Este viernes 20 de diciembre se conmemoran los 35 años de la invasión de Estados Unidos a Panamá. Hasta la fecha se ignora el número exacto de víctimas,...
- 07/02/2011 01:00
- 07/02/2011 01:00
PANAMÁ. La cera del oído no debe sacarse a cada rato. ‘Esa sustancia que parece una melcocha muy acaramelada es la que se encarga de protegerlo (al oído) de cuerpos extraños’, afirma Osman Caballero, médico especialista en Otorrinolaringología. Agrega que el oído es un órgano muy importante pero a la vez muy frágil; por tanto tiene que tratarse con especial cuidado.
Pero ¿cómo debemos limpiarlo para evitar enfermedades, infecciones u otras complicaciones? Este conocedor nos brindó una serie de tips que servirán para su cuidado. Antes quiso aclarar que muchas personas tienen la idea de que sacando la cera del oído dejarán limpia la parte interna del órgano auditivo. ¡Mentira! ‘Solo debe limpiarse la oreja, es decir, la parte externa, y siempre con mucho cuidado’, menciona Caballero.
Para limpiar la oreja es recomendable ‘deslizar un aplicador humedecido con aceite o con crema limpiadora por los retorcidos caminos del cartílago externo y dejarlo actuar unos minutos para luego repetir la acción con uno limpio y seco’. Este tipo de productos (para limpiar la oreja) están disponibles en farmacias y debe pedirlo simplemente como una crema o líquido para el aseo de esta área específica.
MUCHA CERA
En ocasiones hay personas que presentan una cantidad considerable de cera a lo interno de sus oídos. ‘Cada individuo produce una cantidad diferente de cerumen. El hecho de que unos tengan más cera que otros no quiere decir que sean menos aseados’, destaca. También profiere que no es recomendable ‘andarse’ los oídos con objetos extraños porque pueden causar infecciones que se traducen en serios dolores.
Para Ana de Ramón, especialista en estética general, el asunto toma otro camino. Ella piensa que sí podemos remover la cera. ‘Por cuestión de aseo es necesario quitarse esa pequeña bola que nosotros mismos producimos. Aparte del palillo de oídos existen otros tratamientos para eliminar la cera’, dice. Uno de los más comunes es el baño oxigenado. ‘Este consiste en echar una gota de agua oxigenada dentro del oído. Esperar un minuto y expulsarlo. Luego le pasamos un palillo de algodón delgado y seco para limpiar los residuos. Por último, se introduce apenas una gota de crema especial y se limpia la parte externa’. Pero la higiene y la salud de este sensible órgano no se limita a una cuestión de belleza, sino de precaución. Para Benito Adames, también otorrinolaringólogo, la cuestión requiere mucho más seriedad. ‘El cuidado del oído es esencial, como el de los ojos o cualquier órgano que se vea a simple vista’, refiere. Aparte de la cera existen muchas otras razones para poner cuidado. ‘Los insectos, los objetos pequeños y peor aún el ruido (la bulla) causan molestias’. En Panamá, el nivel de decibeles (70) sobrepasa lo estipulado por la Organización Mundial de Salud (60). En este sentido, Adames recomienda tanto a conductores como transeúntes llevar siempre unos tapones. ‘Son de mucha ayuda, aunque no parezcan aíslan el ruido fuerte que va directo al tímpano’, confiesa. Además, habla sobre la mala costumbre de los panameños inconscientes que suenan de vicio las bocinas de sus autos. ‘Trate de tocar poco ‘el pito’. Solo se presiona una vez, de manera muy corta y exclusivamente en situaciones que impliquen maniobras para evitar accidentes o atropellos’, expresa. Otro de los aspectos que hay que tomar en cuenta es el barotraumatismo, que no es más que el sufrimiento que padecen los oídos producto de la presión. El oído guarda una estrecha relación con el sistema respiratorio, por lo que los cambios de presión hidrostática le afectan enormemente. ‘De hecho, el problema donde más se presenta el barotraumatismo es en el buceo. El incremento de presión durante la inmersión puede producir dolor e incluso llevar a provocar una lesión del tímpano si no se produce el equilibrio necesario entre la presión del interior de esta membrana y la del exterior’, resume Adames.
¿Y LOS BEBÉS?
La higiene de los oídos de los bebés es esencial para evitar infecciones y problemas que puedan perjudicar el desarrollo auditivo y su lenguaje. La higiene del bebé es muy delicada, en especial la de esta zona, donde no es precisa una limpieza muy profunda. ‘Es normal que los oídos del bebé tengan abundante cera. Aunque a algunos padres pueda sorprenderles, ésta es necesaria para proteger el oído medio e interno de las infecciones externas.
La cera debe tener un aspecto amarillento y pegajoso, de no ser así, puede indicar que el bebé padece alguna infección o enfermedad’, cuenta el pediatra Mauricio González.
A menudo, usamos las uñas para limpiar el oído de los niños. ‘Esto es peligroso para la salud auditiva. Los ganchos de cabello pueden ser la causa de formación de tapones o perforaciones de tímpano’, concluye el especialista.