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El pueblo de Chagres y la historia que aún no ha sido escrita
- 23/04/2023 00:00
- 23/04/2023 00:00
Desde su creación, el Castillo de San Lorenzo fue empleado para la protección de la entrada al Río Chagres, que en ese momento era la única ruta acuática de tránsito hacia la Ciudad de Panamá.
Este trayecto fluvial era parte de lo que se conocía en la colonia como Camino Real de Cruces, que destacaba por ser una de las rutas comerciales más importantes del territorio al conectar al Mar Caribe con el Océano Pacífico.
Los avances de la investigación 'Los orígenes del Castillo de San Lorenzo y del poblado de Chagres en el Caribe', presentados por el líder del proyecto, el Dr. Tomás Mendizabal y el resto de su equipo de trabajo, demuestran que el castillo pasó por varias reconstrucciones a lo largo de la historia debido a fallos en la infraestructura del castillo o los ataques de piratas.
El primer plano del Castillo de San Lorenzo data de la década de 1590, 50 años después de la implementación del Camino Real de Cruces como una ruta comercial. Esta edificación fue diseñada por el arquitecto Juan Bautista Antonelli, que ya tenía experiencia con infraestructuras militares como la serie de torres de vigilancia costera en Murcia y el Reino de Valencia y la reconstrucción del Castillo de Santa Bárbara en Alicante, España.
“El castillo se deshizo para la década de 1630 y luego de esto se decidió subirlo a la parte de arriba del acantilado. Lo crucial de este mapa es que muestra por primera vez los bohíos donde vivían los negros que servían al castillo y ese es el origen del pueblo de Chagres, es la primera vez que aparecen”, señaló el Dr. Mendizabal durante su explicación.
El Castillo de San Lorenzo pasó por algunas reconstrucciones más después de 1630. En 1740 debe ser restaurado nuevamente debido un ataque pirata y 20 años después, en 1760 sufrió alteraciones, ya que la Corona española decidió rediseñar todas sus fortalezas a razón de las reformas borbónicas en el Virreinato de Nueva España y el Perú, siendo esta la versión del castillo que conocemos en la actualidad.
Por su parte, el pueblo de Chagres fue poco a poco desplazado de su lugar original en el río, ubicándose cada vez más cerca de la playa de esta masa de agua, hasta 1916, cuando los estadounidenses deciden mudar a los pobladores al Nuevo Chagres, que queda a unos cuantos kilómetros de la desembocadura del Río Lagarto.
“El pueblo fue bajando poco a poco hacia la playa, cuando el castillo pierde importancia en el siglo XIX, sobre todo después de la construcción del ferrocarril, el pueblo queda al final [del río], en el de punto de desembocadura y es ahí cuando los americanos toman a los habitantes y los mudan al Nuevo Chagres”, también dijo el arqueólogo.
De acuerdo con lo investigado por la Dra. Guillermina De Gracia,encargada de la memoria oral del pueblo de Chagres en el proyecto, el traslado de los pobladores de Chagres fue traumático.
Según cuentan los pocos informantes clave en la investigación, cada persona que residía en Chagres en lo que ahora se conoce como el “viejo Chagres” recibió entre $1,000 y $5,000 para que vivieran fuera de su comunidad, sin embargo, cuando el dinero escaseó volvieron al viejo Chagres pero no pudieron encontrar nada de lo que anteriormente tenían en el lugar, lo que los obligó a reubicarse permanentemente.
En 1916 la desembocadura del río se convirtió en parte de la Zona del Canal de Panamá. En ese momento, el pueblo de Chagres tenía entre 400 y 500 habitantes y 96 viviendas y con el cambio de ubicación el viejo Chagres se convirtió en un despoblado.
“Los americanos les hicieron muchas promesas, pero cuando regresaron no pudieron rescatar alguna de las cosas que les habían prometido, pero sí pedían tener un río cerca y debido a eso se les trasladó al Río Lagarto”, mencionó De Gracia.
Ha pasado poco más de 100 años desde la reubicación de los pobladores del Chagres, a la población en Río Lagarto y solamente tres pobladores conocen la historia de lo que sucedió: Guillermina Jimenez Delgado, quien falleció a la edad de 104 años el año pasado; Emiliano Brown y Domingo Becerra, quienes tienen más de 70 años.
Estas tres personas han ocupado importantes cargos dentro de la comunidad, e incluso, el nieto de Guillermina actualmente funge como el suplente del representante del corregimiento..
Durante la investigación, se dividió a la población actual por grupos de edad, a estos se les hicieron preguntas sobre el río, San Lorenzo, las edificaciones del lugar y la historia del pueblo de Chagres. Los resultados preliminares arrojan que aquellos pobladores con más edad son quienes más recolección tienen sobre la historia y cultura del pueblo, sin embargo, esto se pierde en las nuevas generaciones del sector.
Por su parte, las tres fuentes principales de investigación coinciden en que la historia que se conoce del Chagres no viene de los libros ni de la educación formal, sino que es transmitida de persona a persona y la historia sobre el traslado o el pasado de la población de Chagres solo es conocida por sus actuales habitantes.
“No hay futuro para los pueblos sin un permanente ejercicio de la memoria, porque sin ella no se puede construir ni resguardar la identidad, es decir, no se puede valorar ni preservar lo que no se conoce”, advirtió Guillermina De Gracia, haciendo referencia a la importancia de resguardar y conservar la historia del pueblo de Chagres, en medio de su disertación.
Hasta el momento solo se ha terminado con la primera fase de la investigación, es decir, que se culminó la parte de investigación de campo y consultas de archivo del proyecto financiado por la Secretaría Nacional de Ciencia y Tecnología y liderado por el CIHAC AIP del Ministerio de Cultura. De acuerdo con el Dr. Tomás Mendizabal, pronto se iniciará con la segunda parte de la investigación, que involucra el análisis de los datos y la documentación recopilada para publicaciones a futuro, entre otras actividades.