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- 18/06/2023 00:00
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Edgardo Díaz Ferguson es un reconocido científico panameño que ha desarrollado su línea de investigación en oceanografía biológica, genética y otras áreas. Actualmente es el director ejecutivo de la Estación Científica Coiba (Coiba AIP), una institución académica referente en Panamá y en la región.
Disciplina y dedicación ha sido la fórmula para lograr sus éxitos profesionales a través de muchos años de estudio y trabajo. Con esta misma dedicación ha desempeñado su rol de padre, del cual se siente muy orgulloso, comentó durante una entrevista con La Estrella de Panamá.
Para él, cuando se es papá nadie pierde porque es una relación incondicional que no se encuentra en otro lado. Es única, no se puede comparar, al igual que cada uno de sus hijos es único: Edgar Alejandro, Roberto Omar y Diego Alfonso. Aunque los tres son diferentes, comparten la misma pasión hacia la ciencia; el mayor estudia genética y los más jóvenes se han propuesto estudiar carreras relacionadas a este campo.
No ha sido fácil lograr desempeñarse como padre y científico, pero aseguró, todo es posible. Solo se requiere amor, disciplina y dedicación.
Eso va intrínseco a la masculinidad y a la experiencia que uno ha tenido en la familia con la figura paterna que ha tenido enfrente, en este caso, veía a mi padre como alguien a quien emular y un ejemplo de cómo ser papá (...) Siempre pensé tener familia.
Tengo uno de 21 años que se llama Edgar Alejandro. El de 15 años se llama Roberto Omar Díaz y el otro se llama Diego Alfonso, que tiene 12 años.
(Ríe) Genéticamente, el sexo lo determina el hombre, es así. No me puedo quejar porque es culpa mía (ríe). Eso es lo que la ciencia y alguna fuerza sobrenatural, Dios, te manda. Pero sí, cuando era joven no lo pensé, pero ahora que tengo 50 años, pienso: me hubiera gustado tener una niña, porque los varones son un poco fríos, un poco secos (...) Le digo a mis hijos: todos tienen que darme nietas (ríe).
Practico artes marciales desde que tengo 9 años aquí en Panamá, en Costa Rica, también (...) Le inculqué eso a mis hijos. Dos de los grandes tienen esa pasión, el chico no tiene tanta pasión por ese deporte. Eso también lo aprendí como padre, no puedes imponer nada a tus hijos porque te guste a ti (...) En su momento, cuando teníamos más tiempo, solíamos entrenar juntos.
Claro que sí (...) Siempre busqué libros de biología, ciencia del universo en lenguaje de niños para leerles, sobre todo con los más grandes, tuve la oportunidad de hacer esa docencia desde que eran niños. Eso se ve ahora, el que siembra, cosecha. Además aplicar el método científico, que ellos lo pongan en práctica, si todos aplicamos el método científico, cometeremos menos errores. Observación, experimentación, prueba, error y ensayo o hipótesis, y luego ponerlo en práctica. La gente a veces actúa por impulso y no piensa antes de actuar. Y en la casa es algo continúo. Pensaste en algo, ahora ¿cómo lo vas a hacer? ¿Cuál es el diseño que vas a hacer?
El más grande está estudiando genética (...) Todos han sido buenos en ciencias; el más chico quiere estudiar medicina y el del medio quiere estudiar ingeniería aeronáutica o veterinaria.
Lo más difícil es tratar de cumplir con ese rol de educar, pero al mismo tiempo ser un buen amigo, aunque dice la gente que si eres padre, no puedes ser un buen amigo. Yo discrepo un poco de eso, uno puede cumplir con ese rol de padre, pero a la vez, tener esa confianza continúa con los hijos. A veces es difícil, sobre todo en la adolescencia, cuando son chicos, tú eres su Dios. Pero cuando cumplen 11 años, ahí llega la etapa dura, en esa etapa están tratando de descubrir el mundo, de tener su propia identidad, y hay discrepancia. En esa discrepancia hay que tratar de ser la persona adulta madura que ellos no son. Y darles esa orientación que ellos necesitan sin caer en esa discusión. Eso no está en ningún libro (...) Otro error que cometen los padres es que creen que todos los hijos son iguales, cada hijo viene con su personalidad desde que tienen 3 años. Cada uno hay que tratarlo de forma distinta, para que puedas lograr ese objetivo de educar, sin tener que castigar o gritar.
Es el orgullo de ser papá. Lo digo como genético: tus genes pasan a una nueva generación. También, que son personas sanas, estudiosas. Mis hijos quieren lograr cosas en la vida. Además, compartir cosas en la vida con ellos, sus logros, sus fracasos, y tratar de siempre orientar.
La madurez que tienen. Me vine para Panamá por trabajo. Estuvieron solos un tiempo, siempre les pedía perdón, y el chico me dijo: “Papá, yo sé que lo que estás haciendo es importante, sé que estás en Panamá por tu trabajo y por la abuela, así que no te preocupes, te entiendo y te sigo queriendo igual”. Eso fue como, ya no me digas esa vaina porque… que un niño de 9 años te diga eso, te impacta. Y de los mayores, son muy competitivos, quieren ganar, quieren ser los mejores.
El más grande está haciendo trabajos de investigación, pensamos en el futuro publicar un trabajo de genética juntos. Con los más chicos, hacer algo de ciencia, tecnología e innovación. También nos gusta cocinar, hacer barbacoas masivas.
La educación en este país todavía es gratuita. Lo que tienes es que buscar una biblioteca cercana, leerles, motivarlos. Siempre hay información en línea gratuita (...) Eso no te lo da ninguna escuela privada ni pública; esa orientación se da en casa. Y luego, enseñar la educación básica: buenos días, ¿cómo está? Permiso, por favor. Ves a gente con un título universitario y no lo dice. Se ha perdido, eso no tiene un nivel económico.
Al final del día, cada quien decide (...) En lo que sí, no estoy de acuerdo es en promover algunas que no son positivas, como mucho tiempo de ocio. Tampoco las decisiones que son influenciadas por terceros. Muchas personas hacen las cosas por lo que dice la gente. Uno debe tomar las decisiones por su plan de vida, y el plan de vida tiene que tener objetivos concretos.
Creo que sí, no creo que estaría contento porque uno quiere que sus hijos sigan los patrones de uno, pero esta es la sociedad que queremos. Lo que sí hay que decir, los pro y contra, todo lo que va vivir después de esa decisión. Tratar de apoyarlos en la decisión que tomen, supongo que todos los padres están en la misma situación. Hay mucha presión en ese sentido. Es parte de la vida en que vivimos. Va a llegar el momento en que será normal.
Compañía, amistad. Una relación única, donde no hay ganadores ni perdedores, sino que simplemente el bien de la persona, en ese caso que es tu hijo, un objetivo, un foco. Una motivación extra y un amor incondicional. Eso no lo vas a encontrar en otro lado.
Se reza en casa.
Sí, es difícil. Los tiempos son perfectos. Esa frase no es mía, pero la hago mía. Hay momentos en la vida en donde eres más padre que profesional, hay momentos en que es una mezcla. Lo que sí recomiendo es no solamente ser padre. Cuando hagas algo, hazlo bien, cuando tengas ese espacio para ser papá, ser 100% papá, y cuando tengas el tiempo para ser científico ser 200% científico. Esa es la fórmula que yo uso. Lo otro es la disciplina, y la dedicación. Son más importante que la inteligencia.