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- 15/11/2013 01:00
- 15/11/2013 01:00
PANAMÁ. A pesar del crecimiento económico de Panamá, la delincuencia común sigue siendo uno de los flagelos más destacados que comparte el país junto a otros de la región.
Según un informe sobre Seguridad Ciudadana con rostro humano, recién publicado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Panamá registra una tasa del 43% reflejado en la delincuencia común. Delitos que corresponden a las de sus principales amenazas de violencia.
En tanto, el pandillerismo tiene un 35% y el crimen organizado y el narcotráfico arrojó un 5%.
De acuerdo con el documento, Latinoamérica es la región más insegura del mundo, con una tasa de 100 mil asesinatos en los últimos años. Honduras y México tienen una tasa mayor de asesinatos.
Entre el año 2000 y el 2010 se registró un incremento de homicidios de un 11%.
Según el PNUD, una de las principales lecciones aprendidas en los últimos años es que las llamadas políticas de ‘mano dura’ contra el crimen no han tenido los resultados esperados.
En Panamá, como el resto de Latinoamérica, la portación de armas de fuego, el consumo de alcohol y el tráfico de drogas, ‘sin ser sus causales, impulsan el delito’, según el estudio.
Con ello se quiere indicar que ‘las capacidades de los Estados latinoamericanos no han estado a la altura del desafío de la inseguridad: la corrupción y la impunidad, así como la falta de proporcionalidad en las sanciones, han mermado su efectividad y legitimidad’.
Aunque la tasa de homicidios se ha estabilizado e incluso ha disminuido en algunos países, todavía es alta.