Familia y arte

Actualizado
  • 21/07/2024 18:19
Creado
  • 21/07/2024 18:19
El relato artístico de dos generaciones se comparten en una muestra. El legado y el futuro dicen presente

El amor por el arte se transmitió en la familia Jaén. Carolina y Manuel Jaén presentan ‘Dos Generaciones’, una muestra que presenta el calibre artístico de ambos. Del 18 de junio al 26 de agosto estará la exposición en la Galería Juan Manuel Cedeño, ubicada en el Casco Antiguo.

La idea de realizar la exhibición colectiva fue de Carolina, detalla Manuel Jaén a La Estrella de Panamá. El mensaje principal de la puesta, asegura el artista es que “el amor por las artes puede trascender de padre a hija y siempre resulta ser un canto a la vida”. También fue una oportunidad de encuentro familiar en el que estuvieron involucrados.

Son dos generaciones, dos artistas, pero más allá de compartir el mismo apellido, ambos estudiaron en Italia y comparten el manejo del dibujo aplicado como medio de origen de una concepción artística. “Ambos somos muy sensibles a las artes en particular a la pintura”, apunta Manuel Jaén.

Mientras que para Carolina el compartir ‘Dos Generaciones’ con su padre “es mucho más especial, sin mencionar que es algo poco común. Mi interés por el arte comenzó desde chiquita y es gracias a mi papá. No sólo por ser artista, sino también por su conocimiento al respecto el cual siempre me compartía, ya sea hablándome de un artista, obra o llevándome a exhibiciones desde muy pequeña. No había viaje familiar que no pasáramos por un museo y sin duda eso sembró algo en mí”, destaca a este medio.

Carolina considera que tienen personalidades distintas, ya que ella es más analítica y su padre es más espontáneo. Esto se refleja en las situaciones personales hasta en los resultados de sus pinturas.

El legado

Manuel Jaén comparte sobre los temas y la evolución de las tres décadas que le ha dedicado al arte. “Hoy me es más claro que todo aspecto en la vida emerge de la interpretación de la naturaleza. En ella las cosas no son gobernadas y es sólo cuando emergen en un determinado momento, que somos capaces de interpelar a la naturaleza. Quienes hemos tenido la dicha de sentir el llamado de naturaleza sabemos lo que significa, ello no está sujeto a la superstición, es un sentimiento puro y genuino”.

Jaén apuntó que le gusta interpretar a la naturaleza, ya que, es de aquellas personas que puede contemplar lo que me rodea por horas en un determinado momento. “Tengo la dicha desde niño de tener una apreciación por la naturaleza, con todo lo que percibo en ella: sus ritmos, formas y contrastes, que luego interpretó por medio del medio. Es saber escuchar la voz que emana de la propia razón”.

Esa contemplación, señala Jaén desde sus orígenes fueron en los trópicos, pero ha podido visitar otras latitudes que igualmente me han inspirado en las tonalidades del paisaje en determinadas estaciones. “Todo lo físico parece tener un propósito en un determinado momento, se genera en el punto de su posible alcance, pero proviene de una gran vastedad que en la vida del individuo se hace real. Pero como todo lo construido es más fácil de desaparecer que realizarlo. Su origen no obedece a la lógica o a algo proyectado, espontáneo como la naturaleza que no discrimina y solo plasma en la vida lo posible en un determinado momento”.

Y lo que más le atrae de ella son aquellas formas y colores, agrega Jaén, “producto de lo que a diario observo en las diferentes horas del día, observando como sus tonos cambian o se reflejan dependiendo de la intensidad de la luz. Lo que más me gusta de la naturaleza son el mar y los bosques. Ambos son puntos de inspiración”.

A veces sus composiciones parten de base geométrica; por ello, lo define con constructivistas, es decir, tienen una base lineal o un reticulado sobre la cual se basan, pero en otras ocasiones el gesto y ritmo es lo que define la composición, añade.

Esta muestra es un compendio de 30 años de su trabajo, tres décadas dedicadas al arte, su proceso ha sido una metamorfosis. “Me defino un pintor sin un estilo fijo, he variando en diferentes épocas y he utilizado diferentes medios también no tradicionales como el digital. Siempre quise experimentar con otros medios y materiales en la búsqueda de conocer cuál sería la mejor versión de un determinado proyecto”.

El relevo generacional

La investigación artística de Carolina Jaén se basa en la observación de las refracciones de la luz, especialmente aquellas en la superficie del agua, el cambio de dirección y las ondas que crean y generan un efecto hipnótico.

“Mi investigación sigue siendo la misma desde que comencé a pintar profesionalmente hace 4 años, sin embargo, con el tiempo he ido agregándole capas y a su vez experimentando con diferentes medios. Concordar el tiempo es algo con lo que me gusta jugar e ir agregando o quitando y ver cómo evoluciona la obra”.

Jaén indica que durante la pandemia por la covid-19 necesitaba paz y la encontró pintando. “Lo que más me hacía falta en ese momento era el contacto con la naturaleza. Allí, sin darme cuenta comencé a hacer inconscientemente estas formas en al principio yo misma no estaba clara de dónde venían, pero desde que tengo uso de razón me han fascinado, puedo pasar horas viéndolas, para mi es relajante y es ese mismo sentimiento que espero que mis obras generen a los demás”.

En sus obras se refleja lo que le brinda paz, ya que tienen muchos elementos naturales, como hojas, ramas, o flores por lo que en algunas llega a estar más presente o más explícitas. Se puede observar un jardín que otorga tranquilidad.

“Por el momento estoy enfocada en este, ‘refracciones’ pero en el futuro cambiar de concepto estoy muy segura que seguiría en un tema natural ya que es aquello que me inspira”, puntualiza sobre su futuro.

Uno de los cuadros favoritos de su papá se llama ‘Amor’. El color que predomina es el rojo. El flyer de promoción del evento ‘Dos Generaciones’ busca transmitir el concepto de la muestra: familia y arte.

Carolina Jaén
artista
Es mucho más especial, sin mencionar que es algo poco común. Mi interés por el arte comenzó desde chiquita y es gracias a mi papá. No sólo por ser artista, sino también por su conocimiento al respecto el cual siempre me compartía, ya sea hablándome de un artista, obra o llevándome a exhibiciones desde muy pequeña. No había viaje familiar que no pasáramos por un museo y sin duda eso sembró algo en mí”,
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