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- 22/03/2025 00:00
- 21/03/2025 18:04
En la villa de Turbaco, una agradable población de clima fresco, cerca de Cartagena, tenían su hogar la pareja formada por José Manuel Amador Leguina y Mercedes Guerrero; de ellos nacieron cinco hijos: Juan de Dios, Mercedes [Amador de Pretelt], José, Vita y Manuel. Manuel, quien sería el primer presidente de la República de Panamá nació el 12 de septiembre de 1833.
Estudió medicina en la Universidad de Magdalena e Istmo –hoy la Universidad de Cartagena– doctorándose en el año 1854; casi de inmediato llega a Panamá en calidad de facultativo y se instala en Colón, a servir en la estación de Monkey Hill, en donde además, fue administrador de Correos (1855). Tenía 21 años.
La venida de Manuel Amador Guerrero desde Cartagena hacia nuestra tierra, en donde parte de su familia ya radicaba desde inicios del siglo XIX , coincide con el inicio del surgimiento de Barranquilla como principal puerto fluvial y marítimo del área de Cartagena, Santa Marta y Barranquilla, y con la consiguiente pérdida de hegemonía económica por parte de Cartagena. Al mismo tiempo, coincide con la fundación de la ciudad de Colón, la inauguración del Ferrocarril de Panamá y el auge del tránsito desde la costa este de Estados Unidos, pasando por el istmo hacia California en búsqueda de oro.
El Dr. Amador Guerrero se trasladó a Santiago de Veraguas, núcleo territorial eminentemente conservador, en donde se ve envuelto por propia vocación en la vorágine política de la época; allí practica la medicina, fundó un negocio (Amador Hermanos) de exportación de productos con su hermano Juan de Dios Amador Guerrero, fue elegido consejero municipal de Santiago y nombrado prefecto del departamento de Veraguas. Llegó a ser diputado en la Asamblea por el mismo departamento y representante ante el Congreso de Colombia en 1858-1859.
“Por su sentido humanitario, su profesión de médico y su carácter tan afable, conquista en breve tiempo el aprecio y estimación de los veragüenses, que lo eligen miembro de la Asamblea Legislativa del Estado en 1858 y 1859 y miembro de la Cámara de Representantes, que funcionaba en Bogotá y ostentando además el cargo de prefecto del departamento de Veraguas”.
Amador Guerrero había demostrado interés por la política durante nuestro periodo colombiano. En 1886, cuando renunció el jefe civil y militar del Estado, general Ramón Santo Domingo Vila, se encargó del mando supremo temporalmente. Y participó en las elecciones de ese mismo año.
“En el año 1866 fue elegido primer designado del jefe de estado del Estado Federal de Panamá. Al año siguiente fue electo presidente del estado, pero una revuelta armada le impidió ejercer el cargo”.
Los hechos sucedieron de la siguiente manera. El general Vicente Olarte Galindo, de quien el doctor Amador Guerrero era el primer designado, murió supuestamente de fiebre amarilla, pero ocupó el cargo el segundo designado don Juan José Díaz, porque el doctor Amador Guerrero no podía asumirlo ya que lo habían postulado sus amigos como candidato para la presidencia del Estado Federal.
Ganó la elección frente a su contendor liberal, Pablo Arosemena, quien años después le acompañaría en la gesta independentista de 1903. Sin embargo, una serie de hechos en la capital del Istmo produjeron en primera instancia el derrocamiento del segundo designado a la presidencia del estado, Juan José Díaz; seguidamente fue nombrado el general Pedro Goitia como presidente provisional del estado. Goitia es apresado también y reemplazado por el general Fernando Ponce.
Estas acciones constituían una reacción de los liberales de la capital en contra del poder conservador que representaba el doctor Amador Guerrero desde Veraguas.
A la par del desarrollo de estos acontecimientos en la ciudad de Panamá, Amador Guerrero se rebeló en armas, pero prontamente fue llevado a la concordia, lo que pone de manifiesto dos hechos: el primero, el doctor Amador Guerrero tiene poder de convocatoria en las filas conservadoras y tiene verdadero liderazgo; el segundo, su personalidad es muy racional y no pasional, sabe cuándo ceder y en qué momentos pelear, estos aspectos le serían muy útiles en el desarrollo de los hechos que se vendrían a dar a inicios del siguiente siglo.
El general Fernando Ponce fue obligado a dimitir ante la Corte Superior de Justicia y en su lugar fue instalado el jefe liberal, general Buenaventura Correoso, en su condición de primer designado de Fernando Ponce, cargo que ocupó hasta septiembre de 1873.
Como podemos apreciar, Manuel Amador Guerrero fue alejado de la presidencia del Estado Federal, la cual había ganado en buena lid, por golpes y desórdenes político-militares. La historia se repetiría casi 35 años después, pero con mejores resultados para nuestro biografiado.
Mientras tanto, volvió a presentar batalla a quienes les impidieron ejercer la presidencia, pero fue vencido, tomado como prisionero y desterrado de Panamá hacia Cartagena. Al finalizar su exilio, de regreso al Istmo, se dedicó a su labor de médico y fue el alma del esfuerzo por rescatar, con una generosidad impresionante, el Hospital Santo Tomás de la ruina en la que había quedado y en donde laboró durante 19 años gratuitamente. También durante este periodo de su vida fundó, en el área de Avenida B, una farmacia que administraba él mismo.
“Emprende negocios con su hermano durante la construcción del Canal interoceánico por los franceses en 1879. No obstante, ante el fracaso de la obra, Amador Guerrero y su hermano quedaron arruinados. Su hermano y principal socio, José Amador, fallece, pero eso no fue obstáculo para que Amador Guerrero cubriera las deudas que acarreó su empresa”.
La anterior cita nos presenta un hecho muy encomiable de Amador, quien a pesar de las dificultades económicas y familiares que se le presentan, su carácter se impone y logra cumplir con sus obligaciones, dejando su nombre y crédito intactos. Vemos en hechos como este y en su dedicación altruista como médico de los pobres, en su trato calculado, respetuoso y benevolente con sus opositores, lo que lo posiciona a través del tiempo para el papel que le tocaría desempeñar posteriormente.
El doctor Amador Guerrero se casó por primera vez con la señorita María de Jesús Terreros, con quien tuvo un hijo en Santiago de Veraguas, al que nombró Manuel Encarnación. Presumo que enviudó, ya que posteriormente, en 1872, con aproximadamente 39 años, se casó con una joven de 17 años, es decir, 22 años menor que él, de carácter templado y de familia distinguida, de ascendente cartagenero como él, llamada María de La Ossa, quien actuó a su lado con decisión y valentía en los difíciles momentos de la independencia y en los de su gobierno como primer presidente de la República.
Ante la preocupación de los próceres por la presencia de los generales Tovar, Amaya y otros, fue de ella la idea de que estos generales del Batallón de Tiradores, que llegaron a Colón en el navío Cartagena, viajaran solos en el ferrocarril hacia Panamá, sin el contingente de soldados, para que de esta forma fueron susceptibles de ser apresados, anulando así la amenaza que representaban para el movimiento independentista con su presencia, lo que permitió a Esteban Huertas actuar como lo veremos más adelante.
Fue responsable por la confección de la primera bandera panameña en compañía de su cuñada Angélica Bergamoto de de La Ossa, con la ayuda de una mujer de nombre Águeda, que trabajaba para esta última y que fue mencionada por la señora María de La Ossa en justo reconocimiento a su aporte en tan significativo hecho. Muere esta dama, madre de la Patria, en 1948.
Manuel Amador Guerrero murió a las cuatro de la tarde del domingo 2 de mayo de 1909, en su residencia, ubicada en el número 48 de la calle Sexta, San Felipe, ciudad de Panamá.
Próxima entrega: Manuel Amador Guerrero y la Independencia