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- 01/02/2025 00:00
- 31/01/2025 18:13
En el corazón del Casco Antiguo de Panamá, en la intersección de la avenida Central y la Calle 12, se encuentra el Café Coca Cola, un establecimiento cargado de historia y tradición. Desde su apertura en 1875, ha sido un punto de encuentro para generaciones de panameños y visitantes, y ha mantenido su esencia a lo largo del tiempo. Su nombre, otorgado en 1906 tras la llegada de la famosa bebida al país, lo convirtió en el único café en el mundo autorizado para utilizar la marca Coca Cola en su denominación.
El Café Coca Cola no solo es conocido por su longevidad, sino también por su relevancia en la historia política y cultural de Panamá. En sus mesas se han sentado figuras como el poeta chileno Pablo Neruda, el expresidente argentino Juan Domingo Perón y su esposa Evita, así como los revolucionarios Ernesto Che Guevara y Fidel Castro. Estos encuentros han convertido al café en un lugar de referencia para la memoria histórica del país.
Su nombre, uno de los aspectos más curiosos de su historia, fue adoptado en 1906, cuando la famosa bebida llegó al país. Desde entonces se convirtió en el único café en el mundo autorizado para llevar la marca Coca Cola en su denominación. Antes era llamado Nueve Puertas.
Para conocer más sobre el legado de este emblemático lugar, La Estrella de Panamá conversó con Constantino Kontos, encargado del Café Coca Cola, quien reveló algunos de los secretos detrás de su permanencia en el tiempo.
El café se fundó en 1875, pero en 1906, con la llegada de Coca Cola a Panamá, se hizo un acuerdo para que pudiéramos usar el nombre. Es el único café en el mundo con este privilegio. La marca se quedó con nosotros y pasó a formar parte de nuestra identidad.
Definitivamente, el café. La gente viene por la historia y la tradición, y el café es parte de eso. Aunque, claro, la Coca Cola también tiene su público fiel, especialmente entre los turistas.
Es un honor que este lugar haya servido como punto de encuentro para tantas figuras históricas. El Che, Fidel Castro, Pablo Neruda... Aquí han pasado muchas conversaciones importantes. Es un testimonio de que el café ha sido más que un negocio: ha sido un espacio para la historia.
Creo que es porque nunca hemos tratado de cambiar para seguir modas. Mantenemos la misma estructura, los mismos sabores, el mismo ambiente de siempre. La gente viene aquí buscando autenticidad y eso es lo que les damos.
A diferencia de otros cafés modernos del Casco Antiguo, el Coca Cola conserva una atmósfera auténtica. Con una decoración que evoca épocas pasadas, ofrece una experiencia asequible y genuina para quienes buscan conocer la esencia de la ciudad. Sus platos típicos y su café tradicional lo mantienen como un punto de interés tanto para locales como para turistas.
Más que un café, este lugar es una cápsula del tiempo, un rincón donde cada mesa tiene una historia que contar.