¿Bombones? Los preparé yo misma

  • 06/04/2025 00:00
El hotel Renaissance ofreció una velada diferente. Los asistentes aprendieron a hacer sus propios bombones de chocolate y participaron en una cata de ron maridado con chocolate.

Es un atardecer de viernes, hora que llama al esparcimiento y a la distracción. Por ello, los invitados a esta primera interacción en Jota’s Bar llegaron con una sonrisa en los labios. Periodistas, influencers e invitados especiales se acercaron para participar en una cata de ron y chocolate a la que se le agregó un elemento dulce y distintivo: preparar con las propias manos unos bombones.

El peruano Carlos Valderrama, chef ejecutivo del hotel, junto a los panameños José López, chef de banquetes, Delia, chef pastelera y Lucero, su asistente, guiaron a los invitados por un taller práctico en el que cada uno preparó sus bombones.

Por ello, en lugar de pequeñas mesas, en el bar se ubicaron mesas de trabajo con pads de silicona, espátulas, un bol, moldes de bombones de diversos estilos, grageas de chocolate, almendras y nueces picadas además de un delantal y una toca (toque). Al fondo, unas ocho hornillas mantenían a una temperatura específica el agua caliente. Pero no crean que fue algo solemne. Hubo música, cocteles y picadas, para entrar en calor.

Ya todos en sus puestos, las instrucciones fueron dadas. “Tenemos el molde, es donde vamos a va a verter el chocolate que vamos a derretir. Vamos a derretir el chocolate y luego vamos a vaciarlo en dos tiempos. Primero, una primera capa, (todo el fondo y los lados). Vamos a dejar enfriarlo, luego agregamos el relleno y finalmente lo cubrimos con el chocolate restante”, dijo el chef Valderrama.

Sí, todo luce muy sencillo, pero hablamos de agua caliente, chocolate, guantes... hay ciertos nervios, pero el equipo de cocineros estuvo allí para guiarnos. Empezaron los detalles: el agua está a una temperatura entre 43 y 45°C. Lo suficiente para derretir el chocolate, pero no para quemar nada. Por turnos, los asistentes se acercaron a las estaciones con las grageas de chocolate en un bol metálico. Allí, con la espátula, se fue homogenizando el chocolate hasta quedar totalmente derretido.

Acto seguido, de vuelta en el puesto, correspondió verter la mitad del chocolate en los moldes para luego esparcirlo por todos los espacios del molde. Hasta allí, todo bien, nada más que había que cerciorarse de no exagerar en la cantidad, pues corríamos el riesgo de no dejar espacio para el relleno y, más trágico, que no nos alcanzara el chocolate para la segunda etapa.

Esparcido el chocolate en el fondo del molde, hay que provocar que las burbujas salgan y llevar a enfriar. Mientras tanto, seguimos meneando el chocolate restante, para que no se endurezca y, de ser necesario, volverlo a calentar un poco. Ordenamos la mesa de trabajo, ponemos a mano los rellenos y en unos minutos vuelven los moldes con el chocolate ya frío y endurecido.

Es momento de agregar el relleno. En algunos, nueces. En otros, almendras. Completamos con el resto del chocolate para cubrir lo que será el fondo del bombón. Sí, el molde debe quedar limpio en la parte superior. Nada de desperdicios. De otra forma, a la hora de desmoldar se complicaría la tarea y el fondo de los bombones no quedaría parejo...

Vuelven los moldes al frío y mientras, el salón se ajusta para la segunda actividad de la velada: una cata de rones Pedro Mandinga maridados con chocolates de I Love Panama Chocolate.

El primer ron a degustar es el Pedro Mandinga Silver, destilado a partir de raspadura de trapiche elaborada artesanalmente y en pequeñas cantidades en la zona de Boquete.

A la vista, absolutamente cristalino, con notas de banano, algodón de azúcar y piña madura. Se maridó con Congo, chocolate negro con limón y raspadura, barra que emula la popular limonada con raspadura. Este elemento, la raspadura genera la armonía en esta mezcla, así como las notas frutales de ambos productos.

Continuamos con Pedro Mandinga Spiced, Elaborado con ron de raspadura y nueve especias que juntas mantienen un balance de sabor. En el Spiced destacan las notas de vainilla, canela, pimienta y naranja, que va de maravillas con la barra de chocolate negro Clásico de I Love Panama Chocolate, con 70% de cacao. La profundidad del chocolate hace destacar las especias en la mezcla.

El tercer y último ron de la noche es el Pedro Mandinga Blend, con ron añejo en barricas de roble americano ex bourbon, por ocho años, con un toque de Pedro Mandinga Silver. El ron luce un color ámbar y tiene notas a frutos secos, coco, chocolate, roble tostado, caramelo, vainilla y nueces. Se maridó con 1914, la barra de I Love Panama Chocolate de chocolate negro 70% de cacao con sal de mar. La sal de mar acompaña de manera deliciosa las notas de caramelo y vainilla, haciéndolas destacar.

Salen los bombones de la refrigeración, solo hay que desmoldar y acomodar en una cajita que se engalana con un lazo.

La activación llega a su fin, pero será la primera de muchas para entusiasmar a un público que busca vivir una experiencia plena de sabores y diversión.

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