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Voces infantiles silenciadas por el suicidio
- 11/12/2023 11:13
- 11/12/2023 10:57
Ante el aumento de las conductas suicidas en niños y adolescentes en el país, surge la interrogante: Cómo sociedad estamos haciendo frente a estas cifras
Los casos de suicidios en menores de 18 años abre de inmediato e inconcientemente la duda: ¿puede un niño de corta edad tener pensamientos suicidas? Los expertos responden que sí.
En Panamá, 130 personas decidieron quitarse la vida en el año 2021, de estas, 113 eran hombres y 17 mujeres. Las cifras incluyen a 19 niños, niñas y adolescentes.
La mayoria de los casos de suicidio son personas entre los 20 y 24 años de edad. Estas cifras se desprenden de datos proporcionados por el Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC) de la Contraloría General de la República con base en registros de instalaciones de salud pública, privada y Registro Civil.
Por otro lado, el Ministerio de Educación (Meduca) registró 13 casos de suicidios durante el periodo 2022-2023. De estos, 4 cursaban educación primaria, 5 premedia y 3 media. En este mismo periodo se registraron 443 intentos de suicidio a nivel nacional. Su mayoría eran niños y adolescentes de sexo femenino y de nivel premedia y media.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el suicidio como el acto deliberado de quitarse la vida, pero en qué punto reconocemos este comportamiento y cómo detectamos que los niños y adolescentes están experimentando pensamientos suicidas.
La mayoria de los seres humanos en el algún momento de su vida han cuestionado su existencia por cosas que de alguna manera podrían ser insignificantes. Este sentimiento es un simple pensamiento negativo ante una situación determinada. Sin embargo, al hablar de ideación suicida se hace referencia a la persona que va un paso más adelante: comienza a planificar cómo va ser su muerte.
”Los expertos hemos determinado que no hay una sola causa. Hay un detonante regularmente y de allí entran una gran cantidad de factores”, puntualizó el profesor Vadím Moreno, director de Servicios Psicoeducativos del Meduca.
Todo parte de una falta de regulación emocional ante situaciones que para un adulto son llevaderas, pero para los niños y adolescentes significa un ‘caos total’, que les hace pensar que no existe forma de manejar la situación y creen que la única solución es el suicidio.
”En los jóvenes hemos notado problemas sentimentales, académicos, económicos, violencia escolar que no han podido manejar. También hay jóvenes que pasan por abusos sexuales desde pequeños y que al pasar los años deciden suicidarse”, sostuvo Moreno a La Estrella de Panamá.
El profesor señaló que se han registrado casos de niños de 12 años que han tomado la decisión de acabar con su vida, resaltando un dato importante: son casos que antes no se daban de manera tan frecuente.
Un niño no tiene una regulación emocional firme es ahí donde entra la parte de la influencia del uso de tecnologías, lo que involucra factores como la adicción a las pantallas, exponerse a información que no es idónea o adecuada para los niños, e incluso encontrarse con pedofilos.
Moreno detalló que “la parte de la influencia tecnólogica también es un factor que puede llevar a los niños y adolescentes a una ideación suicida”.
”A veces no es que planifiquen su muerte, sino que ven un video donde sale un chico hablando de por qué trató de quitarse la vida. Los padres tienen que tener vigilancia en la parte de las tecnologías y más en estas edades donde todavía no hay un razonamiento concreto. Es una cosa de padre, docentes y amigos. Es biológico, psicológico y social”, acotó.
Por su parte, la doctora Delia De Ycaza considera que la tecnología”no conduce directamente al suicidio”, sin embargo resalta que su mal uso puede desempeñar un papel fundamental a través de la exposición a contenido en línea que promueve conductas suicidas.
El efecto Werther nace de la novela de Johann Wolfgang von Goethe Las penas del joven Werther (1774), en la que un joven se suicida de un disparo debido a un amor no correspondido. Tras la publicación de la obra se produjeron suicidios por imitación de jóvenes en toda Europa, copiando el mismo método del libro.
Este término ha sido referencia para definir suicidios que han representado un modelo para posteriores actos suicidas.
Moreno ubica este efecto como una ‘conducta espejo’. “Los hijos copian las cosas que sus padres hacen, así como aprenden eso, pueden copiar otras conductas. Pasa mucho que los chicos de 14 o 15 años tienen un desamor y sienten que la vida no puede seguir sin eso. Aquí en Panamá somos propensos a copiar modelos de otros lados”.
De Ycaza, quien es directora de la dirección de Salud Mental del Ministerio de Salud, en tanto, define este efecto como un fenómeno social por el cual las personas pueden ser influenciadas por los comportamientos y decisiones de otros, especialmente si esos comportamientos son ampliamente difundidos detalladamente y de manera sensacionalista. Lo que aumenta el riesgo de imitación, por ejemplo, los famosos “challenge” en las redes sociales.
Los estudios han arrojado y confirmado que normalmente los niños y adolescentes manifiestan a otro compañero la situación por la que están pasando y no a un adulto, docente o sus padres. “Expresan que no quieren seguir viviendo. Regalan sus cosas porque no quieren vivir más. Estas son señales que nos pueden alertar. Chicos que empiezan a dejar sus cosas preciadas. Tuvimos un caso de una niña que regaló su celular y después supimos que esa niña se suicido”, reveló el profesor Moreno.
”Ese chico que toma una actitud de ira, una actitud cambiante, de desafío, de miedo. Eso es una especie de máscara porque no puede contener esa parte emocional. Si hay señales de alerta por eso que hemos desarrollado el programa guía de prevención del suicidio”, indicó.
El especialista afirmó que existe evidencia que después de la pandemia aumentaron los casos de suicidio en los jóvenes. En el Foro Mundial de Salud Mental realizado en Argentina se presentaron cifras que reflejan que el aumento de suicidios más grande fue en la región de Latinoamérica.
”Nosotros hemos tenido un aumento anormal en las atenciones en los centros escolares. En los gabinetes psicopedagógicos de los planteles aumento muchísimo la atención desde la pandemia. Antes atendiamos por rendimiento académico , ahora si van porque tienen ansiedad, señales de depresión y una serie de aspectos emocionales que tienen los chicos y va en aumento”, puntualizó.
Ante el aumento de las conductas suicidas en niños y adolescentes en el país, surge la interrogante: Cómo sociedad estamos haciendo frente a estas cifras
Moreno considera que como sociedad “estamos haciendo muy poco”.
”No le estamos dando la importancia que requiere. Si se está hablando mucho más que antes pero la sociedad debe tomar un papel más protagónico porque los jóvenes necesitan ser escuchados. Se les debe prestar más atención a sus actitudes, como antes le gustaba algo que ya no, todas esas cosas son señales”.
El especialista recalcó que la gente que llega a tiempo se puede salvar y seguir su vida. “Eso es lo que hemos comprobado, son cifras de la OMS. El que pide apoyo y se le da seguimiento, se mejora. La sociedad debe ser más protagónica”, finalizó.