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Lactancia materna exclusiva, un desafío para las madres trabajadoras
- 06/08/2022 00:00
- 06/08/2022 00:00
La lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida del recién nacido sigue siendo un desafío para las madres panameñas, pese a los beneficios que brinda al bebé, a la mamá y a la sociedad.
En los últimos cuatro años, el porcentaje de madres que dan pecho de manera exclusiva a su bebé ha disminuido. Según la encuesta nacional de Salud Sexual y Reproductiva del Ministerio de Salud (Minsa) de 2015, solo el 28,1% de las mujeres amamantaban de manera exclusiva los primeros seis meses. “Ahora es peor”, dice Mario A Rodríguez, jefe nacional de la Sección de Niñez y Adolescencia del Minsa. La última encuesta realizada (2019) arrojó que “bajamos a 24,6% ”, lamenta Rodríguez.
¿Por qué bajamos en lugar de aumentar el porcentaje?, cuestiona el doctor. Se debe, entre otros, al tema de la economía familiar, explica. “El problema es la necesidad económica... las mamás tienen que trabajar porque el sueldo del papá no es suficiente. Las madres tienen el fuero de maternidad que les da uno o dos meses una vez que dan a luz”, indica.
Asegura que culminado este periodo, “regresar a trabajar para ellas es una situación angustiosa porque se encuentran con el dilema de con quién dejar al bebé, entonces recurren a la ayuda de la abuela, de la tía, de la vecina... que les dice 'no te preocupes, todos han tomado leche en mamadera (fórmula) y no les ha pasado nada', y eso nos lleva a que tengamos solamente a una de cada cinco madres que llegan a seis meses de lactancia exclusiva, lo mínimo”.
“El hecho de obligar a nuestras mamás a dejar a sus bebés solos porque tienen que ir a trabajar, es una de las condiciones que favorece este 24%”, reflexiona.
En cuanto a normativas que protegen y fomentan la lactancia materna, Panamá cuenta con la Ley No.135 del 23 de marzo de 2020, que reforma la Ley 50 de 1995, la cual modifica el Código de Trabajo. “Esta ley garantiza que las mujeres trabajadoras, en su periodo de lactancia, tengan la confianza y seguridad de seguir laborando sin temor a perder sus puestos de trabajo”, asegura Yelitza González, directora de Género y Trabajo en el Ministerio de Trabajo y Desarrollo Laboral (Mitradel).
El Art. 28-A de la ley establece que toda madre en periodo de lactancia deberá disponer de un espacio adecuado en su lugar de trabajo, público o privado, para la extracción y conservación de la leche materna o, si fuera posible, para que la madre pueda amamantar a su hijo hasta los 12 meses de edad.
“La ley exige que todas las empresas públicas e instituciones privadas que tengan más de 20 mujeres en edad reproductiva, tengan una sala de lactancia. Es una norma, no es si la empresa quiere hacerlo, es que tiene que hacerlo porque la ley lo establece”, resalta la directora de Género y Trabajo en el Mitradel. Añade que de no cumplir la empresa o institución, “la trabajadora puede hacer la denuncia en el Ministerio de Trabajo, y nosotros mandamos la inspección”.
La normativa panameña también establece que “a la madre trabajadora se le exonera una hora de sus ocho horas diarias de trabajo para que pueda ordeñarse en el lugar donde labora y seguir dando pecho aunque esté trabajando”, asevera Rodríguez, jefe nacional de la Sección de Niñez y Adolescencia del Minsa y pediatra.
“Esa sala tiene que ser cómoda, donde la mamá de forma privada puede ir a ordeñarse y guardar su leche en una refrigeradora con todas las medidas requeridas y seguir trabajando”, dice. Sin embargo, asegura que las madres podrían estar dándole un uso equivocado a los 60 minutos concedidos por ley para extraerse la leche materna en el trabajo.
“Esa hora no es como la están agarrando algunas mamás juega vivo de Panamá. Como tienen una hora, se van una hora antes o entran una hora después (al trabajo). La ley existe no para que ellas tengan una hora para pasear o ir de compras, sino para que en su trabajo en tres tomas puedan ir a la sala a ordeñarse y le lleven la leche a su bebé”, manifiesta.
El pediatra indica que “gracias a Dios, mucho de nuestro porcentaje de madres que dan pecho hasta los seis meses está entre los originarios. Muchas de nuestras mamás llegan a los dos años dando seno materno sin dificultad. El problema está donde hay la mayor concentración, en las ciudades, donde la vida moderna hace que la mamá rápidamente deje de darle pecho a su bebé, por eso es importante la concienciación”
El especialista reconoce que poco conocimiento sobre el tema en la población en general es uno de los principales retos a enfrentar. “La educación es nuestra debilidad”, dice. Explica que “entre más universalicemos el conocimiento del valor de la lactancia materna, entre más información tenga la población sobre el tema, vamos a lograr cambios significativos”.
En la región de las Américas, el 54% de los bebés es amamantado en la primera hora de vida y el 38% recibe lactancia materna exclusiva hasta los seis meses de edad, como recomienda la Organización Mundial de la Salud (Naciones Unidas).
Con la finalidad de promover este acto de las madres que beneficia a todos los actores de la sociedad, del 1 al 7 de agosto se celebra en más de 170 países la Semana Mundial de la Lactancia Materna, cuyo objetivo específico es fomentar la lactancia materna y mejorar la salud de los bebés. Fue declarada oficialmente por la OMS y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en 1992, coincidiendo con el aniversario de la Declaración Innocenti, formulada por altos cargos de estas dos organizaciones en agosto de 1990, con el fin de proteger, promover y respaldar la lactancia materna.
Este año, el tema de la Semana Mundial de la Lactancia Materna (SMLM 2022) es 'Impulsemos la lactancia materna: Apoyando y educando'. “La lactancia materna es clave para las estrategias de desarrollo sostenible posteriores a la pandemia, ya que mejora la nutrición, garantiza la seguridad alimentaria y reduce las desigualdades entre países y dentro de ellos”, anota la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Añade que “protege contra las enfermedades, pues la leche materna está llena de inmunoglobulinas que protegen a los bebés contra la neumonía, la diarrea, las infecciones del oído y el asma, entre otras enfermedades”.
Los especialistas indican que amamantar inmediatamente después del nacimiento es importante porque el sistema inmunitario de los recién nacidos aún no está del todo maduro. Es por ello que muchas veces se denomina a la lactancia materna como “la primera vacuna”.
“La lactancia materna en la primera hora de vida reduce en casi 20% el riesgo de morir en el primer mes. La leche materna ofrece protección inmediata, así como estimulación del sistema inmunológico”, reseña la OPS.
El doctor Rodríguez añade que “cuando el bebé comienza a tomar pecho, en sus primeros siete días, recibirá lo que la naturaleza ha establecido, una gran cantidad de anticuerpos gracias a esa leche que conocemos con el nombre de calostro”.
Explica que esta leche “es alta en proteínas y ayuda a fortalecer el sistema inmulógico del bebé, le va a dar anticuerpos... beneficia su intestino, le ayuda en la disminución de producción de cólicos y problemas intestinales en los bebés”.
Unicef plasma que además de proporcionar todos los nutrientes y la hidratación necesarios, la lactancia materna ayuda a prevenir infecciones gastrointestinales y respiratorias, diabetes, leucemia, alergias, cáncer infantil, hipertensión, colesterol alto y obesidad.
En cuanto a la obesidad, la OPS explica que “la lactancia materna prolongada puede reducir el riesgo de sobrepeso y obesidad infantil en un 12%, lo que ayuda a combatir enfermedades crónicas graves asociados con estas condiciones”.
Aunado a ello, amamantar desde el día uno “hace que los bebés sean más inteligentes”, afirma la OPS. “Los adolescentes y adultos que fueron amamantados de niños, obtienen de dos a cinco puntos más en los indicadores de desarrollo cognoscitivo. La lactancia materna también se asocia a mayores logros educativos. Además, el amamantamiento por seis meses, en comparación con cuatro meses, mejora el desarrollo motriz de los bebés”, dice.
Este acto de las madres también brinda beneficios emocionales, según los especialistas. “El bebé que recibe pecho, recibe protección emocional. Siente el corazón de su mamá cuando toma pecho, ese corazón le da tranquilidad, le hace sentirse cómodo y protegido”, dice Rodríguez.
La lactancia materna no solo beneficia a los bebés, sino también a las mamás, ya que a corto plazo ayuda a su recuperación física; por ejemplo, disminuye el riesgo de hemorragia después del nacimiento y reduce el riesgo de depresión posparto A largo plazo contribuye a disminuir las probabilidades de desarrollar cáncer de ovario, cáncer de mama, diabetes tipo II, hipertensión, ataques cardíacos, anemia y osteoporosis, explican los especialistas. “Las mujeres que no amamantan presentan un riesgo 4% más alto de padecer cáncer de mama y 27% mayor de cáncer de ovario. También corren mayor riesgo de padecer hipertensión y enfermedades cardiovasculares”, sostiene la OPS.
Amamantar también beneficia al medioambiente. “Es un alimento natural y renovable que no necesita envase, transporte ni combustible para prepararse. Por cada millón de bebés alimentados con preparación para lactantes, se usan 150 millones de envases, muchos de los cuales acaban en vertederos”, revela la OPS.
La organización internacional anota como otro beneficio de la lactancia materna la reducción de los costos asociados con el cuidado de la salud. “Un estudio encontró que por cada 1.000 bebés no amamantados, hubo 2.033 visitas adicionales al médico, 212 días de hospitalización adicionales, y 609 recetas extras por solo tres enfermedades: infecciones del oído, respiratorias y gastrointestinales. Solo en Estados Unidos, si el 90% de las madres amamantara en forma exclusiva durante 6 meses, se ahorrarían $13 mil millones al año en costos de atención de salud pediátricos y se evitarían más de 900 muertes”, apunta.
En el aspecto económico, el pediatra Rodríguez asegura que si una madre da pecho exclusivo en lugar de fórmulas lácteas, en los primeros seis meses, se podría estar ahorrando entre $1,000 y $1,300.
Los expertos coinciden en que los beneficios de la lactancia materna exclusiva van desde la salud del bebé y de la madre, hasta contribuir a la conservación del medio ambiente y al ahorro familiar.
En Panamá, el hospital Irma de Lourdes Tzanetatos es la sede principal del BLH de la Caja de Seguro Social (CSS)
En este banco se reciben dos tipos de leche: el de las madres que tienen a sus recién nacidos hospitalizados, y también donantes particulares. En este último caso, el producto requiere de un proceso de pasteurización para conocer si la fórmula humana es apta para un recién nacido, sustentó Pimentel.
Elizabeth Conte, coordinadora del BLH destaca que para convertirse en donante, la madre debe realizarse una serie de exámenes médicos, proceso gratuito y que ayuda a salvar vidas.
La leche es sometida a un tratamiento del calor para matar todas las bacterias patógenas y reducir la actividad enzimática.
Para la pasteurización de la leche humana, se selecciona y clasifica la leche y a su vez se toma una muestra que es analizada por un especialista en bioquímica. Luego sigue el proceso de pasteurización por media hora. Seguido, el enfriamiento a -5° por 5 minutos. La leche pasa a una nevera de almacenamiento para finalmente ser consumida por los bebés prematuros de menos de 1.500 gramos o bebés cuya condición médica requiera de este alimento.
Como establece la Ley No. 135 del 23 de marzo de 2020, instituciones y empresas en Panamá cuentan con sala de lactancia. Industrias Lácteas (Estrella Azul) ofrece este servicio a sus colaboradoras.
Inaugurada el 26 de agosto de 2021, la sala de lactancia de Estrella Azul recibió la certificación del Minsa en abril de 2022.
Steysi Cortés, jefa de salud ocupacional de la clínica Estrella Azul, asegura que “el objetivo es incentivar la lactancia materna a través del apoyo a la madre lactante trabajadora en Estrella Azul, tomando en cuenta que los estudios evidencian que amamantar mejora la supervivencia infantil al disminuir la mortalidad, y brinda beneficios tanto físicos como cognitivos a los lactantes”.
Un nuevo informe detalla las prácticas de explotación empleadas por la industria de fórmulas, valoradas en $55 mil millones
Más de la mitad de los padres y mujeres embarazadas (51%) encuestados para un nuevo informe de la OMS/Unicef dicen que han sido objeto de mercadeo de las empresas de leche de fórmula, gran parte del cual infringe las normas internacionales sobre prácticas de alimentación infantil, reseña la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El informe, 'Cómo la comercialización de la leche de fórmula influye en nuestras decisiones sobre la alimentación infantil', se basa en entrevistas con padres, mujeres embarazadas y trabajadores de la salud en ocho países. “Revela estrategias de mercadeo sistemáticas y poco éticas utilizadas por la industria de la leche de fórmula, que ahora valen la asombrosa cantidad de US$55 mil millones, para influir en las decisiones de alimentación infantil de los padres”, recoge la OMS en su página web.
El informe de la OMS/Unicef, según la OMS, encuentra que las técnicas de mercadeo de la industria incluyen la orientación en línea no regulada e invasiva; redes de asesoramiento y líneas telefónicas de ayuda patrocinadas; promociones y obsequios; y prácticas para influir en la formación y recomendaciones entre los trabajadores de la salud. Los mensajes que reciben los padres y los trabajadores de la salud a menudo son engañosos, carecen de fundamento científico y violan el Código Internacional de Comercialización de Sucedáneos de la Leche Materna (el Código), un histórico acuerdo de salud pública aprobado por la Asamblea Mundial de la Salud en 1981 para proteger a las madres de ataques agresivos. Prácticas de mercadeo de la industria de alimentos para bebés.
De manera alarmante, anota la OMS, el informe señala que la industria de la alimentación infantil se había acercado a un gran número de trabajadores de la salud en todos los países para influir en sus recomendaciones a las nuevas madres a través de obsequios promocionales, muestras gratuitas, financiación para la investigación, reuniones pagas, eventos y conferencias, e incluso comisiones. de las ventas, impactando directamente en las elecciones de alimentación de los padres. Más de un tercio de las mujeres encuestadas dijeron que un trabajador de la salud les había recomendado una marca específica de fórmula.
Ante estos hallazgos la OMS, Unicef y sus aliados hacen un llamado a los gobiernos, a los trabajadores de la salud y a la industria de alimentos para bebés para que pongan fin a la comercialización abusiva de leche de fórmula.