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William Spindler: 'Ningún país es inmune a una situación como la de Ucrania'
- 13/03/2022 00:00
- 13/03/2022 00:00
Imagine tener que dejar su casa y arrastrar por kilómetros una pequeña maleta en la que cabe su vida. Hacer recorridos escabrosos, junto a sus hijos pequeños, con peligro a perder la vida por una bala que le alcance a usted o su familia al andar. Esta es la realidad que vive la población de Ucrania, invadida por Rusia, que ha provocado un éxodo dramático hacia los países vecinos. Una de las lecciones que deja la invasión de Rusia a Ucrania es que ningún país está inmune a una situación similar, indicó William Spindler, portavoz de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).
Hace un par de semanas nadie hubiese imaginado que Polonia recibiría más de un millón de refugiados.
La fila de personas que huyen de los bombardeos rusos parece infinita. A medida que avanzan las tropas se acentúa la huida de mujeres, niños y personas mayores que se abren paso entre ciudades destruidas. Dentro de Ucrania el desplazamiento es más trágico. Se refugian en las zonas donde prevén más lejos la presencia de soldados rusos que avanzan por las principales ciudades del país a pesar de la resistencia ucraniana, compuesta por soldados y profesionales que se sumaron para defender la independencia y soberanía de su nación. La respuesta humanitaria, por tanto, representa un gran desafío para las organizaciones como Acnur. El entrevistado ilustra el esfuerzo limitado que permiten las condiciones de este conflicto bélico en el corazón de Europa.
Pues una de las lecciones que podemos sacar de esta terrible tragedia es que ningún país es inmune a una situación así. También está aunado a un país donde se produce la crisis de refugiados. Hace un par de semanas nadie se hubiese imaginado que Polonia y los países vecinos iban a recibir 2 millones de refugiados. De ellos, 1.2 millón han llegado a Polonia y el resto a otros países vecinos.
Estamos viendo una crisis humanitaria que se profundiza. Un éxodo masivo de personas huye cada hora. Diariamente huyen de Ucrania unas 100 mil personas, aproximadamente. En este momento la cifra total de refugiados supera los 2 millones de personas. Más de la mitad de ellas se han ido a Polonia y el resto a países vecinos de Ucrania. Lo más grave es la situación dentro de Ucrania, no contamos con cifras completas del número de desplazados dentro de Ucrania. La última cifra que se nos reportó fue de un millón de personas desplazadas, pero estamos seguros de que es mayor, unos 6 millones de personas necesitan ayuda humanitaria dentro de Ucrania y la capacidad de las organizaciones encargadas de proveerla es muy limitada a causa de la situación.
Es una de las situaciones más traumáticas que uno puede imaginarse. De un día para otro uno tiene que dejar su país, sus amigos, su casa, sus cosas, parte de su familia e ir a un país extraño. Sobre todo, los niños y las personas mayores, así como las que tienen necesidades específicas a las que se suma lo anterior. Es de lo más difícil de manejar para una persona.
Precisamente este trauma, este impacto en la psicología de las personas es profundo y duradero. En este momento lo que más nos importa, además de las necesidades de alimento, ropa y comida, que pueden solucionarse rápidamente gracias a que estamos hablando de la Unión Europea y países que tienen la capacidad de dar respuesta a esto, nos preocupa mucho el impacto en las personas, sobre todo en los niños. El apoyo psicosocial es muy importante ante el abuso sexual, la explotación y el tráfico de personas, porque la inmensa mayoría son mujeres y niños que pueden exponerse a una situación de vulnerabilidad ante este tipo de situaciones. Hasta ahora no tenemos ninguna información de que este sea el caso, pero sabemos que en momentos de conflicto es un peligro que siempre se da y debemos estar muy atentos. Trabajar con las autoridades, policía y asociaciones para estar vigilantes ante este riesgo.
Tenemos más de 100 personas que trabajan para Acnur dentro de Ucrania, pero la capacidad de actuar es limitada a causa de los enfrentamientos. Los colegas no pueden salir a hacer su trabajo, a pesar de esto, sí se han realizado labores de ayuda humanitaria sobre todo en el centro y el oeste de Ucrania donde la situación es relativamente menos peligrosa. Estamos coordinando también con las autoridades locales de las zonas; están recibiendo a los desplazados locales y estamos pidiendo tener un acceso a todo el territorio para hacer nuestro trabajo. Entregar ayuda a las personas que más lo necesiten y el acceso al pasaje seguro para que puedan salir de la zona del conflicto. Esto es fundamental, el pasaje seguro de las personas que están en peligro y garantías para el personal de Acnur que tiene que hacer su trabajo sin arriesgar la vida.
Eso es fundamental, las partes en conflicto deben garantizar el acceso de los trabajadores humanitarios para que puedan hacer su trabajo. Hemos estado en Ucrania desde hace muchos años, les proporcionamos ayuda humanitaria anticipando que podría haber un conflicto, aunque nadie esperaba que fuera de esta magnitud. Tenemos cierta capacidad limitada, y las partes en conflicto deben garantizar la acción humanitaria, al igual que garantizar la salida de las personas sin poner en peligro su vida.
Esperamos que las partes en conflicto, en muchos lugares del mundo donde trabajamos, lo hacemos con las partes en conflicto para asegurar que haya esta garantía. Hay un coordinador humanitario en Naciones Unidas que planifica la acción humanitaria y están precisamente haciendo esas negociaciones, no solo para Acnur, sino para todas las organizaciones que trabajan dentro de Ucrania. Esto no es fácil, la labor es sumamente compleja.
Recordemos que hubo una situación de conflicto en el este de Ucrania en 2014, por lo que hemos estado presentes y en ambos lados del conflicto, la zona de contacto, hemos trabajado a ambos lados con nuestras oficinas y seguimos haciéndolo en condiciones sumamente difíciles, pero también en las zonas bajo el control de Ucrania. Lo que es difícil es hacer el trabajo porque no podemos exponer a nuestro personal, mientras siga habiendo toques de queda y bombardeos, las personas no pueden transitar y tampoco nuestro personal.
Es difícil saber con exactitud porque desconocemos cómo va a evolucionar el conflicto. Lo que sí le puedo decir es que hemos evaluado diferentes escenarios y habíamos estimado un pedido de fondos para poder hacer frente hasta 4 millones de refugiados, ya vamos por más de 2 millones. Es posible que sobrepase los 4 millones de refugiados muy pronto, que el número sea mayor al peor escenario. Así que la situación es sumamente grave. Ese número no incluye a la población desplazada dentro de Ucrania de la cual tampoco tenemos una cifra exacta, pero consideramos que son varios millones. Otra cifra más que tampoco está incluida es el número de ciudadanos de otros países que se encontraban en Ucrania y que están saliendo a países vecinos, estudiantes, profesionales que ahora están volviendo a sus países. Es una situación que necesitará la solidaridad y el apoyo internacional por mucho tiempo. En este momento ha habido una respuesta importante por parte de los gobiernos de Europa, pero también de los ciudadanos de a pie que se han movilizado como voluntarios recibiendo en sus casas a los refugiados, han hecho colectas de ropa de invierno y esa solidaridad debe mantenerse porque será necesaria no solo por semanas o meses, sino por mucho más tiempo.
Sí, pero tendremos que revisar la cifra, cada día vemos entre 100 mil y 200 mil personas que salen de Ucrania.
Hasta ahora hemos visto que Polonia es el más afectado por el número de llegadas, son más de 1,2 millón de personas. A pesar de que es un país de la Unión Europea, la llegada de esta cantidad de gente a cualquier país del mundo supone una capacidad de recepción limitada. Además de Polonia, están llegando a Moldavia, Eslovaquia, Rumania, pero también a Rusia y en menor medida a Bielorrusia donde han llegado unos cientos de personas. Pero los ucranianos están buscando seguridad, todos los países fronterizos están siendo afectados, pero no solo ellos, sino que muchas personas tienen familia o conocidos en otros países europeos y estamos viendo que continúan sus viajes hacia Alemania, por ejemplo, o a Latinoamérica. De hecho, hay muchas personas de América Latina que se encontraban en Ucrania de viaje y que no han podido volver a sus países a causa de la guerra.
Se ha hecho un llamado de fondos por parte de las Naciones Unidas, no solo de Acnur sino de otras organizaciones por $1,700 millones para responder a esta crisis dentro de Ucrania y en los países vecinos. Esperamos que este pedido de fondos se mantenga por parte de los Estados. Hemos recibido muchísimas donaciones de personas, asociaciones y gobiernos para la respuesta monetaria ante la crisis. Las necesidades son muy grandes y deben ser sostenidas porque no vemos un retorno inmediato, ni pronto de estos refugiados. Al menos por los próximos meses o más, debemos asegurarnos de proporcionar a estas personas lo que necesiten. No solamente la crisis que estamos viendo de la huida, también hay necesidades apremiantes de abrigo, medicinas, comida y un techo donde quedarse, además de otras necesidades a mediano y largo plazo. Recordemos que casi todas las personas que han salido de Ucrania son mujeres y niños, hay muy pocos hombres así que las necesidades serán muy puntuales en este sentido.
En general las personas primero no quieren abandonar su país, son obligados a salir por las circunstancias. En general tienden a quedarse en los países vecinos o tienen la esperanza de volver lo antes posible a su país. La inmensa mayoría de ucranianos que han salido de su país piensa que volverá en cuestión de días o semanas si las circunstancias lo permiten. Lamentablemente no siempre es posible, aunque su intención sea esa, depende de cómo evolucione la situación en Ucrania, a menos que lo permitan las condiciones. Esperamos que en algún momento haya un cese del conflicto para permitir el retorno de los refugiados, por el momento no se ve eso.
Tenemos que estar preparados para ayudar a estas personas por un periodo de meses o más largo. Esperamos que los esfuerzos para encontrar una solución negociada al conflicto den fruto, pero por el momento este no es el caso y aún no hemos llegado al punto máximo de salida de personas. Esperamos más salidas, no hemos visto ninguna indicación que disminuya, al menos en el corto plazo no hay mejora. Esperamos que las negociaciones den fruto, esto se trabaja a otro nivel, pero la solución a esta situación es que se acabe el conflicto, pero mientras tanto las personas siguen necesitando ayuda.
Hemos sido muy claros desde que escuchamos esta información que también nosotros hemos oído de casos de personas que han sido discriminadas, que se les ha impedido salir de Ucrania o entrar a otros países vecinos. Hemos elevado estas situaciones o denuncias a las autoridades correspondientes que nos han asegurado que se trata de casos aislados y de ninguna manera de una política de Estado. Esperamos que esto no se repita, estamos siguiendo esta situación con mucha atención, no podemos permitir que las personas sean discriminadas o que cuando su vida corre peligro sean discriminados por su raza, nacionalidad o religión. El acceso a la protección debe ser para todas las personas que lo necesitan, independientemente de donde vengan. En esto también se refiere a otros conflictos, lamentablemente hemos tenido muchas situaciones donde las personas tienen que huir de sus países, como Siria, Etiopía, Afganistán o Venezuela.
El riesgo de perder la vida por ayudar a otros, la dramática situación humanitaria que vive Ucrania