui.
Esta celebración anual, en comunión con la naturaleza y las manifestaciones culturales, es la forma en que el Reino de Marruecos ha escogido para integrar su territorio, lo que demuestra una gran madurez y visión de que los conflictos se resuelven dialogando, mostrando las tradiciones que unen a todas esas tribus, y llevando un mensaje cultural de paz y tolerancia.