Asamblea pide a la ACP y a la AMP que evalúen objeciones al puerto de Corozal

Actualizado
  • 28/01/2016 01:00
Creado
  • 28/01/2016 01:00
De acuerdo con los opositores, el proyecto no cuenta con un estudio de factibilidad y viola las normativas nacionales

La Comisión de Infraestructura y Asuntos del Canal de la Asamblea Nacional se mantiene a la espera de que la Autoridad Marítima de Panamá (AMP) y la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) envíen sus comentarios sobre las protestas de los moradores de la comunidad de Diablo y Balboa, quienes se oponen al proyecto del puerto de Corozal.

De acuerdo con los opositores, el proyecto no cuenta con un estudio de factibilidad y viola las normativas nacionales.

‘Este proyecto no es viable. Será instalado en áreas rodeadas de manglares protegidos. Es una violación a la ley', sostuvo Ayda Torres, portavoz de las comunidades.

La petición de la Comisión de Infraestructura y Asuntos del Canal a la AMP y a la ACP surge luego de que el presidente de la Asamblea Nacional solicitara a los comisionados escuchar los alegatos de los vecinos de Diablo y Balboa.

Hasta el momento, la ACP ha presentado a los diputados dos propuestas de ley en relación al puerto de Corozal. Sin embargo, ambas iniciativas fueron rechazadas.

A pesar del rechazo de los proyectos, la ACP ha continuado las conversaciones con APM Terminals (parte del Grupo Maersk) para su establecimiento en la zona.

La inversión de este proyecto, que sería administrado en concesión por un periodo de veinte años, se calcula en los $625 millones.

De concretarse el proyecto del puerto en Corozal, sería el segundo ubicado en la entrada del Pacífico del Canal de Panamá.

El mayor atractivo de los terrenos donde se construiría el puerto radica en su cercanía a la línea de ferrocarril, que conecta a los puertos ubicados en el Atlántico y en el Pacífico.

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EL DEBATE POR EL PUERTO

La ACP ha entregado dos propuestas de ley para la concesión.

La inversión económica para instalar la terminal de buques ronda los $624 millones.

Los vecinos de Balboa y Diablo se oponen al proyecto por no tener estudios de factibilidad.

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