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- 15/07/2012 02:00
- 15/07/2012 02:00
PANAMÁ. ‘Nadie renuncia por periódico’, aireó ayer entre risas el presidente de la República, Ricardo Martinelli, sobre la dimisión de su mano derecha, Jimmy Papadimitriu al Ministerio de la Presidencia.
Esa fue la primera y única versión del gobierno. Hasta entonces, nadie del Gabinete había dicho nada. De hecho, la Secretaría de Comunicación del Estado había sido tajante: ‘el gobierno se pronuncia cuando tiene cosas que comunicar’.
—Todo está normal—, dijo Martinelli, mientras arrancaba un carrito de golf justo frente al Palacio de Las Garzas. Quería hacerlo ver.
—¿Le llegó la carta de renuncia de Papadimitriu?—, preguntó una periodista de Telemetro.
—Oiga, pero dejen la bochinchera—, cortó Martinelli y se fue sonriendo de oreja a oreja.
Pero, al parecer, fueron pocos los que creyeron eso. De hecho, los comentarios entre analistas y opositores políticos apuntan a que el gobierno está en crisis. Y de las más fuertes.
‘Que el presidente no sepa nada es señal de acefalía gubernamental’, aseguró el presidente del Partido Popular (PP), Milton Henríquez. Según él, lo que pasa en el Ejecutivo es ‘muy grave’.
El secretario del Partido Revolucionario Democrático (PRD), Mitchell Doens, lo secundó: ‘(el gobierno) está colapsando’, dijo.
LOS EFECTOS DE LA SORPRESA
‘El gobierno no estaba preparado emocionalmente para esto’, sostuvo el analista Mario Rognoni. Por eso, dice, el hermetismo oficial deja ver ‘lo delicado de la situación’.
¿Pero, por qué la salida de uno de los 15 ministros de Estado podría desestabilizar tanto al Gabinete entero?
La respuesta, para Henríquez, radica en que Papadimitriu ha tenido un rol protagónico en el estilo de Martinelli. ‘Es el (ministro) más importante en base al papel que desempeñó durante la campaña política’, aseguró.
Ayer trascendió que además de la viceministra María Fábrega, con Papadimitriu se iría su hermana, Felicia. Ella es embajadora en Pireos, Grecia.
REUNIONES SECRETAS
Tal vez por eso hubo movimientos ayer en el Palacio de Las Garzas. Sigilosos pero permanentes. Incluso, desde la mañana.
Aunque nadie lo vio llegar muchos sabían que Martinelli estuvo ahí desde temprano. Vio, incluso a José Muñoz, el expresidente de la Asamblea y uno de los diputados más cercanos a él.
Miembros del Ejecutivo analizaban la situación y barajaban opciones. ¿A quién se debería poner en el cargo? La gran duda. La mayoría tenía sus celulares encendidos pero nunca contestaron las llamadas.
Afuera creció la tensión. ‘Si el presidente le dice al pueblo que se está analizando la renuncia y que están en un proceso de negociación, todos los entenderíamos’, aseguró el analista de mercados, Jaime Porcell.
Incluso, los transportistas temieron que se ralentice el proceso de indemnización por el Metrobús. (Ver nota relacionada)
¿Y dónde estuvo Jimmy Papadimitriu? Otro gran misterio. En el gobierno siguieron analizando la posibilidad de que se ocupara de preparar el partido rumbo a las elecciones de 2014. Aunque ya los analistas tienen un veredicto para eso: ‘él sale demasiado herido del gobierno como para volver a esos avatares’, dijo Renato Pereira. El contexto: los sobresaltos políticos y el escándalo Juan Hombrón.
‘Esto demuestra que el gobierno anda algarete, enfrascado en guerras intestinas y solo pensando en función de sus ambiciones’, remata el diputado panameñiosta José Isabel Blandón.