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- 12/03/2016 01:00
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Medel Fernández, de 59 años, vende periódicos en el Casco Viejo de Panamá. ‘Desde pelaíto vendo periódicos de lunes a sábado; ese es mi trabajo; ¡ese es mi trabajo!', le contó, con la vista perdida, al fotógrafo venezolano Donaldo Barros. También le contó que, cuando no vendía periódicos, recogía latas para venderlas en San Miguel.
Esta es solo una de centenares de historias que Barros ha coleccionado, desde que se sentó por primera vez a conversar con un mendigo en Caracas, hace once años. ‘Ese mendigo que lo ves sucio, con el pelo largo... luego te habla de teatro, arte, música, de por qué cayó en la droga', relata. ‘Nunca lo olvidé y de ahí en adelante entendí que no tenía que estar subestimando a absolutamente nadie'.
La semana pasada, el fotógrafo estuvo de visita en Panamá por invitación del maestro venezolano Carlos Cruz-Diez, cuyo taller Articruz le compró el retrato de aquel mendigo en formato único.
‘Es impresionante lo que hacen allá adentro', dice, recordando su visita al espacio del maestro en Panamá. ‘Tú llegas como creativo y la cabeza te explota porque sabes que las posibilidades de concretar sueños están más cerca de ti'.
EL LLAMADO DEL MAESTRO
Barros ha logrado amasar más de 100 mil seguidores en Instagram (@donaldobarros), en parte gracias a la popularidad de su hashtag #historiasdeunvecino. A través de él, fusionando palabra con imagen, cuenta las historias comunes y corrientes de las personas que se encuentra en su día a día.
Cuando las cuenta no le da mayor importancia a una historia sobre otra, sino que lo deja en manos de sus seguidores. ‘Todos tenemos historias', narra el también comunicador social de 34 años, quien nunca ha tenido problemas acercándose a perfectos desconocidos para que le cuenten, en un corto tiempo, sus intimidades. ‘Historias de un vecino es dejar de creer que sabemos de los demás sin acercarnos a ellos'.
Con esto busca no solo educar a las personas sino también conectarlas, para combatir el ‘individualismo' y los estereotipos tan arraigados en la sociedad actual. ‘Los estereotipos te quitan demasiadas oportunidades de crecer', considera.
Y, ¿cómo logra ganarse su confianza en tan pocos minutos? ‘No tengo ninguna estrategia más allá de simplemente llegar siendo quien soy', detalla. ‘Creo que la humildad, la transparencia y la honestidad le abren el corazón a la gente'.
Aunque esta estrategia le ha permitido perseguir historias sin dificultad, sí le cuesta ver cómo ‘miles de personas son ignoradas' todos los días. Esto lo experimenta al percibir la sorpresa de sus seguidores ante ‘lo cotidiano'. ‘Esa sorpresa es porque no ven lo que tienen frente a los ojos'.
Con esta manera de darle un significado nuevo a lo ‘ordinario', Barros capturó la atención de Cruz-Diez y su equipo. ‘Con Articruz queremos generar historias desde Panamá, y a lo mejor colocarlas en espacios públicos junto al retrato de la persona', revela a La Estrella de Panamá unas 24 horas antes de regresar a su natal Caracas.
El objetivo es similar a lo que ya hace en Instagram: que las fotografías capten la atención de quienes se encuentren con ellas, para que se detengan a conocer la historia de esa persona corriente, de su ‘vecino'.
Ya extraña a su mascota, admite, mientras carga la cuenta de ‘Lucas el Frenchie' @lucasfrenchie para mostrarla. Es un perro muy famoso en Venezuela. Ya cuenta con más de 6 mil seguidores y posa en varias fotos junto con personajes conocidos.
‘Mi perro fue uno de mis mayores profesores de fotografía', precisa, antes de concluir la entrevista. ‘Le tomaba tantas fotos que aprendí a trabajar con la luz en espacios cerrados y eso lo llevé a la calle'.
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‘Historias de un vecino es dejar de creer que sabemos de los demás sin acercarnos a ellos',
DONALDO BARROS
FOTÓGRAFO