Cómo dejar de ser mi propia traba

Actualizado
  • 31/07/2021 00:00
Creado
  • 31/07/2021 00:00
La mayoría de los clientes con los que he trabajado vienen con temas que necesitan resolver. Al principio y hasta comprender el panorama, pregunto contexto, personajes
Se trata de adquirir consciencia para una vida mejor.

Si tienes suerte, o aprendiste cómo cuidarte sanamente, llega un momento en el cual dejas de quejarte y comienzas a actuar.

Nadie te hace nada, las personas hacen cosas y tú decides si eso te afecta, traba o no.

La mayoría de los clientes con los que he trabajado vienen con temas que necesitan resolver. Al principio y hasta comprender el panorama, pregunto contexto, personajes, etc.

Al inicio el diálogo siempre es, o que tal persona me hizo esto, que la otra me afectó de tal otra forma, que siempre me encuentro con equipos de trabajo que no me respetan, o con colegas que compiten, o que mi novia me engañó, etc. Cientos de temas, gracias a ellos por inspirarme.

Volviendo a lo que sucede, a medida que trabajamos comienzan a darse cuenta de su rol. No el de padre, madre, hijo, hija, empresario, pareja, amigo, sino de dos roles aún más importantes: el de víctima o el de responsabilizarse por su vida.

Al tomar consciencia de eso a través del trabajo de introspección, incorporación de nueva mirada, herramientas y ejercicios, porque requiere que el cliente comience de a poco a incorporar nuevas cosas en su vida, es que empiezan a pasar cosas.

Si cambia lo que pienso, cambia lo que siento. Decía mi mentor Roberto Kertez cuando me entrené con él, allá por 2010. Al cambiar lo que siento, cambia lo que digo y también lo que hago.

Una frase para colgar en la pared entonces es: Si cambia lo que pienso, cambia lo que siento. Si cambia lo que siento, cambian mis respuestas.

Entonces, ¿de quién depende un cambio? No se trata de pedirle al otro que cambie, sino de nosotros ser capaces de cambiar, recuerda el artículo del sábado pasado, acerca de la Ley del Espejo. Puedes verlo en laestrella.com.pa

Eso que quieres que el otro modifique por ti, para que sea más fácil tu vida, te está mostrando que estás en una postura de víctima.

Te invito a mirar la situación de otra forma. Algunos ejemplos de los que llegan a mis sesiones: En vez de decir: “Mi marido no me deja ir a trabajar porque no hay como la madre para cuidar a los niños en los primeros años de vida”. Reemplázalo por: “Estuve de acuerdo con la propuesta de mi marido cuando sugirió que no hay como la madre para quedarse en casa”. También puedes decidir que juntos se ocuparán, para que tú puedas también trabajar. Y así poder compartir la crianza.

En vez de decir: “Pasé años en este trabajo, en el que fíjate cómo me tratan, perdí mi tiempo y ahora soy grande para cambiar y comenzar de nuevo”. Reemplaza por: “Estuve más tiempo del que quise en este trabajo; ahora que me doy cuenta de eso, comenzaré a trabajar en descubrir cuál es mi sueño o propósito y así poder hacer un cambio acorde con mi situación actual y deseos”.

En vez de decir: “Me engañó, entonces por culpa de él mi autoestima quedó destrozada”. Reemplaza por: “Me engañó, ya no confío en él, trabajaré mi autoestima dado que no merezco estar en una relación basada en la mentira. Me he mentido, no vi esto antes. Trabajaré en mí, me amaré y así me amarán como merezco”.

¿Cuáles son los beneficios que van logrando las personas que inician un proceso de autoconocimiento a medida que practican lo que van aprendiendo? Comienzan a reducir la cantidad de personas tóxicas a su alrededor. Tóxico es todo aquello que me perjudica o genera malestar. Comienzan a ser menos tóxicas ellas mismas. Comienzan a ser personas menos críticas, celosas, quejosas, culposas, controladoras. Tienen menos excusas. Empiezan a lograr pequeñas metas, que de a poco se convierten en la realización de grandes sueños. Ganan confianza en sí mismas. Logran poner límites más claramente y sin culpa.

Inicia con algunas pequeñas acciones, ¡haz la prueba, luego me cuentas si te sientes más liviano!

Coach de vida y negocios
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