Los 'maletinazos' de Cobranzas del Istmo

Actualizado
  • 23/05/2015 02:00
Creado
  • 23/05/2015 02:00
Cristóbal Salerno, dueño de la compañía que recaudaba tributos morosos a la DGI, entregó maletines con dinero en efectivo al expresidente

‘Martinelli me pedía más y más dinero', confesó el empresario Cristóbal Salerno a la fiscal Ruth Morcillo. Este viernes, en el despacho de la Fiscalía Primera Anticorrupción, la investigación por el pago irregular de $47 millones en comisiones a Cobranzas del Istmo cambió diametralmente de rumbo: lo que parecía un caso por lesión patrimonial se convirtió en una denuncia de corrupción, coimas, lavado de activos y ‘maletinazos'.

Salerno reveló al Ministerio Público que ‘cada dos o tres meses' entregaba personalmente en su oficina de Monte Oscuro maletines con entre $400 mil y $600 mil al entonces presidente Ricardo Martinelli. Era su ‘porcentaje' en el negocio del cobro tercerizado de impuestos morosos, que le había concedido la Dirección General de Ingresos (DGI) —luego ANIP— en 2010, con la ‘ayuda' del director Luis Cucalón.

Los pagos también se hacían, según dijo, a través del empresario Gabriel Btesh, quien formaba parte del círculo más cercano al propio Martinelli. ‘Me llamaba para presionarme y pedirme más', indicó Salerno en su indagatoria.

La red necesitaba que Cobranzas del Istmo agilizara los cobros de impuestos morosos para que Cucalón diera luz verde al pago de las comisiones respectivas (de entre 15% y 30% de lo recaudado). La DIG, incluso, accedió a endosarles por encima de lo que el contrato 100 de 2010 autorizaba, y les permitió cobrar tributos que no les correspondía.

Para hacer próspero el negocio, Cucalón le entregó a Cobranzas del Istmo el listado de toda la información fiscal de los contribuyentes, como corroboró el Ministerio de Economía y Finanzas, antes de interponer una demanda en contra del exfuncionario.

LIMPIANDO COIMAS...

Los pagos se triangulaban. La operación, dijo Salerno a la Fiscalía, era así: con las ganancias de la empresa compraba apartamentos a Btesh (con el exvicepresidente Felipe Virzi, dueño de la inmobiliaria Virzi&Btesh), quien luego lo retornaba en efectivo a través de un negocio de casino y otro de estacionamientos.

Una vez ‘líquido', Salerno repartía. Incluso, dijo que ‘varias de esas maletas' las llevaba a través de un reconocido miembro del Partido Revolucionario Democrático (PRD) fallecido. Curiosamente, Btesh fue favorecido en la pasada administración con la concesión de dos salas de juego en El Dorado y los aparcamientos del aeropuerto de Tocumen.

Pero no todo era en efectivo. Salerno dijo haberle pagado a Martinelli en cheques otros $900 mil, a través de la compañía Energías del Istmo.

Luis Cucalón: yo nunca estuve interesado en la tercerización del cobro de impuestos

También hubo cheques para Luis Cucalón, a quien le hizo llegar primero $2.8 millones y después otros $3 millones, a través de cuentas bancarias de los hijos del exdirector de Ingresos.

La defensa de Cucalón aseguró ayer que no respondería a las acusaciones de su antiguo socio en el desaparecido almacén Sears hasta el lunes, después de que comparezca ante la fiscal Morcillo.

El abogado Eduardo Sequeira descartó que el exministro Frank De Lima sea indagado por este escándalo. Tampoco está en los planes del Ministerio Público hacer lo propio con Alberto Vallarino, el titular de Economía y Finanzas para cuando se suscribió el contrato de Cobranzas del Istmo, pensado —según el actual jefe del MEF, Dulcidio de la Guardia— ‘para defraudar al Estado'.

LA MEDIACIÓN

Martinelli intentó sacudirse de las acusaciones con el alegato por Twitter de que Salerno, ‘por salvarse él y a su hija (María Alessandra, la representante legal de Cobranzas del Istmo) y coaccionado por el gobierno dice lo que sea'. ‘(Es) totalmente falso que el señor Salerno me haya dado algún maletín con dinero', insistió.

Salerno, en el otro extremo, declaró en la Fiscalía estar dispuesto a confrontarse con Martinelli.

Según conoció La Estrella de Panamá de fuentes cercanas al proceso, el empresario decidió romper el silencio tras la mediación de una alta figura del PRD y otra de la Iglesia católica.

Durante dos días seguidos, Salerno ha declarado ante el Ministerio Público. Se ha mostrado cooperante, relató una fuente, y agregó que se ha comprometido a devolver los $21.8 millones que de forma ilegal le pagó la DGI por cobrar los impuestos morosos de la sociedad pública Tocumen S.A., trámite que nunca gestionó, y que además no le correspondían, según contó a este medio el propio gerente de la compañía estatal, Joseph Fidanque, por ser el aeropuerto una institución pública.

Ricardo Martinelli: nunca he recibido participación alguna en ningún negocio de cobros al Estado

La entrega del dinero se realizará ‘en los próximos días', a través de una cuenta del MP en una sucursal del Banco Nacional que hasta ayer no había sido determinada. Entonces, la entidad deberá transferir los fondos al MEF, que los redirigirá a las arcas del Estado, de donde nunca debió haber salido.

Javier Acuña, director encargado de la DGI, aseguró que la devolución de este dinero no guarda relación con el secuestro por $42 millones que se le hizo a Cobranzas del Istmo por, paradójicamente, haber defraudado al fisco cuando Cucalón era jefe de Ingresos y Martinelli, presidente.

A medida que Salerno habla, el futuro del expresidente se vuelve más sombrío. Fuentes judiciales han asegurado que se evalúa la posibilidad de solicitar a la Interpol su repatriación, para que responda por estas nuevas acusaciones: un negocio al parecer redondo, que le ha mordido la cola.

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