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- 09/11/2022 00:00
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Victoria Falls o las cataratas Victoria, como se diría en español, son una de las siete maravillas naturales del mundo. La primera vez que visité este espectáculo natural fue en 1999 con mi familia. Regresé nuevamente en julio de 2022, unos 23 años más tarde. Este es un lugar al que vale la pena ir más de una vez.
Mi primera vez fue una visita más rápida y solo fuimos al lado de Zimbabwe. Atravesamos el puente de las cataratas Victoria que cruza sobre el segundo cañón de las cascadas sobrepasando el río Zambezi. Nos sellaron el pasaporte en Zambia y regresamos. Estas cosas las he heredado porque sigo haciéndolas, y en mi viaje de seis meses y medio a África coleccioné muchísimos sellos ya que entraba y salía de los países.
En la segunda visita sí me quedé varios días en Livingston, Zambia, y en Victoria Falls, Zimbabwe. El cruce del puente fue completamente diferente, porque tomé un taxi hasta la frontera, hice la migración y tomé otro taxi, que son los únicos que pueden cruzar el puente. Podía caminar, pero con dos maletas era algo tedioso, ya que el puente es largo, y a la vez le brindé transporte a dos señoras africanas que estaban cargadas de cosas. La mayoría de los turistas se hospeda en Victoria Falls porque los vuelos a Zimbabwe son más económicos que a Zambia.
El turismo en África no está muy bien organizado y como extranjero toca pagar muchísimo. Hay diferentes costos para locales, residentes o bloques de países y extranjeros. Por el momento no hay un boleto combinado que incluya la visita a ambos países. Fui a visitar las cascadas en Zambia durante el día. Es recomendable llevar ropa que se pueda mojar; incluso algunas personas van con traje de baño. Llevé una mochila y puse la cámara y el celular en bolsas de plástico para que no se mojaran. En el sitio alquilan ponchos y decidí tomar uno amarillo que combinaba con mi traje africano. De igual forma quedé totalmente empapada, porque me lo quitaba para tomar fotos.
Lo más increíble del sitio son los arcoíris. En la parte de Zambia hay un puente que al cruzarlo te dirige a todos los senderos y miradores. Al regreso me quedé como unos 10 minutos en el puente, ya que habían nubes y se podía ver claramente cómo se formaban y desaparecían los arcoíris, dependiendo de la luz del sol.
Cuando fui a las cataratas en Zimbabwe había un letrero que decía que se podían ver los arcoíris con la luna. No había un boleto que combinaba la visita durante el día y la noche, que era más costosa. Como había visto las cataratas en Zambia, decidí solo ir de noche, a pesar que se puede ver más desde el lado de Zimbabwe.
Este fenómeno ocurre durante tres días cada mes, el día antes, el día de y el día después de la luna llena. Fui el día antes pero estaba nublado, así que cancelaron la entrada. Decidí quedarme una noche más y probar suerte. Aparte de las nubes, también afecta la humedad y cuanto rocío hay en el ambiente. Los mejores meses para ver los arcoíris lunares son de marzo a junio. En el lado de Zimbabwe no me mojé mucho, así que básicamente llevé la capota por gusto. Lo único malo del tour es que es guiado y van con mucho apuro, así que no hubo mucho tiempo de tomar fotos. Las fotos hay que tomarlas con un trípode si usas cámara o con el celular que tiene un modo nocturno que amplia la luz para que se vean los colores.
Las cataratas Victoria recibieron su nombre por la reina Victoria del Reino Unido. Fueron “encontradas” por el misionero escocés David Livingstone en 1855. Los nativos Kalolo-Lozi conocen las cascadas como Mosi-oa-Tunya, que significa el humo que truena. Las cataratas Victoria y los parques aledaños fueron designados como Patrimonio de la Humanidad de la Unesco en 1989.
Combinando el ancho de 1.708 metros (5.604 pies) y el alto 108 metros (355 pies) se produce la lámina de agua que cae más grande del mundo. El Zambezi fluye sobre una lámina de basalto en un valle sin profundidad. A lo largo del río se pueden ver numerosas islas que tienen muchísimos pájaros y otros animales, incluyendo elefantes, cebras, antílopes, búfalos, jirafas, monos, hipopótamos y cocodrilos. Una actividad para incluir es un paseo por el río Zambezi al atardecer. También se aprecian las cataratas Victoria si va en un helicóptero, y puede hacer bungee desde el puente entre ambos países. Otro tour de un día o varios días es el parque Chobe, en Botswana, que es el que más elefantes tiene en el mundo.