Comunidades coclesanas apuestan por un turismo rural y sostenible

Actualizado
  • 04/05/2022 00:00
Creado
  • 04/05/2022 00:00
Se trata de la primera feria turística bajo la marca Cocomax, una iniciativa de la Cooperativa Coclesana de Turismo (Cocotur R.L). El objetivo es dar a conocer todo lo referente al turismo rural comunitario en sectores cercanos a El Valle de Antón, provincia de Coclé
Según la OMT, promover el turismo en zonas rurales distribuye los beneficios del sector de forma más amplia entre las regiones y su población.

Con la pandemia, el turismo se ha transformado en todo el mundo. Hoy, todos los países del planeta apuestan por un turismo más sostenible y en contacto con la naturaleza. De hecho, Panamá no es la excepción.

Muestra de ello es que desde el pasado 30 de abril hasta el 2 de mayo de 2022 se efectuó la Feria Turística Cocomax, en la comunidad El Águila de Penonomé, provincia de Coclé, actividad organizada por la Cooperativa Coclesana de Turismo (Cocotur R.L).

Abraham Girón, presidente de Cocotur R.L, detalló a La Estrella de Panamá que se trata de la primera feria turística bajo la marca Cocomax, una iniciativa de la cooperativa a fin de dar a conocer todo lo referente al turismo rural comunitario.

En estas comunidades se puede hacer senderismo y avistamiento de aves

“El resultado de esta feria es que se lograron los objetivos deseados. Asistieron personas de todas partes del país, y lo más importante es que se dan a conocer estas comunidades que cuentan con un buen potencial turístico, puesto que Coclé tiene sitios muy hermosos poco conocidos”, comentó Girón.

“Lo que hicimos fue inaugurar el inicio de un proyecto turístico en la región para luego convertirlo en un corredor turístico”, remarcó Girón.

¿Cómo surge esta iniciativa?

Según Girón, desde un principio la idea fue desarrollar una feria turística, sin embargo, a medida que fueron preparando la actividad, descubrían que en el área había más comunidades que se podían unir para explotar esas zonas como área turística. “Se trata de comunidades pequeñas como Altos de la Estancia, El Águila y Sofre, todas a 25 minutos de El Valle de Antón”, explicó.

Añadió que en estas tres comunidades abundan muchas aves, y adicionalmente cuentan con artesanos que trabajan la palma de bellota (Carludovica palmata), también llamada toquilla, que es con la que se hace el sombrero pintao. Además, en estas áreas también se puede hacer senderismo por el cerro Turega donde abunda mucha vegetación y aves.

“Es una región donde las personas se va a conectar con la naturaleza y con la parte cultural e histórica de esta región del país”.

El folclor y las tradiciones en las comunidades también son parte del turismo sostenible

De acuerdo con el presidente de Cocotur R.L., la zona también cuenta con su propia gastronomía. “Tienen un platillo muy especial y tradicional conocido como 'la muca' o 'mono', es muy autóctono del lugar y posee ingredientes básicos de las casas del campo a base de yuca, arroz y pollo.

En ocasiones era común reemplazar la yuca por plátano chino (cuadrado) y solía ser consumido por los trabajadores del campo para que los productos rindieran y los llenara por todo el día, según reseña la revista digital Panamá en Seis Letras, en la que Girón es el director.

En estas comunidades, aparte de su clima muy fresco, también se pueden visualizar plantas ornamentales de todo tipo, y a ello se debe la presencia de los colibríes. “De hecho, se está pensando en hacer un proyecto para reproducir estas aves en el área, así como también la creación de un mariposario, puesto que abundan las mariposas y cada una de estas iniciativas de seguro que le dan un valor agregado a las comunidades que se inician en el turismo rural comunitario, ya que ahora es que se están desarrollando fincas agroturísticas en el sitio, como la finca Palma Bellota”, detalló.

El turismo rural abre oportunidades socioeconómicas para las comunidades

Para Girón, lo que se busca es que estas regiones puedan conservar un turismo rural comunitario, es decir que las comunidades se unan y que el potencial que tiene cada una se pueda desarrollar para el beneficio de todas las personas que allí viven y para los visitantes.

Según el gestor, esta tarea no hubiera sido posible sin aliados estratégicos, por lo que agradeció a todas las organizaciones, agencias de viajes y autoridades que apoyaron esta actividad turística.

De acuerdo con la Organización Mundial de Turismo (OMT), el turismo ha demostrado ser una herramienta de diversificación económica y un importante motor de empleo, con un efecto multiplicador en otros sectores, que contribuye al desarrollo rural.

Aprovechar el potencial del turismo para impulsar el desarrollo rural mejorará la contribución del sector a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la agenda 2030 de la ONU, especialmente de los objetivos 1 (fin de la pobreza), 5 (igualdad de género), 8 (trabajo decente y crecimiento económico), 10 (reducción de las desigualdades), 11 (ciudades y comunidades sostenibles), 12 (producción y consumo responsables), 15 (vida de ecosistemas terrestres) y 17 (alianzas para lograr los Objetivos), además de la aplicación del Código Ético Mundial para el Turismo, según redactó la OMT en un informe DE 2020 sobre turismo y desarrollo rural.

No obstante, para aprovechar estas oportunidades hace falta un enfoque estratégico integrado y secuencial que aborde cómo poner el turismo al servicio del desarrollo rural con una visión a largo plazo que mire hacia 2030 y más allá, algo en lo que coincide Girón.

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