Los rastros de 'El Oncológico' y sus antepasados hospitalarios en la historia panameña

Actualizado
  • 17/09/2023 00:00
Creado
  • 17/09/2023 00:00
El Instituto Oncológico Nacional y los centros médicos que lo antecedieron han sido vitales para la investigación y el tratamiento médico en Panamá. Ahondamos en la historia de este hospital
El antiguo Gorgas Hospital, cuando la Zona del Canal era administrada por los Estados Unidos.

Al día de hoy, el Instituto Oncológico Nacional (ION) representa una esperanza de vida para más de 30,000 panameños que padecen de algún tipo de cáncer, una cifra que ha ido aumentando con el paso de los años. A casi 90 años de la creación de esta entidad hospitalaria, el ION es responsable de brindar una atención médica excepcional en el tratamiento del cáncer.

El 18 de septiembre de 1936, la idea del presidente de la República de Panamá, el doctor Juan Demóstenes Arosemena, se concretó en sus primeros días de gestión, en los que el en ese entonces llamado Instituto Radiológico Nacional inauguraba sus propias instalaciones.

Según la reseña histórica de esta institución médica, la primera sede del ION se ubicaba en la Avenida Justo Arosemena, en una dependencia del Hospital Santo Tomás (HST), que en ese momento era dirigido por el doctor Ernesto Zubieta. En sus inicios, 'El Oncológico' solo contaba con cuatro médicos, tres enfermeras y auxiliares que habían sido designados por el HST.

Con solo cuarenta camas se brindaban los servicios de radioterapia, la implantación de aguja de radium, inyecciones de mostaza nitrogenada y cirugía. En ese entonces la lucha contra el cáncer era pasiva, pues el tratamiento sólo servía para aliviar el dolor de los pacientes.

El Instituto Oncológico Nacional en la actualidad.

No fue hasta 30 años después de su creación, bajo el mandato del doctor Aristóbulo Carrizo Villarreal, que el centro asume un rol más activo en la lucha contra el cáncer implementando los últimos avances científicos y tecnológicos para la detección así como el tratamiento del padecimiento.

Al mismo tiempo, el ION dejó de ser el Instituto Radiológico Nacional y pasó a denominarse como el Centro Cancerológico Juan Demóstenes Arosemena, en reconocimiento de su labor y en honor a su fundador.

Sin embargo, con el Golpe de Estado de 1968 y el inicio de la dictadura militar en el país, el avance del tratamiento de esta enfermedad sufrió retrasos, pues se limitó al Centro Cancerológico a ser un servicio de la Sección de Obstetricia y Ginecología del HST. Con estas nuevas medidas, hubo una regresión en el tratamiento contra el cáncer y su detección, cuenta el ION en su reseña histórica.

Esto duró hasta 1972, en el que el Centro Cancerológico vuelve a sus funciones regulares como el Departamento de Oncología del HST y es a finales de la década de los 70 y en la década de los 80 en las que el ION se pone a la vanguardia de la medicina de ese momento para el tratamiento de cáncer con la utilización de implementos más modernos.

Finalmente, en 1984 se crea el Instituto Oncológico Nacional, mediante la Ley N° 11 de ese mismo año, en la administración del presidente Jorge Illueca. El ION estuvo bajo la dirección de la obstetricia y oncóloga Rosa María Britton, quien fungió ese cargo por unos 20 años.

Antes de 'El Oncológico'

El 3 de junio de 1999, el ION se muda a Ancón, en las instalaciones del antiguo Hospital Gorgas en los edificios 242 al 254, por mandato de la Autoridad de la Región Interoceánica (ARI) mediante la resolución de gabinete N° 44 e iniciando el traslado oficial del hospital desde el 23 de julio de ese mismo año.

En sus inicios, la actual sede ION recibió el nombre de L'Hopital Notre Dame du Canal, durante la construcción del Canal Francés. Este centro médico fue uno de los dos creados por la Compagnie Universelle du canal interocéanique de Panama para atender a los empleados franceses debido a las epidemias que surgieron por la construcción del Canal.

De acuerdo con el doctor Alonso Roy, quien dedicó uno de sus escritos históricos al hospital de los franceses, el centro hospitalario fue inaugurado un 12 de septiembre de 1882, por el Arzobispo panameño, Mosneñor Telésforo Paul y contaba con 500 camas para atender a enfermos. En los años que estuvo operando bajo la Compagnie Universelle, el hospital estuvo bajo el control del doctor Louis Companyo, jefe del equipo médico para la construcción del Canal Francés y exjefe de servicios del Canal Suez.

Junto a Companyo también llegaron Edward Carcenac, miembro del Colegio Real de Cirujano de Londres y Frederick Pidoux, perteneciente al Colegio Médico de París así como un pequeño grupo de enfermeras. Sin embargo, la falta de comprensión de enfermedades originadas por mosquitos, como la malaria y la fiebre amarilla, elevó la tasa de mortalidad de pacientes dentro del hospital hasta un 75% aproximadamente.

En 1904, con la compra de la compañía francesa por el gobierno estadounidense, el Hospital Ancón ganó un papel fundamental en la construcción del Canal de Panamá. El doctor William C. Gorgas quedó al mando del mismo y en su administración el centro fue ampliado y modernizado, pero siguiendo la estructura básica de lo que habían construido los franceses, especificó el autor e historiador David McCullough en su libro 'The Path Between the Seas', sobre la construcción del Canal.

Estas mejoras fueron fundamentales para el buen funcionamiento del hospital e involucraron la renovación de puertas, ventanas y habitaciones selladas para facilitar el proceso de fumigación. Este hospital tuvo un papel importante en la reducción de la tasa de mortalidad en la construcción del Canal de Panamá.

Tiempo después, L'Hopital Notre Dame du Canal fue renombrado como Gorgas Hospital en 1928, en honor al general y médico de la armada de Estados Unidos, William C. Gorgas, por su valioso rol en la erradicación de la fiebre amarilla.

Con la construcción del Canal de Panamá por Estados Unidos y el asentamiento de estadounidenses en la Zona del Canal, este hospital fue administrado por el ejército del país americano por la mayor parte del siglo XX hasta la reversión de los terrenos de la Zona debido a lo estipulado en el tratado Torrijos-Carter.

Las luchas actuales

Aunque en la actualidad el ION sigue funcionando y atendiendo a decenas de pacientes provenientes de todas las provincias de Panamá, las instalaciones al igual que el presupuesto del complejo se han quedado cortas para la cantidad de personas que necesitan este tipo de servicio.

Este año, el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) decidió hacer un recorte significativo a los fondos del Instituto Oncológico Nacional, cuando este había solicitado $83.4 millones para los planes de este año, sólo recibió $60.7 millones.

El recorte de un 27% del presupuesto asignado a esta institución llevó a reclamos sociales contra el gobierno en meses anteriores de este año debido a la necesidad de mantenimiento en las máquinas e instalaciones así como la compra de medicamentos especializados para el cáncer.

Aunque la disminución del presupuesto ha tratado de ser subsanada con el traslado de partidas e incluso anuncios de construcción de nuevos centros especializados en oncología, la realidad y las deficiencias del ION siguen estando presente, poniendo en riesgo la vida de los pacientes de cáncer de Panamá.

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