Esa arriesgada y nociva costumbre para el presupuesto y la salud: la compra de regalos

Actualizado
  • 07/12/2021 00:00
Creado
  • 07/12/2021 00:00
El problema de los compradores es que generalmente tienen una lista muy larga de personas a quienes regalar y se sienten obligados a comprar algo diferente para cada una de ellas, tarea que suele ser bastante difícil y agobiante
Compre con optimismo lo que quiera y lo que pueda.

Se acerca la fecha de las fiestas, los días libres y la compra de regalos.

Y como cada año, todos correrán hacia las tiendas y se esforzarán por encontrar el regalo ideal que les haga quedar bien ante los receptores, sean familiares, amigos o compañeros de trabajo.

¿Pero se han puesto a pensar que en verdad eso es una utopía, que el regalo ideal no existe?

Es así, porque cada cabeza es un mundo, cada presupuesto es desigual y cada gusto es diferente.

Entonces, si tomamos en cuenta esas consideraciones, lo más sensato es entender que los regalos no son para comprar amor ni para recibir más aprecio, sino simplemente una demostración de afecto que no está ligada a su precio.

No es necesario pasarse horas buscando lo más acertado ni tampoco creer que tiene que impresionar con cada uno de ellos.

El problema de los compradores es que generalmente tienen una lista muy larga de personas a quienes regalar y se sienten obligados a comprar algo diferente para cada una de ellas, tarea que suele ser bastante difícil y agobiante.

Mientras más grande sea la cantidad de regalos que usted tenga que comprar, con más facilidad podrá equivocarse.

Por eso, si logra hallar algo que le parece muy bueno, no tema comprar varios y darlos a personas que no estén relacionadas entre sí.

A menos que vayan para una misma casa para dos hermanos, no tiene nada de malo que sean iguales, por ejemplo, una botella de un buen vino o una caja de chocolates; de esa manera simplifica un poco el trabajo.

Si se le hace difícil encontrar qué obsequiarle a una persona determinada porque no conoce sus gustos o porque es algo complicada, puede darle un certificado de regalo, teniendo en cuenta que son mejores los de una tienda con varios departamentos para que les resulte más fácil escoger.

Los certificados de tiendas que venden artículos específicos son más limitantes, y suelen quedar olvidados en una gaveta.

Algo más:

El placer que sentirán sus allegados al recibir sus regalos, generalmente es proporcional al que siente usted al comprarlos.

Así que fuera estrés, fuera mal humor y fuera quejas.

Compre con optimismo lo que quiera y lo que pueda... y felices fiestas.

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