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- 13/08/2011 18:46
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La política está color de hormiga en Panamá. Los diputados del Partido Panameñista, que se enfilaron el 1 de julio en la Asamblea Nacional, para romper el quórum e impedir que sus aliados de Cambio Democrático (CD) pudieran avanzar con la sesión por no escoger a su candidato a presidente de esa cámara, muestran fricciones.
El diputado de Herrera, Manuel Cohen Salerno, hasta el 30 de junio pasado vicepresidente del Legislativo, anunció su apoyo a la segunda vuelta electoral, una propuesta que ha dividido a los dos partidos fuertes del gobierno de Martinelli.
Cohen Salerno no aceptará líneas del partido y afirmó que la segunda vuelta electoral es conveniente y la respaldará.
Recientemente, en la Mesa de la Concertación Nacional, el panameñismo se abstuvo de emitir el voto, lo que impidió que la propuesta del CD prosperara y se aplazó para finales de agosto.
El propio presidente del Panameñista, Juan Carlos Varela, dijo que se abstuvieron para que la Junta Directiva decida ante un comunicado de Cambio Democrático que le recriminaba por el no respaldo, incluso le fustigó que no tiene "palabra".
Ante el anuncio de Cohen Salerno, uno de los 21 diputados de la Bancada Panameñista, de unirse al CD apoyando la polémica segunda vuelta, su colega José Isabel Blandón le envió un mensaje: "Nuestra Junta Directiva fue electa con más del 90% de los votos de los convencionales. La Bancada debe respetar la decisión de nuestras bases".
Sobre el particular, el diputado José Luis Popi Varela adujo que la decisión de un cambio constitucional es del pueblo, no de los panameñistas, CD o PRD.