En este verano, protegida y a la moda con el sombrero adecuado

Para estar protegido del sol no hay que entrar en batalla con la moda. Existen diferentes opciones de sombreros que completan cualquier estilismo y permiten cuidar la salud de la piel y la vista. Los sombreros de tejidos tupidos o de algodón, de colores a juego con la ropa o traje de baño, de ala ancha que cubren cara y cuello; son algunas opciones que predominan durante el verano.

Al momento de elegir un sombrero para el sol, los dermatólogos recomiendan tomar en cuenta tres aspectos fundamentales.

Primero, el material. Aunque por las altas temperaturas se tienda a elegir materiales ligeros, los especialistas recomiendan los tejidos tupidos. Sin embargo, existen materiales como el algodón, la paja o incluso el lino que son más livianos, protegen del sol y evitan la sudoración. Aconsejan elegir un sombrero que sea transpirable, que resista la humedad y que no necesite mantenimiento especial.

Segundo, el ala. Ésta marca hasta qué punto se protege del sol. Si desea que no solo cubra la cabeza, sino también el cuello y la cara, los expertos recomiendan que sea un sombrero de ala ancha. De hecho, existen las pamelas, que tienen el ala muy ancha y pueden llegar a proteger hombros y escote. Los dermatólogos hacen énfasis en el uso de bloqueador solar a pesar de usar sombreros de ala ancha.

Tercero, los colores. Cuando se piensa en sombreros para el verano es más fácil imaginarse modelos en colores claros. Pero, a la hora de protegerse del sol se debe tener en cuenta que los colores oscuros atrapan mejor los rayos solares. Eso sí, la sensación de calor puede ser un poco más elevada, pero la cantidad de sol que traspasará el sombrero es mínima.

Según recomendaciones de la Skin Cancer Foundation para prevenir la aparición de enfermedades en la piel como el cáncer, las alergias, urticaria, manchas y arrugas en la piel se debe usar un protector solar de amplio espectro SPF, lentes de sol con protección UV y sombreros.

La dermatóloga española Magdalena de Troya Martín, de La Fundación Piel Sana, asegura que no todos los sombreros protegen de la misma forma. Los que más protegen son aquellos que tengan, ya sea un ala lo suficientemente ancha que va a procurar suficiente sombra para toda la cara, o bien que imprescindiblemente van a tener además de su visera, dos aletas laterales y un faldón trasero para además de dar sombra a la cara también a los pabellones auriculares y del dorso del cuello que sufre a menudo quemaduras solares”.

La especialista añade que “esta última versión es la que también se conoce como gorro australiano o gorro de legionario y es recomendado no sólo para los niños para cuando van a la playa sino también para determinadas profesiones y deportes al aire libre porque facilita la mayor protección solar”.

Advierte a los jóvenes del uso de las gorras, que algunas veces las usan con las viseras hacia atrás por moda y dejan al descubierto la cara. “Las propias viseras de las gorras no sólo protegen de la cara, sino también de la radiación solar en los ojos, de manera que evitan hasta el 50% de la radiación solar que pueda llegar al globo ocular. No obstante es importante reforzarlo con el uso de gafas de sol”.

En mayo del pasado 2023, la directora del Instituto de Meteorología e Hidrología (IMHPA), Luz Graciela de Calzadilla, advirtió que la temporada seca de este 2024 “podría ser crítica”. Explicó que el retraso de las lluvias en 2023 fue por afectaciones y señales de la presencia del fenómeno de El Niño con temperaturas por arriba del promedio de la superficie del mar.

El pasado 27 de diciembre, el Gobierno de Panamá extendió hasta mayo próximo, el estado de emergencia ambiental decretado hace siete meses por la esperada prolongación de la sequía. “La extensión se basa en los pronósticos climáticos que señalan que se puede prolongar la estación seca hasta mediados de año”, detalló el comunicado.

El profesor Alfonso Pino Graell, director del Laboratorio de Física de la Atmósfera de la Universidad de Panamá (UP), explicó a una revista digital que la temporada seca representa los meses de mayor intensidad de la radiación UV. “La cobertura nubosa durante la estación seca es significativamente menor si se compara con la estación lluviosa”, indicó.

Atención a la hora de usar protección

Sensibilidad al sol: las pieles claras tienen más facilidad de quemarse y por ende son más vulnerables. Pero aún las pieles oscuras tienen riesgo de sufrir graves quemaduras solares, pueden desarrollar en un futuro cáncer de piel.Niños: los niños tienen una piel más delgada y normalmente ellos no tienen precaución de resguardarse bajo el sol, sino que solo saltan y saltan por doquier. Toma en cuenta que el 80% de daños en la piel ocurre antes de los 18 años.Tomar en cuenta las latitudes: A mayor altura, los rayos UV son más intensos y se reciben con mucha intensidad. Protéjase más en estos casos.Condición médica: las personas que hayan pasado por un cuadro de cáncer de piel o aquellas que están en un proceso de recuperación de una quemadura grave, son vulnerables. Las medicinas para tratar el acné, antibióticos, ciertos antinflamatorios pueden causar más riesgo.