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Cambio climático: el grito ignorado de los más vulnerables
- 29/10/2022 00:00
- 29/10/2022 00:00
En la escuela, en pláticas cotidianas, en el congreso..., ella escucha hablar del cambio climático constantemente. Los adultos, desde años atrás, empezaron reuniones, una tras otra, para evaluar los efectos del clima en la isla donde reside, parte de la comarca Guna Yala.
Melany, una panameña de 16 años de edad, habitante de Gardí Subdug conoce bien sobre las secuelas del cambio de conducta de la madre naturaleza. Tiene un mensaje conciso y tenaz para sus compatriotas y autoridades. Su voz se une a la de más de 50 mil niños y adolescentes de 41 países entrevistados por Save the Children, testigos y víctimas de fenómenos atmosféricos extremos provocados por la alteración del clima.
“El cambio climático nos afecta a todos. Como humanos hemos cometido muchos errores. En la comarca, en mi comunidad, el nivel del mar sube mucho más que en años anteriores, y en los meses de noviembre y diciembre mucho más”, dice Melany. “Se inundan las casas”, prosigue la joven “perdemos enseres. A mí se me mojan los cuadernos. La basura que hemos tirado al mar se nos regresa”.
Está convencida de que es momento de actuar, que la amenaza no es para el futuro, es un tema del presente. “Necesitamos que las autoridades hagan reglamentos estrictos para cuidar el medio ambiente. Que los especialistas vengan y nos orienten para poder ayudar a evitar los problemas del cambio climático”, manifiesta.
Entre mayo y agosto de 2022, personal de Save the Children, organización internacional que trabaja por los derechos de la niñez, participó con más de 54.500 niños y adolescentes en consultas, entrevistas y encuestas presenciales para conocer la perspectiva de los menores de edad sobre el cambio climático. La mayoría de las personas con quienes se habló tenía entre ocho y 17 años de edad, aunque también hubo participantes de entre 18 y 22 años.
Algunas de sus experiencias y reflexiones sobre el tema se recogen en el estudio 'Generación Esperanza: 2.400 millones de razones para poner fin a la crisis mundial del clima y la desigualdad'.
“Uno de los aspectos que resalta en el informe es que los niños saben muy bien qué es el cambio climático”, manifiesta Victoria Ward, directora regional de Save the Children para América Latina y el Caribe.
La premisa de Ward la reafirman las categóricas palabras de Melany y de Oriana, esta última, una niña colombiana de 15 años de edad, entrevistada por Save the Children. “–El efecto– del cambio climático más grande que hemos tenido aquí, que he visto, fue hace un tiempo. Era un día muy soleado, demasiado soleado, insoportablemente caliente. Tuve al menos cinco duchas ese día. Hacía mucho calor. Y luego, al día siguiente, comenzó a llover fuertemente”, asevera Oriana. Melany se suma a esta descripción del cambio climático y añade: “hay tormentas, el nivel del mar sube demasiado. Un día llueve mucho y el otro hace mucho sol”.
'Generación Esperanza: 2.400 millones de razones para poner fin a la crisis mundial del clima y la desigualdad' anota que para los 2.400 millones de niños de todo el mundo, la crisis climática es una emergencia mundial hoy. “En los países de mayores y menores ingresos, los niños ya padecen por los cambios en los patrones climáticos, tales como sequías en años consecutivos y de un aumento de fenómenos atmosféricos extremos, tales como inundaciones y ciclones”.
Otra evidencia de la alteración del clima y sus efectos es el aumento del nivel del mar. Situación que vive Melany en isla Gardí Subdug (isla del Cangrejo en castellano).
La joven de 16 años es una de los 1.307 gunas que habitan Gardí Subdug, isla parte del archipiélago de San Blas, formado por 365 islas en la costa este del Caribe panameño.
Isla del Cangrejo es el primer lugar del mundo evaluado bajo una legislación internacional vinculada a los llamados refugiados climáticos, desplazamientos humanos provocados por el cambio climático.
Según la agencia de la ONU para los refugiados (Acnur) el cambio climático ha multiplicado los riesgos de desplazamiento. “En 2019, las condiciones meteorológicas peligrosas provocaron cerca de 24,9 millones de desplazamientos en 140 países de todo el mundo. La mayoría de los casos relacionados con el cambio climático se producen dentro de las fronteras nacionales”, asevera Acnur.
Sin embargo, la población de Gardí Subdug en Panamá será el primer desplazamiento humano de América Latina, debido al cambio climático.
Melany y su pueblo tendrán que dejar la isla que habitaron por docenas de años y establecerse en tierra firme.
Las familias de Gardí Subdug serán reubicadas en un complejo habitacional a 15 minutos de la isla. El proyecto urbanización isla Cartí está compuesto de 300 casas. Es gestionado por el Ministerio de Vivienda y Ordenamiento Territorial de Panamá (Miviot).
“Me quiero mudar. Es una de las soluciones que tenemos, pasarnos a tierra firme. Está bien, pues las inundaciones cuando sube el nivel del mar, por el cambio climático, la basura que trae la marea, todo esto nos pone en riesgo. Es importante que cuidemos la generación que viene”, sostiene.
Con un español claro, pero que deja ver que domina su lengua natal guna, no descarta que abandonar la isla que la vio nacer será complejo. “Siento que es un cambio drástico, pero importante. Nos va a beneficiar en muchos ámbitos a todos”, asegura.
Ward, directora regional de Save the Children para América Latina y el Caribe, explica que los infantes más afectados por el cambio climático son aquellos expuestos a la pobreza y pobreza extrema, en América Latina y el Caribe; eso corresponde a 39 millones de niños y adolescentes.
Según un nuevo análisis de datos de Save the Children, 774 millones de niños de todo el mundo viven en pobreza multidimensional y están expuestos a un elevado riesgo climático.
“Los niños sufren el mayor impacto de la crisis climática y de la desigualdad, pero sus opiniones, acciones y demandas de cambio son las que muestran más audacia y tenacidad”, registra el documento”. “En años recientes”, según el informe, “los movimientos de niños y jóvenes han ayudado a que la emergencia del cambio climático se incluya en la agenda política”.
Sin embargo, muchos sienten que están siendo ignorados. Tal como indica Melany, “me gustaría ser escuchada por mis autoridades para aportar a mejorar la comarca frente al cambio climático”.
Con tono firme lamenta que “las autoridades no escuchan las ideas y propuestas de los jóvenes y niños”.
La encuesta mundial de Save the Children reseña cinco puntos de partida clave para generar un cambio sistémico, entre ellos: Escuchar a los niños y atender sus demandas garantizando que su opinión valga en las decisiones que afectan su vida y al planeta. “Nos están pidiendo que los escuchemos, que los adultos hagamos algo para reducir la situación del cambio climático”, indica Ward. Más del 70% de los niños que participaron en la encuesta consideraron que los adultos deberían estar haciendo más para abordar los problemas.
Pese a sentir que no son escuchados, el 35% de los niños y adolescentes encuestados indicó que ya se encontraba haciendo campañas frente a la crisis climática o de la desigualdad o que deseaba iniciarlas.
“En la escuela, en casa, reciclo. En la escuela reciclamos botellas y latas. Los vendemos y recaudamos dinero para la escuela porque está muy dañada. En casa, hacemos artesanías. Por ejemplo, recipientes con cartón, palos, madera, plástico, y cosas por el estilo”, indica Oriana, activista climática.
Desde pequeña empezó acciones a favor del medio ambiente. Cuando tenía 11 años de edad ayudó a otros niños y mujeres de su pueblo a construir una casa con botellas de plástico llenas de arena, un trabajo que le demandó tiempo y esfuerzo, pero indica lo hizo “con pasión”.
Frente a los esfuerzos que realizan políticos, organizaciones, niños y adolescentes, ¿será posible dar fin a la crisis climática?
“Lo que sí se considera viable es que se mitiguen sus efectos. Por eso se está pidiendo a los líderes mundiales que se preparan para la conferencia internacional, para tratar de aumentar la urgencia que existe”, dice Ward.
Con sol, lluvia y tormentas Oriana aporta su grano de arena en pro del ambiente.
Mientras que Melany asegura que al cambio climático “no hay que temerle”. Recuerda que “después de la tormenta llega el arcoíris”.
Estas adolecentes conocen las presentes y futuras secuelas del cambio climático, sin embargo ven “con esperanza el futuro”.
Save the Children ha identificado cinco puntos de partida para abordar la crisis climática y de la desigualdad, que tienen un especial potencial de generar cambios sistémicos, gracias a las ideas que los niños compartieron con ellos en los diálogos.
1.Redoblar los esfuerzos para combatir el cambio climático y la desigualdad mediante un enfoque unificado. Con esta medida se deben maximizar las posibles sinergias, a la vez que se reducen las emisiones de gases de efecto invernadero y se hace la transición de combustibles fósiles a energías renovables en el grado necesario para limitar la temperatura del calentamiento global a 1,5° C.
2. Invertir en los niños y en sus derechos a la salud, la nutrición, la educación y la protección contra la violencia y la pobreza. Este punto es un requisito previo para tener economías y sociedades saludables.
3. Hacer justicia a favor de los niños y las comunidades más afectadas por el cambio climático y las desigualdades mediante la anticipación de las perturbaciones y el desarrollo de la resiliencia, la adaptación de los servicios esenciales para minimizar su interrupción, y el apoyo a los niños que sufren pérdidas y daños como resultado de la emergencia del cambio climático.
4. Escuchar a los niños y atender sus demandas, garantizando que su opinión valga en las decisiones que afectan su vida y al planeta.
5. Hacer cambios en el financiamiento y el poder a nivel mundial, de modo que los países de menores ingresos y vulnerables al cambio climático que hayan hecho menos para provocar la emergencia del cambio climático mundial reciban el financiamiento necesario para implementar los puntos de partida clave que hemos indicado y tengan una influencia significativa en las normas que rigen el sistema de financiamiento mundial