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El conocimiento científico se traduce en salud
- 03/09/2021 00:00
- 03/09/2021 00:00
La panameña Karen Courville es una médico especialista en medicina interna y nefrología -especialidad que se dedica a evaluación de la función de los riñones- que ha encontrado en la investigación clínica un espacio para ahondar en el entendimiento de la enfermedad renal crónica (ERC) y ofrecer tratamientos innovadores a los pacientes.
Como directora del programa de nefrología y diálisis y jefa de la unidad de hemodiálisis y diálisis peritoneal del Hospital Dr. Gustavo N. Collado de la Caja de Seguro Social (CSS), en Chitré, Herrera, y miembro del Instituto de Ciencias Médicas (ICM) de Las Tablas, la Dra. Courville busca respuestas a sus interrogantes a través de la investigación clínica sobre ERC y la covid-19.
Hasta la fecha, ha sido autora y coautora de 23 investigaciones publicadas en revistas científicas indexadas de prestigio. “Trabajar en equipo hace que los proyectos se puedan realizar, y me ha permitido desarrollar mi curiosidad científica para que nuestras ideas de investigación dejen de ser sueños y se materialicen. Al investigar, podemos mejorar o protocolizar un tratamiento que puede beneficiar al paciente y al sistema de salud”, afirma la médico, quien, desde ayer jueves, 2 de septiembre, funge como presidente de la Sociedad Panameña de Nefrología e Hipertensión (SPNH).
Recientemente, la Dra. Courville ganó convocatorias de la dirección de Investigación y Desarrollo de la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación para fungir como investigadora principal de dos proyectos. Uno se titula “Covac Diálisis Panamá”, el cual analiza los efectos adversos relacionados con la aplicación de las vacunas contra la covid-19 y su eficacia en pacientes en hemodiálisis y diálisis peritoneal en las 14 unidades de diálisis de la CSS durante 2021.
Dicho proyecto está coordinado por la SPNH, y en él participan 21 investigadores, entre los que están nefrólogos, una infectóloga (Dra. Maydelin Pecchio) y una epidemióloga (Dra. Virginia Núñez-Samudio), y el equipo de enfermería de cada unidad de hemodiálisis.
Para el estudio han reclutado mil 300 pacientes que cuentan al menos una dosis de vacuna contra la covid-19, y próximamente se estará comunicando los resultados parciales del proyecto una vez se hayan completado seis meses desde la aplicación de la primera puesta. Se trata de una investigación prospectiva y que requiere consentimiento informado.
Cerca de 850 millones de personas en el mundo padecen algún grado de insuficiencia renal crónica, y más de 50 millones en América Latina y el Caribe tienen esta condición, según la Organización Mundial de la Salud. En Panamá uno de cada diez adultos recibe este tipo de diagnóstico.
Ante la pandemia por el coronavirus SARS-CoV-2, investigaciones internacionales reflejan que las personas con ERC cuentan con tres veces más probabilidades de presentar síntomas graves de la covid-19 que otras, y que tienen mayor prevalencia de hipertensión y diabetes, las cuales son afecciones asociadas a una mayor mortalidad por la covid-19
Debido a la elevada carga de ERC, el impacto de la covid-19 en las personas con nefropatías crónicas será grave, menciona la investigación “Global, regional and national burden of chronic kidney disease, 1990-2017: a systematic analisis for the Global Burden of Disease Study 2017”, publicado en The Lancet el año pasado. De ahí la importancia de que esta población se vacune para prevenir la covid-19, recalca la Dra. Courville.
Los riñones son considerados los filtros del cuerpo debido a que son los órganos encargados de reabsorber nutrientes y de excretar las sustancias de desecho a la orina. Cada día, la sangre pasa unas 40 veces por el riñón. Estos dos órganos mantienen el equilibrio ácido-base, controlan el estado de calcio y fósforo, producen hormonas que ayudan a la producción de glóbulos rojos, regulan la presión arterial y determinan el volumen del cuerpo, explica la Dra. Courville.
Cuando un riñón se ve afectado, todos estos procesos se interrumpen, deterioran o detienen. Por ello, continúa la especialista, si las enfermedades que afectan el riñón se logran tratar tempranamente, los daños se pueden detener o disminuir.
La causa número uno de ERC es la diabetes, seguida de la hipertensión, la obesidad, y en menor escala, las enfermedades inflamatorias (como lupus), infecciosas (VIH, hepatitis B), hereditarias, entre otras, enumera la médico.
La incidencia de ERC en Panamá es mayor en las provincias centrales, y siendo Coclé la provincia que registra más casos nuevos, seguido de Veraguas, Los Santos y Herrera.
La Dra. Courville añade que la cifra ha aumentado con el tiempo debido al incremento de obesidad, diabetes, así como a la falta de atención de enfermedades crónicas en los últimos 18 meses desde que se declaró la pandemia de la covid-19 en el país.
Un segundo estudio que lidera la Dra. Courville, que realiza en conjunto con el ICM, se enfoca en pacientes con ERC no tradicional o Nefropatía Mesoamericana -que ocasiona una pérdida progresiva de la función renal- para evaluar si tienen alguna predisposición genética para desarrollarla. El proyecto está siendo revisado para su publicación en una revista internacional. “Ese estudio encontró que la prevalencia de ERC no tradicional en Herrera y Los Santos es de un 14%.
Nuestra segunda fase, que es el estudio de ERC no tradicional, está en reclutamiento. Es una investigación de casos y controles, cuyo objetivo es evaluar si hay factores genéticos predisponentes que, en un escenario con factores externos (como deshidratación y la exposición solar continua) favorezca el daño a nivel renal”.
Cuando los riñones fallan, los médicos nefrólogos siguen a sus pacientes en una terapia sustitutiva que se conoce como hemodiálisis, diálisis peritoneal o trasplante renal.
Estos tratamientos, todos disponibles en el istmo, requieren de innovación y de investigación continua para poder seguir ofreciendo tratamientos que ayuden a mejorar la calidad de vida de los pacientes, piensa la Dra. Courville.
En Panamá, cerca de 2 mil 500 pacientes están en tratamiento de diálisis a nivel nacional, de los cuales 170 se tratan en el Hospital Dr. Gustavo N. Collado, en Chitré. En total, el país cuenta con 33 nefrólogos. “Todos nos conocemos, y a pesar de que no es fácil hacer investigación porque requiere esfuerzos y dedicación extra, la ciencia nos ha permitido mantenernos en contacto y trabajar en equipo, lo cual es muy importante para terminar cualquier trabajo de investigación.
La nefrología en Centroamérica tiene muchas cosas por investigar, y el conocimiento que podamos producir se traducirá en mejoras en la atención de salud, y ello, impactará positivamente en la calidad de vida de los pacientes, y por ende, sus familias y el país. Las enfermedades crónicas generan altos costos en salud, por lo que es importante prevenirlas a tiempo”, reflexiona la Dra. Courville.