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‘Academia St. Vierja’: una mirada hacia el pasado y lo que se esconde en él
- 19/09/2024 00:00
- 18/09/2024 19:26
El médico de profesión, pero cineasta de vocación, José A. Stoute, estrena hoy su ópera prima titulada Academia St. Vierja, una historia de supervivencia y dolor, crecimiento y sanación, desde la mirada de quienes recuerdan lo que realmente sucedió. Basada en las memorias de Stoute y sus compañeros en una prestigiosa escuela privada católica panameña, Academia St. Vierja se levanta como un testimonio vivo de lo que no hay que olvidar.
Ganador del Concurso Nacional Fondo Cine del Ministerio de Cultura en la categoría de Postproducción 2022, Stoute funge como guionista y director de la cinta, y así conversó con La Decana sobre la producción de su debut directoral, plasmar parte de su historia en el papel y trabajar con los actores que dieron forma a su visión.
La cinta, que se estrena hoy en cines nacionales, se destaca en temas de resiliencia, fortaleza y luchas emocionales y psicológicas que atraviesa Toño, el protagonista, un niño que vive en un entorno marcado por el abuso, el acoso y la burla constante.
La idea de la película ha estado en mi mente por más de 20 años. Solo estaba esperando el momento adecuado para hacerla realidad. Hace cinco años empecé a trabajar activamente en ella, pero la idea y los conceptos los he tenido en mente por mucho tiempo. Finalmente, pude concretarla.
La historia se basa en gran parte en mis propias experiencias y sentimientos durante mi tiempo en la escuela. Aunque también incorpora experiencias de otros compañeros y diferentes puntos de vista. No es una historia totalmente verídica, pero se ha creado para exponer ciertos sentimientos, como los de un niño que entra en una escuela nueva y enfrenta situaciones desconocidas y desafiantes. Quería transmitir esos sentimientos al público, siendo que también se tocan temas de abuso sexual, abuso de parte de maestros y las diferencias de clases sociales.
Sí, hay temas adultos implícitos en la película, pero se presentan de manera sutil porque tratamos con niños actores. Lo implícito permite al público usar su imaginación para interpretar lo que está sucediendo, lo cual a veces puede ser más efectivo que ser explícito. Esperamos que las audiencias comprendan los sentimientos de los personajes y reflexionen sobre cómo las experiencias infantiles pueden impactar en una persona a lo largo de su vida.
Trabajar con niños siempre es un desafío, pero tuvimos un equipo excelente que supo manejarlo muy bien. Desde los padres hasta las personas encargadas de los niños, todo se gestionó con cuidado. Andrés Marín, quien interpretó el papel principal, es un actor fantástico y profesional. Fue un verdadero placer trabajar con él y estoy muy contento con cómo se desarrolló su actuación en la película.
Elegir las locaciones fue bastante difícil. Tuvimos que descartar varias escuelas antes de encontrar la adecuada. Afortunadamente, nuestro productor de locaciones, Charles, hizo un trabajo excepcional. La filmación en sí duró un mes, pero la producción total, incluyendo la postproducción, la música y el sonido, tomó otro año. Fue un proceso arduo, pero gratificante.
El estreno fue muy emocionante, aunque el festival era más pequeño de lo que esperaba. A pesar de eso, las reacciones fueron positivas. La película ha abierto oportunidades para ser exhibida en otros lugares, como Chromecast en Estados Unidos durante el Mes Latino. Espero que la película llegue a más público y continúe ganando exposición.
Espero que el público panameño reconozca la historia como algo universal, que refleja experiencias que podrían haber ocurrido en muchos lugares, especialmente en Latinoamérica. Mi esperanza es que la película ayude a comprender cómo las experiencias infantiles impactan a las personas a lo largo de su vida y a sensibilizar sobre cómo se trata a los niños en las escuelas. Espero que genere reflexión y que no se repitan ciertas experiencias negativas en el futuro.
La producción se realizó en un mes de trabajo intensivo, con jornadas de casi 12 horas al día. La postproducción, que incluyó la ingeniería de sonido y la música, tomó un año adicional. Fue un proceso exigente, pero muy emocionante.
Creo que Panamá ha avanzado, pero no tengo información directa sobre el estado actual de las escuelas. Sospecho que aún hay muchos temas que necesitan atención, como el bullying y la homofobia. Creo que en muchos países de Latinoamérica, incluido Panamá, todavía hay mucho por hacer en cuanto al trato de los niños en las escuelas.
Será interesante ver cómo reacciona el público. Espero que sirva para abrir los ojos sobre las experiencias que ocurrieron en ese contexto y que algunos puedan identificarse con la historia. Mi objetivo es destacar cómo las experiencias infantiles impactan a las personas a lo largo de su vida, y espero que eso genere una reflexión positiva en los espectadores.