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- 17/08/2024 00:00
- 16/08/2024 18:30
La primera escena que ‘Tránsito’ le ofrece a su audiencia una vez que se abren las cortinas del escenario es la de otro día ajetreado y tedioso en un juzgado de tránsito. Las máquinas que no funcionan, los funcionarios que ponen caras largas, y los rostros de amargura de los contribuyentes que ven pasar el reloj mientras se demoran sus trámites son los elementos que forman parte del contexto en el que se desenvuelve la obra.
Todo parece transcurrir como un día más en la oficina pública hasta que de repente tres secuestradores – que forman parte de un sindicato radical de taxistas - toman por asalto el juzgado y desatan el caos. En lo que podría parecer como una alusión al Síndrome de Estocolmo, secuestradores y secuestrados entablan una dinámica ‘familiar’ en la que se sobrelleva el tiempo del encierro con la incertidumbre del qué pasará con ellos.
Seguidamente, se desenvuelven en la obra aspectos que abordan el universo abarcador de la palabra ‘Tránsito’. Desde las vertientes de las relaciones interpersonales hasta el tránsito de la vida hacia la muerte confluyen en una representación teatral cuyo guión fue merecedor del Premio Ricardo Miró 2014 (sección Teatro).
En conversación con La Estrella de Panamá, su autora, Isabel Burgos, rememoró que la idea de esta obra la tuvo después de sostener una conversación con su esposo después que en el año 2004 él hubiera tenido que pasar por un juzgado de tránsito para realizar un trámite. Es en ese momento, que Burgos decidió plasmar esa situación como un secuestro en un guión que adormeció en su computadora por diez años hasta que volvió a abrir ese documento de Microsoft Word para poner nuevos conceptos con los que enriquecería los diálogos de ‘Tránsito’.
“El juego de la obra es que esas personas que se encuentran en ese juzgado de tránsito, eventualmente están atravesando el tránsito por la vida (...) En ‘Tránsito’ también busco la sacralidad de la vida y abordar lo poco importantes que son aquellas cosas en las que uno suele perder el tiempo. En un segundo, puedes perderlas y después te preguntas: ¿qué pasó con todas esas cosas tan importantes? Más que dar respuestas, el teatro busca plantear preguntas y que la gente salga con esa sensación de ¿Qué estoy haciendo con mi vida? y que la gente se pregunte también si vale la pena como están viviendo sus vidas”, aseguró Burgos.
Después de incursionar por muchos años en el campo del cuento, la escritora sintió la necesidad de adentrarse en el teatro para hacer comedias que tengan un mensaje profundo y no se queden solo en las meras risas. No obstante, el teatro no es algo nuevo para Burgos ya que lleva desde los 17 años de edad montando obras de teatro lo que le conllevó horas de lectura y análisis de distintas representaciones dramáticas.
“Cuando la metí en concurso, ganó para mi sorpresa. Ya una vez que ganó [el Ricardo Miró], eso le da como un sello que llama la atención del público. Cuando la montamos fue de un gran éxito. Para mi sorpresa, el productor del Teatro La Estación Aser Valdemar me contactó este año para comunicarme su interés en ‘Tránsito’. Al principio, quise que en vez de esa presentaran ‘Los inocentes’ porque me parecía que era un tema más vendible. Y me dijo que no, que les gustó ‘Tránsito’ y que la van a montar. El haber visto esta obra de vuelta en el escenario, ha sido mi alegría más grande este año. El hecho de que la hayan puesto diez años después, ha sido muy bonito para mí”, relató.
En este ocasión, el director Renán Fernández estableció que el principio del segundo acto sea esta vez el primero, estableciendo una suerte de ‘flashback’ de los hechos. En diálogo con este diario, Fernández destacó la riqueza discursiva y situacional que ofrece el guión de la obra.
“La obra ‘Tránsito’ nos enseña la naturaleza abarcadora de esta palabra, que no se centra solo en la movilidad de cualquier tipo sino que es un concepto que está inmerso no solo en situaciones humanas sino políticas y globales respecto a asuntos como la migración, la tecnología y la comunicación. Es impresionante cómo Burgos plantea contar una historia a partir de la utilización de la palabra ‘tránsito’ como columna vertebral. Esperamos haber podido reflejar fielmente lo que Burgos quiso transmitir en su guión”, destacó.
En este sentido, Fernández resaltó la habilidad de Burgos de unir situaciones relacionadas con la protesta social en contra del status quo junto con las relaciones familiares y personales de los personajes. “Una exhibición del tránsito del macrocosmos del ser humano a su microcosmos”, destacó.
El dramaturgo dijo de igual forma sentirse satisfecho por la respuesta del público que asistió a las sesiones que se presentaron del 2 al 15 de agosto en el Teatro La Estación, y elogió al elenco que dio vida a una historia que diez años después sigue dando mucho de qué hablar.
La obra fue llevada a cabo por Orfeos Producciones y fue realizada por un elenco integrado por Augusto Posso, Idania Ceville, José Amador, Marla Reyes, Diana Vega, Ricardo Urbano, Marie Claire Marine, William Castro, Carlos Damián Caballero y Aser Valdelamar.