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- 20/05/2009 02:00
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PANAMÁ. Luego de la sorpresiva renuncia del fiscal de Drogas, José Abel Almengor, los nombres que se han mencionado para ocupar el cargo son dos: el fiscal de delitos contra el crimen organizado, José Eduardo Ayú Prado, y el fiscal Javier Caraballo, sucesor interino en el cargo.
La procuradora, Ana Matilde Gómez dijo ayer que está buscando un profesional idóneo entre los más antiguos y los más calificados para ocupar la Fiscalía de Drogas. "La salida de un fiscal siempre es una posibilidad de ascender dentro de la organización", aseguró.
Sobre las aspiraciones de José Eduardo Ayú Prado para heredar el cargo, Gómez aclaró: “si él aspira, tengo que considerarlo”, aunque dejó claro que no lo ve como probable candidato para ocupar esa fiscalía.
Todos los ojos apuntan entonces al fiscal Javier Caraballo. Caraballo, inició su carrera en el Ministerio Público como asistente de la fiscal Aminta Corro, en el año de 1999.
En 2005, fue nombrado fiscal de Drogas en la provincia de Los Santos, y al año siguiente fue trasladado a la ciudad de Panamá.
Caraballo participó a inicios del mes de mayo en varios decomisos de drogas, uno de ellos realizado en la isla de Ustupu, donde se incautaron 853 kilos de cocaína, en una lancha cuyo destino era Colombia. Otro de los decomisos en que participó fue de 1.5 toneladas de drogas que iban a ser transportadas desde Colón hacia España.
Por estas acciones, Caraballo se ha convertido en el verdugo de quienes intentan hacer de la Costa Atlántica una ruta de tránsito para traficar con drogas.
En 2008, las autoridades incautaron más de 55 toneladas de droga, principalmente cocaína. Durante la administración del fiscal de Drogas, José Abel Almengor, se pudieron identificar también células de carteles mexicanos como el de Sinaloa y el del Golfo que están operando desde Panamá.
Para Caraballo, ocupar la posición de Almengor, aunque representa un gran reto, significaría trabajar en un terreno ampliamente conocido por él.
Las cálidas palabras con que la procuradora despidió a Almengor, acallaron las dudas sobre los motivos de su salida. "José Abel llegó a lo más alto que se puede llegar, y de allí.. a procurador”, dijo la funcionaria a su subalterno, en tono amistoso.