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La voz de la ciencia en Panamá
- 30/12/2022 00:00
- 30/12/2022 00:00
Seis años después de nacer como una voz de protesta por los recortes del presupuesto destinado al desarrollo científico, el movimiento Ciencia en Panamá creció y evolucionó hasta convertirse, recientemente, en una fundación que seguirá con el objetivo de difundir la ciencia y su importancia por todo el país.
Científicos de diferentes especialidades e instituciones públicas y privadas se reunieron luego de conocerse la noticia de la reducción de los fondos de la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e innovación (Senacyt) en 2016 y unificaron su mensaje: destinar dinero a proyectos científicos no es un gasto, sino una inversión en beneficio del país, porque gracias a la generación del conocimiento es posible tomar mejores decisiones para las políticas de Estado.
Fue una reacción espontánea, orgánica y necesaria, para poner en valor el aporte de la investigación científica a la sociedad, recuerda la doctora Ivonne Torres Atencio, presidenta de la Fundación Ciencia en Panamá.
“El grupo de científicos que empezó el movimiento había sido beneficiado, en su momento, por las convocatorias y programas de la Senacyt, y al ver que la institución sufría recortes, unimos nuestras voces para dar a conocer todo lo que se hace en materia científica en Panamá y por qué es necesario”, recalca Torres Atencio.
Por ello, el movimiento organizó una manifestación pacífica que llamó Marcha por la Ciencia, que se ha asentado en el calendario de cada año, salvo por la pausa obligada por la pandemia.
Pronto se fueron sumando más actividades en pro de la ciencia, el grupo fue creando una estructura consolidada y más personas querían apoyar la iniciativa. Actualmente el colectivo científico cuenta con unas 280 personas, con profesionales de múltiples especialidades en todo el país, como ciencias ambientales, biomédicas, ciencias sociales, humanística, entre muchas otras.
Para el año entrante, ya con la formalidad de una fundación constituida, Ciencia en Panamá planea aprovechar, por ejemplo, que varios eventos de gran relevancia para el ámbito científico se van a desarrollar en Panamá, para dar toda la difusión posible al papel e importancia de la ciencia.
Es el caso de Our Ocean en marzo o del Congreso de Investigación e Innovación en Sostenibilidad (SRI, por sus siglas en inglés), a mediados de año.
Our Ocean es un espacio de diálogo entre jefes de Estado, sector privado, sociedad civil y las instituciones académicas, para discutir cómo salvar los recursos marinos; mientras que el SRI es la reunión transdisciplinaria más grande del mundo para la comunidad global de sostenibilidad en la que participarán más de 2.000 líderes mundiales de investigación sobre sostenibilidad, expertos gubernamentales y de la sociedad civil, además de organizaciones financiadoras e innovadoras.
“Son eventos globales en los que Panamá tendrá un rol importante y Ciencia en Panamá está trabajando en una serie de planteamientos que impactan la toma de decisiones en políticas públicas (...) Ya estamos en las conversaciones para poder tener ese intercambio importante con la comunidad científica que nos visitará y para que más personas puedan tener acceso a estos eventos”, apunta la doctora Torres Atencio, también directora del Departamento de Farmacología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Panamá.
Y se mantendrán, prosigue Torres Atencio, eventos ya tradicionales del grupo, como la conmemoración del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, el 11 de febrero; la Marcha por la Ciencia, la segunda quincena del mes de abril; y la gala o reunión de fin de año, en la que, entre otros puntos, se reconoce la labor de personas que han trabajado por el avance de la ciencia local. En la reciente edición de la gala fueron distinguidos el secretario de la Senacyt, Eduardo Ortega-Barría, y los exsecretarios Jorge Motta, Julio Escobar y Víctor Sánchez Urrutia.
Gracias a su trabajo en la Senacyt se creó un presupuesto para becas de doctorado y posgrado, y programas como el de repatriación de talento, y buena parte de las nuevas generaciones de científicos que hoy trabajan en Panamá se formaron hace 10 o 12 años gracias a esta labor y hoy estos profesionales impactan positivamente el desarrollo de la ciencia local, explica la doctora, a la vez que retoma la importancia de los presupuestos destinados a las instituciones científicas para enviar a más jóvenes a prepararse fuera del país, para adquirir los conocimientos necesarios para el avance de las investigaciones o para mejorar las infraestructuras existentes.
La doctora Torres Atencio concluye: “Fue gracias a la gestión que se ha hecho en ciencia, formando científicos, creando centros de estudio y dotándolos con los recursos, que pudimos hacer frente a una crisis como la pandemia de la covid-19; pudimos tener un manejo de la mejor manera en medio de nuestras carencias y el impacto fue minimizado, se perdieron vidas, pero se salvaron mucha más”.