Más que una buena historia

Esta semana se estrena la segunda película de Angelina Jolie como directora. Después de En tierra de sangre y miel (2011), un debut que pasó sin pena ni gloria por la prensa y la crítica, es el turno de Inquebrantable , un proyecto que tiene el objetivo de llegar a un público mucho más amplio y exigente y que ya logró tres nominaciones para los próximos Oscar.

Es cierto, como muchos remarcaron, que Jolie se rodeó de un equipo de trabajo de profesionales expertos en su rubro. Contó con los hermanos Joel y Ethan Coen (acompañados por Richard LaGravanese) para adaptar el guión, con Alexander Desplat para la banda musical y con el siempre impecable Roger Deakins para hacerse cargo de la fotografía. Pero eso no le quita mérito como directora. Por el contrario, es parte de su trabajo conseguir a los mejores.

La película cuenta también con un buen casting sin estrellas (protagonizado por Jack O’Connell) y con una historia de superación personal basada en hechos reales, de esas que son dignas de película. Y por si todavía no es suficiente, se trata de una historia que ya se sabía exitosa, ya que se basa en Invencible: una historia de supervivencia, valor y resistencia durante la Segunda Guerra Mundial , un libro escrito por Laura Hillenbrand en 2010 que vendió millones de ejemplares.

Uno de los grandes cambios de Jolie en este proyecto fue centrarse en historias más cercanas. Después de su primera película, situada en la Guerra de los Balcanes y filmada íntegramente en idioma serbio y bosnio, ahora se dedica a contar la vida de Louis Zamperini, un atleta olímpico y soldado americano que estuvo prisionero en Japón durante la Segunda Guerra Mundial.

Aún así, un conjunto de buenos factores por sí solos no hacen a un gran filme. Que el resultado de esta película sea bueno demuestra el talento de Jolie como narradora. Con estilo y oficio, hace que esta película sea más que un excelente equipo contando una buena historia.