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El desembarco neoliberal en la política educativa nacional
- 22/01/2023 00:00
- 22/01/2023 00:00
Este 24 de enero es el “Día Internacional de la Educación”, fecha que fue proclamada por la Asamblea de las Naciones Unidas como reconocimiento al “papel que la educación desempeña en la paz y el desarrollo”. En el marco de esta celebración es importante que desde la academia se presenten reflexiones sobre este tema tan vital e importante para el país. Este artículo es una contribución para el intercambio de ideas sobre la agenda educativa nacional, sobre las interpretaciones y preocupaciones que tienen los diversos sectores involucrados en la política educativa. Estas palabras expresan uno de los puntos de vista.
La denominada “crisis educativa” de la sociedad panameña se ha transformado en un discurso reiterativo de las élites políticas y económicas del país que los organismos financieros internacionales y los medios de comunicación han logrado recrear en el imaginario de la sociedad. Ubicar el origen del problema se ha transformado en un oficio del pensamiento educativo de estas élites y de sus portavoces.
Para estas élites la fuente de la crisis está en la política educativa del Estado durante los años setenta y en el rol del magisterio nacional en el proceso educativo. Al Estado se le señala como responsable de la “masificación” educativa y al docente como un gremialista que solo se inquieta cuándo presenta sus demandas laborales y no piensa en la educación nacional.
Los debates educativos se presentaron durante los ochenta en el resto de América Latina, como parte de las transformaciones económicas que se comenzaron a implementar desde las políticas neoliberales; mientras que en Panamá se presentaron y fueron acentuándose a partir del segundo lustro de los años noventa. Durante la década de los años ochenta el rasgo distintivo del período fue la aceptación de las orientaciones educativas neoliberales, siendo esta la fase inicial, la Fase I de la neoliberalización, sin mayores impactos sobre el contenido de la política educativa en el país.
Los rastros de la neoliberalización que impactan la política educativa lo encontramos a partir de la gestión del presidente Ernesto Pérez Balladares quien impulso la reforma a la Ley Orgánica de Educación a través de la Ley 34 de 6 de julio de 1995. La formulación y aprobación de la Estrategia Decenal de Modernización de la Educación 1997-2006 tuvo el objetivo de “construir un modelo de educación democrática y de calidad.” La calidad de la educación en ese momento se entiende como el entrenamiento y la capacitación a educadores.
https://toroperezballadares.com/2018/07/30/modernizacion-de-la-educacion/
Iniciando el siglo XXI el tema comenzó a ser parte de la agenda de la política pública educativa con mayor insistencia. Las mesas nacionales de diálogo fueron el “mecanismo participativo” para debatir los criterios de calidad, pertinencia y equidad como conceptos que orientan la educación nacional. Además, desde los años noventa el sector privado, la sociedad civil, las organizaciones no gubernamentales (ONGs) y las iglesias evangélicas se sumaron, junto a otros actores, a opinar y dinamizar la política educativa.
Los diálogos nacionales sobre la educación iniciaron en el año 2002, el primero se denominó “Diálogo por la Transformación Integral del Sistema Educativo Nacional.” En este dialogo se establecieron cuatro (4) mesas de trabajo que fueron: 1) Mesa de Filosofía y Calidad de la Educación, 2) Mesa de Perfil, Formación y Desempeño Docente, 3) Mesa de Administración e Inversión de la Educación, 4) Mesa de Acciones Innovadoras y Grupos con Características Especiales.
El resumen de la Mesa: “Filosofía y Calidad de la Educación” nos describe los temas y objetivos trabajados en este eje. Básicamente son los primeros momentos de la planificación de la reforma neoliberal de la educación dirigida a establecer los contenidos del proceso.
Quince años después (2017) de este primer diálogo se convoca a otro diálogo nacional que se proclamó como: “Compromiso Nacional por la Educación” que tuvo como ejes los temas: 1) Mesa Temática de Calidad de la educación, 2) Mesa Temática de Equidad educativa, 3) Mesa Temática de Formación de Educadores, 4) Mesa Temática de Gestión de la educación y 5) Mesa Temática de Inversión para la educación.
Un estudio sobre el mecanismo de las mesas de dialogo en Panamá de Harry Brown y Orlando Pérez presenta una descripción que justifica la necesidad de atender la política educativa a raíz de su situación crítica desde la perspectiva de la globalización neoliberal. Nos describe el documento: Otro factor que contribuye a la desigualdad socioeconómica en Panamá es la política educativa. Aunque los indicadores cuantitativos de la educación han mejorado, su calidad sigue siendo débil.
Los resultados de Panamá en pruebas estandarizadas son de los peores en América Latina (OCDE, 2010). Los años promedio de escolaridad de la fuerza de trabajo panameña se han incrementado. La fuerza laboral pasó de estar compuesta por trabajadores con primaria completa a ser una en la que predomina la educación secundaria. Adicionalmente, la proporción de trabajadores con educación terciaria (o superior) también subió, a expensas de la de trabajadores sin educación. Sin embargo, la juventud panameña ha tenido uno de los peores desempeños en el mundo cuando se trata de pruebas comparables internacionales de competencia.
Es a partir de este tipo de diagnóstico, y de los señalamientos al magisterio de no asumir responsabilidad de esta situación, que los formuladores de la política educativa construyen su argumento de la necesidad de reformar y modernizar la educación nacional.
Desde el desembarco neoliberal en la política educativa en el segundo lustro de los años noventa este ha sido el argumento recreado por los medios de comunicación y los gestores de la política educativa apoyando por los organismos financieros internacionales y los promotores del modelo educativo mundial.
El autor es sociólogo. Docente e investigador de la Universidad de Panamá