‘Salsipuedes' , para no salir del gueto

El barrio como algo que no se puede dejar atrás. Como algo que se lleva por dentro, a pesar de la distancia, de los años, del desencuentro. Su bullicio, su música, sus calles. El olor a pescado frito, un patio tapizado con limo, una vereda sombreada.

El barrio como algo que vive dentro, por más que se luche por alcanzar una mejor vida. Esta es la premisa que sustenta al filme Salsipuedes , dirigido por Ricardo Aguilar y Manolito Rodríguez, que fue estrenado ayer en el marco del Festival Internacional de Cine de Panamá (IFFP).

Protagonizada por Maritza Vernaza, Lucho Gotti, Elmis Castillo, Jaime Newball, Alina Rodríguez y Daniel Gómez Nates, entre otros; con una cinematografía que recrea las partes más pintorescas del Casco Antiguo, Barraza, El Chorrillo, Santa Ana y Plaza Amador; y una banda sonora que va del rock más lastimero al reggae, Salsipuedes es una película que destaca por su fondo y por su forma: una historia con arraigo popular contada a través de una lenguaje cinematográfico impecable. Nada mal para un filme que fue rodado en cinco semanas, entre agosto y septiembre del 2014.

El rodaje fue precedido por una ‘preproducción' de tres meses, durante los cuales los directores Ricardo Aguilar y Manolito Rodríguez recorrieron callejas y las barracas.

En total fueron 40 locaciones, la mayoría de las cuales ya eran conocidas por Aguilar y Rodríguez. ‘No son barrios ajenos a nosotros. Por ejemplo, nosotros vamos a El Chorrillo, donde Sorolo, a comer pesca'o, a grabar un par de cosas', señala Rodríguez, un cineasta cubano radicado en Panamá.

En cierta forma, volver a visitar estos parajes que, en algún momento llamaron su atención, acercó a los realizadores al drama que vive el personaje de Andrés Pimienta en Salsipuedes , quien retorna a su barrio después de 10 años de ausencia y se encuentra con su padre durante el entierro de su abuelo.

‘De alguna manera, nosotros, que no somos del barrio pero sí lo conocemos, nos sentíamos en la misma distancia que sentía Andrés', manifestó Rodríguez.

Durante el funeral, el padre de Andrés evade a la custodia policial y se sumerge en la clandestinidad. Andrés decide entonces poner sus estudios en el extranjero en pausa, mientras busca a su progenitor y se reencuentra con las memorias de la infancia y su primer amor.

‘La película habla del rescate de la identidad. No porque tu vives en un barrio popular tienes que irte huyendo y adoptar otra manera de vivir, y renegar de tu gente, ya que esa gente es Panamá. Los jóvenes no tienen porque creer que si quieren triunfar tienes que ser como la gente de Paitilla o tienes que irte a los Estados Unidos', indicó.

100% PANAMEÑA

‘Uno de los grandes objetivos de esta película era poner en pantalla una historia muy panameña, pero que cuenta una realidad que no solo es de Panamá, sino la de muchos sitios de América Latina, para ponerla dentro del contexto de la realidad que vive la gente. Al final, la esencia era contar la historia a través de un mirada desde adentro', planteó Aguilar.

La panameñidad se refleja no solo en las locaciones, sino también en el elenco, que, de acuerdo con Aguilar, está conformado por ‘la mayoría de los actores que ya tienen experiencia en Panamá, gente con un tremendo nivel profesional y compromiso'.

Son actores con los que Aguilar y Rodríguez han ido trabajando a lo largo de los años, en producciones televisivas como ‘Vivimos un secreto', ‘Marea roja' y ‘Ciudad desnuda'.

Una vez estuvo conformado el elenco adulto, los realizadores acometieron el proceso de seleccionar a sus contrapartes infantiles, los que aparecen durante fragmentos de la infancia de Andrés. ‘Todos son niños de barrio, quienes estuvieron entrenando durante tres meses con nosotros. La actriz cubana Alina Rodríguez estuvo encargada de entrenarlos', detalló Rodríguez.

Durante las filmaciones, los vecinos hacían de extras. Los cineastas evitaron retratarlos como ‘marginales, que se la pasan metiéndose droga, con todo el mundo hablando con ‘tiempo de criminal', para no caer en la ‘pornomiseria'.

SONIDOS DEL GUETO

Ya que una comunidad no solo es su gente, sino los sonidos y los ritmos que envuelven su vida, Aguilar y Rodríguez recurrieron al productor musical Billy Herron buscando una sonoridad netamente panameña.

‘Él estaba haciendo algunos experimentos personales que tenían lo que buscábamos, siempre con sonoridades de congos, de lamentos, torrentes de décimas, que el compone y arregla, y los hace más urbanos', destacó Aguilar.

Herron trabajó con el violinista Joshue Ashby y otros músicos de la Fundación Danilo Pérez. En la banda sonora de Salsipuedes también aparecen la banda Señor Loop, el rapero Latin Fresh y el roquero Javier Medina Bernal, entre otros.

Salsipuedes volverá a ser proyectada mañana, en el Anfiteatro de la presidencia.

Su estreno comercial tendrá lugar el 12 de mayo en las salas de cine locales.

Por esas fechas, Aguilar y Rodríguez estarán en Francia para mostrar su cinta en el Marché du Film, exhibición cinematográfica que se realiza de forma paralela al Festival de Cine de Cannes.