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Ana Quijano: 'Hay que hacer más de ese cine que te cuenta un poco la humanidad cotidiana con sus matices'
- 27/07/2023 00:00
- 27/07/2023 00:00
En el cine convergen diversas disciplinas de estudio, tanto científicas como artísticas, que buscan hacer una mezcla armónica para contar una historia de la forma más pulcra o, en algunos casos, caótica posible. Pero, al final, una película no es más que un sueño dado forma frente a una lente con los recursos disponibles, apelando a la imaginación y al entendimiento humano. Es entonces que los directores y productores hacen su magia para convertir una historia en un regalo para la audiencia.
En esto entra la productora documentalista y sociológa argentina-panameña, Ana Quijano, quien también funge como actriz y amante de la escritura. Ha actuado como asistente de dirección y productora de la obra Luna Park de Edgar Soberón Torchia realizada en abril de 2023 en el Teatro Guild de Ancón y se encuentra produciendo la nueva obra 'Luna Nueva', también de Soberón Torchía.
Pude conversar con Quijano durante su taller de Sociología Visual en el Festival Internacional de Cine de Derechos Humanos de Panamá BannabáFest que se llevó a cabo del 8 al 14 de julio de este año, mientras se preparaba para una de sus últimas clases en el evento dictado en el Grupo Experimental de Cine Universitario (GECU) rodeada de pósters de películas clásicas de cineastas como Alfred Hitchcock.
Optimista y relajada, Quijano habló sobre la importancia de conocer las profundidades de la sociología aplicada al cine, en las miles de historias creadas para la pantalla grande y chica, que a veces se encuentra intencionalmente incluida en sus guiones. En su taller, explicó a los asistentes sobre las claves que descubren los pequeños detalles en las películas, cada uno diferente dependiendo del género de la cinta. “No hay algo específico en lo que me concentre cuando veo una cinta, son diferentes detalles que hacen una imagen completa”, comentó.
Con raíces panameñas y argentinas, Quijano ha vivido en sus países natales, así como en Estados Unidos, ampliando sus conocimientos y apostando por el arte del cine documental al que cayó como un trabajo cualquiera, pero acabó enamorándose del proceso investigativo y su humanidad a través del lente. Quijano es licenciada en Producción de Cine y Televisión, Magister en Sociología de la Universidad de Ginebra, artista teatral, y productora audiovisual con una diversa trayectoria internacional.
Al preguntarle cómo surgió su amor por la sociología y su conexión con el séptimo arte, responde entre risas: “fue un accidente y fue al revés”. Y es que Quijano es primeramente actriz, dado que su pasión empezó con las artes escénicas, pasando por una licenciatura en producción de cine de televisión en la Universidad de St. John en Nueva York, así como estudios de conservatorio teatral del American Academy of Dramatic Arts. “Como soy mitad Argentina me fui a trabajar en la industria cinematográfica de Buenos Aires y terminé en el género documental porque era una industria que no conocía y me interesan mucho los documentales, sobre todo, el proceso de estar trabajando con gente que está abriéndose a sus propias historias, en procesos autobiográficos que implican la relación con las personas e ir un poco más allá de simplemente la escritura de ficción”, indicó.
Su interés por el proceso creativo e investigativo la llevó a contemplar sus conocimientos sobre las artes escénicas desde otra perspectiva. “El proceso investigativo en las artes es un proceso muy similar al que vemos en las ciencias sociales, pero yo no tenía el cuadro teórico, no tenía el marco ni la forma de cómo hacerlo verdaderamente como requiere el método científico que difiere de hacer guion”, comentó.
Fue así, que tras muchos años de mantenerse en ese baile entre el cine y el teatro —junto con las dificultades de obtener trabajos estables—, la joven actriz se decidió a estudiar sociología. “No sé cómo llegué a esa idea, honestamente”, dijo a este diario, “pero apliqué en enero de 2017 y empecé a trabajar muchísimo en producción, hasta el punto en que recibí mi carta de aceptación de la universidad y pensé en no ir, puesto que estaba recibiendo mucho trabajo, pero mi madre me instó a hacerlo y dijo '¿qué tal si el pozo se seca?' y tenía razón, así que comencé a estudiar e involucrarme más en conocer la correlación entre las investigaciones sociales y el cine”.
Y es que Quijano trae consigo la inspiración de aquellos científicos y artistas europeos que “eran uno y lo mismo” de las épocas pasadas, creando a partir de una estrecha colaboración de sus conocimientos para nuevos proyectos, ideas y planteamientos de estudio. Asimismo, la productora recuerda figuras panameñas que le han servido de inspiración como Alfredo Figueroa Navarro (1950), quien funge como sociólogo y fue también poeta con publicaciones como Burbujas y Naciones y Trenes, así como la primera socióloga de Panamá, Ofelia Hooper (1900-1981), quien también practicó la poesía en sus trabajos Aspectos de la vida social rural de Panamá (1945), y Semblanza del hombre rural de Panamá (1969).
Para la productora y actriz, las artes son una forma de “contar aquello que como científico social se observa, pero que queremos hablar de lo que vemos”, y esto le permite traducir sus investigacioes a través del lente. “Está bueno contarlo en un papel y de forma objetiva científica que nos pague, pero también queremos contarlo a otra gente que tal vez no tiene ese léxico académico, y ellos [tanto Hooper como Figueroa Navarro] lo contaron con poemas y yo esa pluma no la tengo tan ágil, pero lo que tengo más a mano es el teatro y el cine entonces yo uso esas herramientas para hacer llegar la sociología y las historias de forma más humana”, enfatizó Quijano.
Aún así, los retos se mantienen presentes con cada nuevo proyecto, según indicó Quijano. “Cada proyecto que he tenido ha sido como redescubrirme y sentirme principiante”, señaló la productora de Luna Park, “cada proyecto ha sido preguntarme cómo voy a encararlo y algunos momentos de duda, pero este año y en el 2024 tengo dos proyectos que tienen el peso de una docena, yo misma me los busqué, pero les tengo mucha pasión”.
Amante del cine europeo, la tragicomedia y las mezclas de género en las cintas, con destellos de originalidad y giros inesperados, Quijano destacó que su método de guionismo de ficción se centra en plasmar “de forma catártica” el drama y la tragedia basada en su propia vida. “Sucede cuando tengo este dolor profundo y lo voy a sacar en el papel, y luego cuando se lo leo a mis amigos tienden a reírse mucho, porque mi pluma tiene mucho humor porque aunque lo quiera o no cuando yo escribo sobre mis tragedias personales y la forma en que los proceso da mucha risa”, detalló.
“Hay que hacer más de ese cine que te cuenta un poco la humanidad cotidiana, pero que logra contártela mezclando comedia y drama, y que reconoce que la vida no es todo blanco y negro que la vida son muchos matices”, expresó. En su participación en el BannabáFest, Quijano deja una huella de importante gravedad en la implementación de ciencias sociales dentro del cine panameño, con una búsqueda constante de nuevas formas de transmitir estos conocimientos, análisis y herramientas a las nuevas generaciones de cineastas de Panamá.