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José Raúl Mulino, un tren Panamá-David y austeridad en el gasto público
- 04/04/2024 00:07
- 03/04/2024 18:40
José Raúl Mulino, abogado y exfuncionario en varios gabinetes gubernamentales, el más reciente durante la administración de Ricardo Martinelli como ministro de Seguridad.
En octubre fue escogido como vicepresidente de los colectivos Realizando Metas y Alianza, compañero de fórmula de Ricardo Martinelli. Pero tomó el cargo de principal luego de que en marzo el Tribunal Electoral inhabilitó a Martinelli por una condena de lavado de dinero que supera los 10 años de cárcel.
Sobre su candidatura pende una decisión de la Corte Suprema de Justicia que pretende declarar inconstitucional el Acuerdo de Sala del Tribunal Electoral que lo habilitó como candidato a presidente.
Como parte de su proyecto de trabajo mencionó la formación de una comisión para explorar el tema del déficit de la Caja de Seguro Social, que viene acompañada de una explicación al pueblo sobre a dónde debe caminar el país.
De igual forma mencionó entre sus planes la ejecución de obras de infraestructura para dinamizar el empleo.
¿HARÁ CAMBIOS A LA CONSTITUCIÓN?
P: ¿Estaría de acuerdo en hacer reformas constitucionales?
R: Es vital. Pero no un cambio per se, sino una reforma a través de una asamblea nacional constituyente que espero convocar en los primeros meses de gobierno, luego de la consulta con el Tribunal Electoral. Pretendemos un ejercicio como el que se hizo en 1946 para elegir una asamblea nacional constituyente con mandato popular para redactar una nueva constitución sobre marcos previstos y que discutan los constitucionales sobre eso.
P: ¿Cómo evitar que los constituyentes elegidos no favorezcan al crimen organizado u otros intereses antes que al Estado?
R: La constituyente solo tiene un deber, hacer una nueva constitución, y no va quedar eso al garete como pasó en el proceso de Chile, que ha sido rechazado en dos ocasiones y quedaron con la constitución de Pinochet. Aquí se va a hacer una nueva constitución que va a regir cuando corresponda, de acuerdo con sus propios términos, cambiará estructuras del Estado, que es mi preocupación, porque estamos ante un estado fallido. Será un proceso innovador, tengo confianza en eso; una de las condiciones es que ningún diputado actual puede ser constituyente. Después que se termine de hacer la constitución, cada quien para su casa. No hacer un cambio para que nada cambie. Este no es un problema de los partidos. Debe ser inclusivo, no tienen que ser todos abogados, pero deben ser elegidos por voto popular. El número de constituyentes se tendrá que definir, me voy más por 51 diputados. Es un cambio audaz, y es la única forma de hacerlo en democracia de forma pacífica e incluyente. Muchos países llegan a hacer este ejercicio producto de una revuelta, una revolución civil, pero no se trata de eso.
DÉFICIT DEL IVM DE LA CAJA DE SEGURO SOCIAL
P: ¿Cómo piensa reflotar el programa de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) de la Caja de Seguro Social (CSS)?
R: En una institución en la que no hay información clara, aproximadamente de ocho años de los cuales no tenemos estados financieros, no me quiero adentrar a hacer dictámenes de qué es lo que hay que hacer. Personalmente tengo tres o cuatro meses de haber armado una comisión especial de técnicos y actuarios, también exdirectores de la CSS y un actual miembro de la junta directiva que están colaborando. Ya tenemos algunas propuestas que vamos a hacer. Lo más importante es que la pensión se va a mantener.
P: ¿De dónde sacaría el dinero para las pensiones mientras tanto?
R: El Estado tiene que hacer aportes importantes, no cabe duda, y se tiene que reestructurar en una forma coherente con las necesidades que el sistema produce. En este momento hay déficits entre programas. No hay comunicación entre sistemas, los cálculos de las jubilaciones son manuales. La jubilación se va a preservar, ¿con qué?, es lo que vamos a discutir. Cuando entre al gobierno voy a citar a todos los partidos políticos, después a los gremios, a los candidatos a la Presidencia que no ganaron y a los trabajadores, para buscar un mínimo de consenso para llevar un borrador de proyecto a la Asamblea Nacional. Sé que será complicado, pero no imposible.
P: Si los aportes serán del Estado, ¿de dónde vamos a sacar el dinero con los niveles de deuda que tenemos y la amenaza de degradar nuestro grado de inversión?
R: No quiero adentrarme en esos detalles, mi voz no es la única en el tema. Todo debe llevarse a la Asamblea con un mínimo de consenso. Lo que quiero que sepa el pueblo es que en mí encontrarán a un presidente que va a cumplir con las jubilaciones de quienes están jubilados o por jubilarse. Los jóvenes tal vez tendrán que entrar en otro sistema, que también será parte de lo que definamos. Yo tengo un estudio hecho, no lo quiero adelantar en campaña porque mataríamos el tema.
P: Ese mínimo de consenso, ¿en qué se va a diferenciar de los diálogos que hizo este gobierno?
R: Yo soy enemigo de las mesas. Cuando digo que vamos a hacer una mesa de trabajo, o que vamos a buscar la hoja de ruta, ya sé que eso murió, no queda en nada. Este gobierno no tiene autoridad moral para hablar del tema, porque hace más de dos años un alto vocero del gobierno dijo que ellos no iban a tocar el tema del Seguro porque no tenían capital político. La CSS es parte de la columna vertebral como nuestro sistema, no puede quebrar.
GENERACIÓN DE EMPLEOS
P: ¿Cómo va a generar empleos formales?
R: Creo que debemos arrancar con proyectos importantes que lo generen. El tren Panamá-David es uno, la ciudad universitaria es otro, las expansiones del Metro, el hospital para perros, otro. Deseo establecer la red de reparaciones de carreteras más grande que hemos hecho, estamos hartos de los huecos.
P: Son proyectos que requerirán dinero, ¿cómo va a manejarlos con la deuda que tiene el país?
R: Ojalá los evaluadores de riesgo entiendan que viene un nuevo gobierno y le den un compás de espera. Yo pretendo llevar adelante un plan de austeridad, de verdad. No puede ser que la Asamblea tenga $250 millones, en nuestro gobierno era de $50 millones. El gobierno, para exigir sacrificios, debe dar el ejemplo de austeridad.
P: Esa austeridad, ¿cómo se compagina con los proyectos que menciona?
R: Los proyectos van a generar recursos para coadyuvar en esos proyectos. Aquellas infraestructuras grandes podemos ensayarlas en las Asociaciones Público Privadas (APP). A mí no me gustan los llave en mano, porque eso es vuela hoy pague después y el siguiente gobierno carga con el muerto. Tenemos que buscar capital privado para, en asocio con el gobierno, otorgar los contratos que se necesiten para echar adelante proyectos importantes.
EDUCACIÓN DE CALIDAD
P: Si usted fuera presidente hoy, ¿cuál sería el primer movimiento en educación?
R: Tener un buen ministro que sepa del tema. Siempre se establece que los educadores son ministros de Educación y los médicos ministros de Salud. Yo pondría a un empresario en educación, un buen administrador.
P: Eso genera mucho rechazo de los gremios...
R: Eso me tiene sin cuidado. Este país tiene que saber que el gobierno es el que manda, y si se equivoca, vuelve y manda, pero no podemos vivir de lo que los gremios quieren o no quieren. ¿Qué han demostrado los gremios? Un fracaso absoluto. Si tuviéramos educación compitiendo con los mejores índices internacionales, entonces se respetarían más. Pero los gremios han generado huelgas. Me da tristeza, porque la educación no está conectada con el mercado laboral, presente o futuro. Es ahí donde quizás un empresario pueda hacer un cambio, eso toma una generación, no un quinquenio.
P: ¿Cómo consultará a los gremios para tomar este tipo de decisiones?
R: Se les consulta. Pero no con mesas y diálogos que no producen resultados positivos. Podemos reunirnos, debatir ideas, pero el gobierno decide.
RETOS EN MATERIA DE SEGURIDAD
P: En la lucha contra el narcotráfico, ¿usted continuará con el modelo tradicional o innovará al respecto?
R: De mis tiempos a esta fecha ha cambiado el tema del crimen organizado. Uno es el narcotráfico, pero ahora tenemos otras aristas, como la crisis de Darién. Ahí están jugando un rol, en perjuicio de los migrantes, los carteles, narco, y el tráfico. Eso ha generado un mundo de negocios para el narco y para los carteles. El otro tema es que volveré a implantar radares para cuidar nuestras costas. Eliminarlos en el gobierno de (Juan Carlos) Varela fue un favor que les hicieron a los narcos. No fue un daño para mí, aunque me lo hicieron, pero ese fue mi precio y lo llevo con honra. Toda esa droga que pasa por nuestras costas está permeando la clase política y las instituciones. La infiltración es importante, al igual que en lo político.
P: ¿Cómo depurar las instituciones infiltradas por el narco?
R: Como presidente no puedo meterme en algunas instituciones como el Órgano Judicial o el Ministerio Público, pero sí incidirá. Voy a incidir en la reestructuración de nuestros tres pilares de seguridad. No volveré a poner a un militar o retirado al frente de la Policía Nacional, ahí va un civil con mando de verdad para que depure y limpie. Esas instituciones están corroídas, hay que limpiarlas a través de poligrafías, rotación, y si no lo tenemos pediré apoyo internacional. Pero sobre todo hay que devolver la fortaleza moral a las instituciones. El hecho de que un policía cargue una pistola y una placa en el pecho no lo hace más que ninguno, pero no lo hace menos. El país necesita orden y ley, no lo ha habido.
COMBATE A LA CORRUPCIÓN
P: ¿Cuál sería el mejor método para rendir cuentas a la ciudadanía, transparencia o gestión gubernamental?
R: Hay una entidad por ahí que se llama la Antai (Autoridad Nacional de Transparencia y Acceso a la Información) que sirve menos que un carro chocado. Tenemos que cambiarla o darle mayor fiscalización de lo que sucede en el poder público. Hay que reformarla y poner a alguien independiente. Es una cuestión de actitud. El que necesita robar en un puesto público es su misión de vida. Yo he sido funcionario con salario modesto como viceministro y un poco más como ministro, pero todo es cuestión de actitud. No tengo ningún problema con que me auditen. Pero la institución del país que ha caído en el peor de los escenarios es la Contraloría de la República. Hay que cambiarla. Tal vez suene aventurero desde el punto de vista tradicionalista, no estoy seguro que el control previo evite la corrupción. Creo que la Contraloría tiene que seguir mejores modelos de otros países que son instituciones fiscalizadoras y no coadministradoras del gobierno, sobre todo cuando se trata de un puesto designado por la Asamblea. La Contraloría no puede ser la primera ni la última palabra en todo.
AGUA Y MEDIOAMBIENTE
P: ¿Qué propuestas presentará para garantizar y administrar el agua en el país?
R: Una cosa es el agua por canalizar para distribuir para el Canal de Panamá y la otra es para el consumo de la población. La primera es para evitar que el Canal baje el calado y los tránsitos, con el impacto que eso representa para el Estado por el cheque que entrega el Canal a mitad de año. Por ahora vamos a ayudar a la Autoridad del Canal de Panamá a concretar el proyecto de río Indio. Eso toma cuatro o cinco años, según nos dijeron en una reciente reunión que tuvimos con ellos. El otro tema es el agua para consumo. Tenemos un proyecto de potabilizadora de agua en Bayano para todo Panamá este, lo hemos visitado. Ese sector no tiene agua. Y la potabilizadora supliría a esa población que tiene un gran potencial de crecimiento. El otro tema es el Instituto de Acueductos y Alcantarillados Nacionales (Idaan), esa institución hay que hacerla de nuevo.
P: ¿Crearía la Autoridad de Agua?
R: Yo sí creo en eso. Ojalá se permita discutir en la asamblea nacional constituyente una autoridad del agua que tenga el mismo rango constitucional del Canal, para que haya un administrador con una junta directiva que diseñe un sistema que distribuya y cobre el agua. El Canal no cobra, por eso no hace ese trabajo, cuidan las cuencas y las potabilizadoras, pero no cobran el agua.
MÁS PERSONAL...
P: ¿Cuándo miente?
R: Nunca miento.
P: Todos mentimos en algún momento...
R: No creo que mi vida se basa en mentiras. Tal vez en algunas cosas domésticas, que me preguntan si pagué algo, por ejemplo. No soy perfecto, peco, no soy religioso acérrimo, soy una persona mundana, me gusta la vida y mis amigos, me gusta pasarla bien. En eso a veces uno se sale del carril, no somos perfectos. Tuvimos un gobierno que se creía Mesías, y resultó un farsante.
P: ¿En qué peca usted?
R: Me gusta comer, y bien.
P: ¿Qué reza y a quién?
R: No rezo. Creo que existe una fuerza superior creadora de todo. Cada religión tiene su ser superior, pero todas las mañanas doy las gracias. Yo me he muerto tres veces, he tenido tres embolias pulmonares, aprecio mucho la vida porque sé lo que es estar a punto de perderla. Me han operado la columna tres veces, he tenido fortaleza de salud, no soy enfermizo, hago ejercicio y me conservo bien. Tengo casi 65 años, pero vividos de día y de noche, son como 120.
P: Si le dieran un don, un poder especial, ¿cuál sería?
R: Prudencia para que el poder no me vuelva loco. Ya lo he vivido y sé que el poder, si te descuidas, te descarrila. Pero un hombre prudente tiene una gran virtud, piensa las cosas dos veces y siempre la segunda vez es mejor que la primera. Si consultas, te equivocas menos.