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- 27/10/2020 00:00
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Las diferencias entre miembros del Partido Panameñista se profundizan por las contradicciones que existen por los pagos que hizo la constructora brasileña Norberto Odebrecht, a través de su filial en Panamá.
El dinero fue empleado para sufragar gastos de la campaña 2009-2014. Juan Carlos Varela recibió $1,1 millón a su cuenta política. Además, se pagó a proveedores locales un monto de $750 mil y a los internacionales $3,6 millones. Además, a la cuenta del diplomático Álvaro Tomas se depositaron $700 mil para sufragar los gastos de proveedores.
El dinero que otorgó la constructora impulsó las campañas a puestos de elección de prominentes miembros del partido, explicó Jaime Lasso, médico y exdiplomático, que fungió como tesorero del Panameñista y lobista de la constructora Odebrecht, indicó en previas entrevistas el médico a este diario.
Diez días después de haber culminado el plazo de investigación de los sobornos de Odebrecht a figuras políticas en Panamá, Lasso sostuvo que el exalcalde del partido y excandidato presidencial, actual presidente del Partido Panameñista, José Isabel Blandón, fue uno de los beneficiados de los pagos que hizo la brasileña.
Pero Blandón negó todo y anunció acciones legales en la esfera penal y civil contra el médico por intentar vincularlo al caso de corrupción.
“No hay mención alguna a José Isabel Blandón Figueroa en las investigaciones. No hay depósitos en cuentas vinculadas a mí ni cheques a mi nombre ni nada por el estilo”, escribió el exalcalde (2014-2019) en un comunicado divulgado en sus redes.
Blandón continúa afirmando que a las cuentas del colectivo no llegó el dinero de la constructora. No obstante, para entonces Juan Carlos Varela era la figura más representativa del partido y a quien se le hicieron llegar contribuciones de Odebrecht. Anteriormente, el Tribunal Electoral se ha pronunciado sobre el tema, y certificó que la empresa brasileña no consta en los registros de donantes. No obstante, a través de sus funcionarios dejó claro que dichas contribuciones debían haber sido reportadas al Tribunal Electoral y no lo fueron.
El Panameñista recibió al menos $6 millones de la constructora a través de Lasso. “Todo lo que se recibió se usó para las campañas. Alcaldía y otros”, dijo el médico en una entrevista publicada en el diario La Prensa, en la entrevista del 'Knockout'. Parte del dinero fue recibido a través de la Fundación Don James, de la que era propietario Lasso.
Las declaraciones de Lasso no solo exponen las profundas diferencias que hay a lo interno del colectivo, sino también la necesidad de replantear la relación entre política y dinero que se recolecta para las campañas electorales. Así lo consideran politólogos consultados por La Estrella de Panamá.
Dos de los expertos concuerdan en que el colectivo está sufriendo una incisión producto de corrientes como la del expresidente y del exalcalde, entre otras, que luchan por el control absoluto de la organización.
Al médico, que era recolector de fondos del movimiento que postuló a Varela a la presidencia y vicepresidencia (2009 y 2014), le sorprende que el exalcalde niegue que el partido recibió la plata de la constructora, porque fue uno de los que se benefició.
Esta es la primera vez que el médico menciona al exalcalde. En ninguna de las indagatorias que rindió en la Fiscalía Anticorrupción que le imputa cargos por supuesto blanqueo de capitales, mencionó el nombre Blandón.
En este contexto, los comentarios del médico, según los analistas, también pueden considerarse un intento de las facciones de deslindarse de responsabilidades en el mayor escándalo de corrupción de la historia panameña, que expuso cómo políticos y funcionarios recibían sobornos a cambio de obras públicas, afirmó el politólogo y catedrático universitario Richard Morales.
Las acusaciones pueden generar presiones que lleven a la mesa de negociaciones a políticos y justicia. “Lasso y las facciones a las que es cercano se están protegiendo. Saben que en la medida en que haya más actores involucrados, existen mayores probabilidades de que se caiga el caso. Estos son los pactos de impunidad”, agregó Morales.
Jaime Porcell, analista e investigador político, explicó que la naturaleza de los partidos es estar conformados por clanes que “guerrean” entre ellos mismos, es el denominado fuego amigo. “Los partidos conectan sus intereses desde una capilla (clanes)”, dijo Porcell.
El investigador y analista político Harry Brown va más allá de un partido político. “Las grandes cantidades de dinero que se necesitan para ser un candidato presidencial, son un incentivo para que ocurran manejos dudosos o cuestionables. El objetivo en la política panameña es reducir la cantidad de dinero que se necesita para ser candidato y buscar mecanismos que transparenten la procedencia del dinero”, dijo Brown.
Durante cinco años y dos semanas, el Ministerio Público investigó la trama que concluyó con un expediente de 1,067 tomos con un promedio de 500 páginas cada uno. En total se imputó a 102 personas. Entre ellos Lasso, el expresidente Varela y su jefe de campaña Carlos Dubois por el supuesto delito de blanqueo de capitales en la investigación de Odebrecht.
Blandón dijo que las declaraciones de Lasso tienen motivaciones políticas. “Están molestos conmigo porque como dirigente no he permitido ni permitiré que usen el partido como excusa para eludir sus responsabilidades ante la ley”, afirmó.
En las elecciones presidenciales de julio de 2019, Blandón quedó rezagado en un cuarto lugar, con votos inferiores al número de miembros del partido, como consecuencia de las diferencias políticas que enfrentaba con el expresidente Varela. Aún así logró posicionarse en la presidencia del panameñismo, terminando así con 13 años de los Varela a la cabeza del grupo político.
En la administración de Blandón como alcalde, adjudicó a Odebrecht la construcción de aceras en la ciudad de Panamá por $89,8 millones. Para Morales, el hecho de que a la constructora se le hayan adjudicado las importantes obras confirma que compró con sus contribuciones contratos en los gobiernos. “Ninguna empresa hace donaciones de ese monto por filantropía”, concluyó el catedrático universitario.
En su camino a convertirse en el gigante de la construcción latinoamericana, Odebrecht estaba entre los principales financistas de las campañas electorales. La demanda de financiamiento electoral que tenía la constructora era tan grande, que optó por tercerizar algunos de los pagos declarados a través de empresas que sirvieron de pantalla.