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Ingenieras panameñas galardonadas velan por el desarrollo sostenible
- 25/11/2022 00:00
- 25/11/2022 00:00
Son ingenieras, docentes y científicas. Gisselle Guerra y Yazmin Mack son dos panameñas que apuestan por la ciencia para encontrar soluciones a problemas que afectan al ambiente y lograr el desarrollo sostenible.
El pasado 18 de noviembre, ambas investigadoras de la Universidad Tecnológica de Panamá (UTP) fueron notificadas como ganadoras del Premio Nacional L'Oréal-Unesco 'Por las Mujeres en la Ciencia' 2022 tras postular proyectos que buscan contrarrestar efectos de la erosión costera y salvaguardar la calidad del agua, respectivamente.
Desde 2017, el Premio Nacional L'Oréal-Unesco 'Por las Mujeres en la Ciencia' se concede a un proyecto de investigación en curso en el país, dirigido por una científica panameña con un título doctoral o que esté cursando estudios doctorales en ciencias de la vida, ciencias de la materia, ciencias físicas, ciencias matemáticas o ciencias informáticas. Este año se recibieron 13 postulaciones, y se escogieron dos proyectos como ganadores de esta sexta edición.
La Dra. Guerra ha sido galardonada con su proyecto “Estimación de la erosión costera en ecosistemas y asentamientos humanos vulnerables de la bahía de Parita”, mientras que la Dra. Mack mereció el reconocimiento por su investigación “Evaluación de la calidad del agua para consumo humano incluyendo parámetros no convencionales por medio de un laboratorio móvil con técnicas analíticas avanzadas”.
En total, ocho proyectos de investigación liderados por panameñas han recibido este galardón que recibe el apoyo de la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt), a través de la Dirección de Investigación y Desarrollo, y que busca fomentar el desarrollo de mujeres que dedican su trabajo y estudios a la ciencia.
La Dra. Guerra, quien es ingeniera ambiental egresada de la UTP, con una maestría y doctorado en ingeniería costera y oceanográfica de la Universidad de Florida, Estados Unidos, explica que el desarrollo de ciudades costeras, estructuras portuarias y modificaciones del uso de tierra en la cuenca alta son actividades que alteran el dinamismo natural de la zona.
La erosión costera es el principal resultado de estas alteraciones, incluso, con impactos importantes en la economía y en los ecosistemas. Por ello, esta investigadora postuló al premio un proyecto que busca estudiar la erosión en la línea costera del Pacífico de Panamá, que es financiado por una convocatoria de la Senacyt.
“Con esta investigación buscamos estimar la erosión y acreción en la línea de costa del Pacífico. Gracias al premio, podemos incluir la bahía de Parita como sitio de control. Esto representa un valor agregado por ser un sitio vulnerable al cambio climático y donde ya existen desplazamientos de asentamientos humanos. Esto es posible gracias al apoyo de los coinvestigadores, del interés de la comunidad organizada y del Centro Regional para el Hemisferio Occidental, en especial de la arquitecta Andreina Pernía”, menciona la científica de 37 años.
En este sentido, conocer el impacto de la erosión costera en el paisaje natural y cultural de la bahía de Parita permite tener insumos para el ordenamiento territorial sostenible, así como también la implementación de soluciones basadas en la naturaleza. Estas soluciones minimizan los impactos del cambio climático y mejoran la calidad de vida de las comunidades costeras y en sus ecosistemas, afirma esta investigadora en ambientes marino-costeros del Centro de Investigaciones Hidráulicas e Hidrotécnicas y docente de la Facultad de Ingeniería Civil de la UTP. La Dra. Guerra es también investigadora asociada de la Estación Científica Coiba AIP, del Sistema Nacional de Investigación de la Senacyt y del Centro de Estudios Multidisciplinarios en Ciencias, Ingeniería y Tecnología AIP.
Para la Dra. Guerra, ganar el Premio Nacional L'Oréal-Unesco “Por las Mujeres en la Ciencia 2022” representa la “recompensa del arduo trabajo y de los sacrificios de las mujeres anteriores” a su generación, es decir, “los esfuerzos que hicieron mis abuelas, mi mamá, mis tías y mis colegas por valorar la educación de sí mismas y de sus hijos e hijas. Es una distinción al trabajo que realizamos las mujeres científicas, el valor de nuestro aporte en la búsqueda de respuestas y, en mi caso particular, a entender el dinamismo de la costa de Panamá”, reflexiona.
Resolver problemas relevantes para la sociedad como es la calidad del agua, es una meta que se ha trazado la Dra. Mack, una ingeniera civil que cuenta con maestría en ingeniería ambiental (ambos estudios de la UTP) y doctorado del Programa de Ingeniería Civil de la Universidad de Sao Paulo.
El proyecto ganador de esta investigadora del Laboratorio de Ensayo de Materiales del Centro Experimental de Ingeniería de la UTP y docente de la Facultad de Ingeniería Civil de dicha universidad, busca evaluar la calidad del agua para el consumo humano a través de un laboratorio móvil con técnicas analíticas avanzadas. Su objetivo central es fortalecer el laboratorio del proyecto “Morbilidad vs la calidad del agua para consumo humano en Tonosí: un estudio piloto” con insumos y accesorios necesarios para identificar y cuantificar parámetros no convencionales, como metales pesados y contaminantes orgánicos en zonas alejadas.
“Este proyecto de investigación nos permite disponer de tecnología analítica moderna, de respuesta rápida y nos da la posibilidad de desplazar estos equipos especializados a campo en una unidad móvil habilitada como laboratorio. De esta forma, se busca dar respuesta a la inquietud de la población respecto a la calidad del agua para consumo. Si bien ya se realizan mediciones, este proyecto nos permitirá ir más allá evaluando contaminantes orgánicos e inorgánicos que requieren equipos con límites de detección bajos y de alta precisión”, detalla la científica de 34 años.
El proyecto de la Dra. Mack tiene aplicaciones prácticas, por lo que luego de realizar los distintos análisis podrá presentar sus recomendaciones al Municipio de Tonosí aportando conocimiento para conservar el ambiente, lo que redundará en mejorar la calidad de vida de la población.
En palabras de la investigadora, este premio es “una motivación”. “Aunque muchas veces tenemos desafíos a lo largo del camino, se siente muy bien que nuestro trabajo sea reconocido, y esto nos anima a seguir trabajando aún más, y comprueba que la dedicación de tantos años de estudio y ahora a nivel laboral, han valido la pena”, concluye.