Integrantes de la caravana migrante en el estado de Chiapas, en el sur de México, denunciaron este jueves 21 de noviembre que las autoridades les bloquearon...
- 09/01/2022 00:00
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Balboa, Zona del Canal. Enero 7, 1964 (AP). Un viejo problema relacionado con las banderas estadounidense y panameña tomó un giro este martes 7 de enero cuando varios cientos de estudiantes de la Zona del Canal izaron la insignia de estrellas y rayas en el patio frontal de la escuela secundaria de Balboa.
Oficiales de la Gobernación de la Zona del Canal se presentaron a las instalaciones de la escuela para bajar la bandera, en cumplimiento de la orden emitida por el gobernador Robert J. Fleming Jr. el pasado 31 de diciembre que prohíbe ondear las banderas de Estados Unidos o Panamá en las escuelas de la Zona –también exige el despliegue conjunto de ambas en 16 otras ubicaciones de la Zona–.
El gobernador pidió a los residentes de la Zona del Canal acatar su orden, que regula el acuerdo contraído con Panamá en enero de 1963, que obliga a ondear la bandera panameña al lado de la estadounidense en este territorio controlado por los norteamericanos, en reconocimiento a la soberanía titular de Panamá.
Parecía que este acuerdo firmado por los presidentes John F. Kennedy y Roberto Chiari pondría fin a la vieja disputa que ha dado origen a disturbios, especialmente en 1959, cuando estudiantes panameños invadieron la Zona y plantaron allí su bandera, pero ahora, muchos de los estadounidenses que laboran para la Compañía del Canal temen que su gobierno ceda a las demandas panameñas y que los nativos acabarán teniendo igual estatus y beneficios que ellos.
En la escuela de Balboa, después de que los funcionarios de Fleming se marcharan, los estudiantes volvieron a izar la bandera, aduciendo que continuarían con la ceremonia diaria acompañados de sus padres. Días antes habían enviado una petición al presidente Lyndon Johnson para que impulsara una legislación para mantener la bandera de Estados Unidos izada permanentemente en las escuelas de la Zona de Canal. Una petición similar fue hecha al Congreso.
Ciudad de Panamá RP. , 10 de enero de 1964. (Herald Wire Services ). Panamá rompió formalmente relaciones diplomáticas con Estados Unidos hoy viernes (10 de noviembre) en horas de la noche, tras dos días de sangrienta lucha entre las tropas del ejército estadounidense y civiles panameños en la línea divisoria entre la ciudad de Panamá y la Zona del Canal.
Las autoridades estadounidenses dijeron que tres soldados murieron en los enfrentamientos, mientras que Radio Panamá señalaba que el número de muertes se elevaba a 27, incluyendo cuatro soldados estadounidenses y 23 estudiantes panameños. La estación de radio indicó que otras 294 personas habían sido heridas, entre ellas 260 estudiantes y 34 soldados estadounidenses.
Más tarde en el día, las turbas destruyeron propiedades de ciudadanos y compañías estadounidenses en la República de Panamá, los edificios de Sears Roebuck, Braniff Airlines, Pan American Airways, Kodak y The First National City Bank of New York.
Dos estadounidenses se salvaron de ser linchados por la intervención de la policía.
The National Broadcasting Co., citando reportes no oficiales pero confiables, dijo que otros dos estadounidenses fueron linchados y colgados en Chiriquí, cerca de la frontera con Costa Rica. NBBC dijo que el Servicio de Información de Estados Unidos fue destruido.
Los disturbios tuvieron su detonante en las acciones de los estudiantes de la escuela secundaria de Balboa, que el jueves rompieron la bandera que portaba un grupo de estudiantes panameños para que fuera ondeada al lado de la estadounidense.
El ministro de Relaciones Exteriores Galileo Solís acusó a la policía de la Zona del Canal y al ejército de Estados Unidos de actuar de forma inhumana contra los estudiantes después de que estos protestaran por la acción de los estudiantes de la Zona.
Antes de romper relaciones con Estados Unidos, el presidente Roberto F. Chiari ordenó al embajador de Panamá en Estados Unidos, Augusto Guillermo Arango, que regresara al país. Arango permanecía a estas horas esperando en Washington el primer avión de salida.
El ministro de Relaciones Exteriores Galileo Solís comunicó formalmente la ruptura de relaciones a la Embajada de Estados Unidos en Panamá, pero el personal de la embajada había tenido ya que abandonar la sede ante la amenaza de una turba armada.
La evacuación fue ordenada por la Guardia Nacional de Panamá, que cuidaba el edificio, después de que llegaran reportes de que una turba alcoholizada y furibunda se encaminaba a la embajada a destruirla. Esa misma mañana grupos de panameños habían forzado la entrada a tiendas para sacar rifles y municiones.
Henry Taylor, primer secretario de la Embajada de Estados Unidos, dijo que antes de evacuar la embajada, unos 18 oficiales quemaron todos los materiales clasificados y destruyeron los códigos secretos y comunicaciones por órdenes del presidente Johnson.
Taylor dijo que tenía reportes de que en la ciudad de Panamá se estaban distribuyendo armas y que podían oírse los tiros de la plaza 5 de Mayo y preparaciones para más ataques, azuzados por agitadores que gritaban esloganes en contra de Estados Unidos.
El Canal continuó trabajando normalmente.
La ruptura diplomática de Panamá surge tras una amarga y larga lucha por la soberanía de la Zona del Canal y el derecho de los americanos y panameños a ondear sus respectivas banderas.
El presidente Chiari dijo que solo tenía una condición para reasumir las relaciones diplomáticas con Estados Unidos, y era que el gobierno de Johnson ofreciera la seguridad de que serían revisados los tratados Hay-Bunau Varilla firmados en 1903, especialmente la cláusula que cede a Estados Unidos, a perpetuidad, la completa jurisdicción de la Zona del Canal, de cinco millas de ancho en cada lado del canal. Otro requisito de Panamá es que se aumente el ingreso que recibe por la operación del Canal.
En 1903 Estados Unidos pagó a Panamá $10 millones y anualmente le daba una renta anual de $230 mil que ahora ha aumentado a $1,9 millón.
El secretario de prensa de Chiari dijo que el presidente Lyndon Johnson había sido informado de esta demanda.
Esta es la primera crisis que enfrenta Johnson, quien asumió la Presidencia de Estados Unidos el 22 de noviembre del año pasado, tras el asesinato del presidente John F. Kennedy.
Johnson envió al asistente del subsecretario de Estado Thomas Mann, su más importante asesor para America Latina, a conferenciar con Chiari, quien acusó a Washington de una terrible agresión.
Chiari envió a su embajador Aquilino Boyd a Estados Unidos para exigir una disculpa y un encuentro inmediato del Consejo de Seguridad de la ONU.
El presidente Johnson telefoneó a su homólogo Roberto Chiari en un esfuerzo de allanar las dificultades.
En Nueva York, el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas fue llamado a una sesión de emergencia para escuchar los descargos de agresión contra Estados Unidos de parte de los panameños.
El viernes en la noche la tensión era extrema. El sentimiento antiestadounidense aumentaba por minuto. En todo el país, las banderas panameñas permanecían a media asta en un día de duelo nacional mientras que los oradores y periodistas inflamaban los ánimos de la gente.
El Gobierno panameño reclamó que los soldados que guardaban la frontera con la Zona del Canal abrieran fuego nuevamente la noche del viernes, hiriendo a seis panameños más. El reporte fue negado por la Embajada de Estados Unidos.
El subsecretario de Estado George W. Ball dijo el viernes que no tenía dudas de que los comunistas buscarían capitalizar la crisis panameña creando disturbios adicionales entre los estudiantes de escuela secundaria.
Hablando con reporteros después de la larga sesión informativa para un grupo de senadores, Ball adujo que mientras los hechos no estén claros los elementos comunistas intentarán buscar ventajas. “No tengo duda de ello”, dijo.
Ball también señaló que el presidente Johnson se está moviendo rápidamente para encontrar una solución pacífica a los disturbios y que esperaba completa cooperación del Gobierno panameño.
“Hemos podido trabajar estas cuestiones en el pasado”, indicó el subsecretario de Estado, acompañado de Lansing Collins, experto del Departamento de Estado en asuntos de Panamá, mientras cerraban la sesión con miembros del Comité de Relaciones Exteriores del Senado.
Mientras tanto, muchos congresistas reaccionaron con rabia ante los desórdenes en Panamá y ofrecieron opiniones conflictivas sobre lo que debe hacerse.
El senador George A. Smathers dijo que el gobierno debe negociar el tratado con Panamá si es eso lo que se necesita para resolver el problema.
Pero el representante Armisted Selden, demócrata por Alabama, presidente del subcomité del Congreso para América Latina, acusó a los panameños de azuzar los ánimos deliberadamente para avergonzar al presidente Johnson y adelantó que solo Castro y los comunistas serán los beneficiados.
El representante HR Gross, republicano por Iowa, dijo que Estados Unidos debe repudiar su acuerdo de izar la bandera panameña en la Zona del Canal.
El senador Hubert Humphrey, demócrata por Minnesota, culpó a los chauvinistas americanos por aumentar los problemas al rehusarse a respetar los acuerdos establecidos entre ambos países.
“El departamento de Estado me dijo que tienen en Panamá entre 9 mil y 10 mil tropas”, dijo, y “que estas fuerzas son adecuadas para preservar la seguridad de nuestra gente en Panamá y continuar la operación del canal sin interrupción”.
Keating señaló que en lo sucesivo los problemas podrían ser evitados con una mejor comprensión entre los dos países y una diplomacia más efectiva.