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'Se está transformando el triángulo de las Bermudas en donde naufraga la libertad de prensa'
- 19/12/2022 00:00
- 19/12/2022 00:00
Carlos Jornet, presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) desmenuza la situación de la prensa y los derechos humanos en América Latina.
La industria de la comunicación enfrenta una crisis agravada por la pandemia y por la concentración del mercando publicitario de grandes plataformas.
Jornet está claro y convencido que el buen periodismo es el que abre sus páginas para contar historias combinando fotografías, podcast, datos contrastados.
En la pasada Asamblea de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), en Madrid, se destacó que la prensa en la región está viviendo el momento más complejo desde el retorno a la democracia por la década 80 y 90. Complejo porque hay una violencia desatada en muchos países de la región, incontrolable básicamente México, pero va poco a poco extendiendose al resto de los países de Centroamérica y Suramérica.
Muchas veces está motivada por la criminalidad y también por la política vinculada con la delincuencia. Es una situación compleja desde ese ámbito y además, gobiernos que permanentemente estigmatizan la prensa y la atacan verbalmente y de eso modo alimentan esa espiral de violencia. Además, hay gobiernos que hacen cibervigilancia, persecuciones, que fuerzan al exilio. Como por ejemplo Nicaragua y El Salvador. También desatan un arsenal de leyes que persiguen a la disidencia política.
El contexto es particularmente difícil, porque algunos gobiernos directamente han abandonado el marco de la democracia formal y han avanzado con autoritarismo extremos como es el caso de Nicaragua, que ha buscado toda manera para acabar con la disidencia política y también con toda forma de ejercer el periodismo independiente, pero hay otros gobiernos que sin haber llegado a esos extremos como El Salvador e incluso Guatemala, hoy se consideran, y se ha dicho en el encuentro de IDEA Internacional, democracias híbridas o sistemas híbridos de gobiernos donde se van dejando de lado mecanismos institucionales y se va avanzando con el control de las distintas instituciones y también se van persiguiendo la actividad periodísticas, los mismo que ocurre en Honduras. Hay países más del sur, como lo es Costa Rica, Panamá, República Dominicana, en donde hay democracias con falencias, que deben ser mejoradas, pero no han incurrido en ese camino tan peligroso hacia el autoritarismo.
En México claramente hacen falta políticas públicas. Hay un marco de impunidad que se mantiene gobierno tras gobierno, pero en especial este gobierno de Manuel López Obrador ha desatado una permanente virulencia contra la prensa, sin tener en cuenta el enorme clima de violencia que se mantiene. Se está llegando a un récord de asesinato de periodistas. Este ha sido el año más violento en las últimas dos décadas en México. Eso genera una mecánica autocensura natural entre aquellos que tienen que ejercer contra la fuerte presión de la narcocrimimidad y de los sistemas que tienen que protegerlos. que muy lejos de hacerlo muchas veces están en convivencia con el crimen organizado.
En primer caso, visibilizar la situación que se vive en la región. En la última reunión de la SIP tuvimos la presencia de periodistas del 'El Faro', 'Divergente' de Nicaragua y además, periodistas de Cuba y de gente que está siendo perseguida. [Visibilizar] cómo se está transformado el triángulo de las Bermudas en donde naufraga la libertad de prensa constituido por Nicaragua, El Salvador y Cuba, pero que poco a poco se extiende a otros países como Guatemala en donde hay serios problemas de persecución política contra periodistas presos.
Hay que estar muy alerta por la sociedad. Entender que la libertad de prensa no es un beneficio de los periodistas, si no la forma en que la sociedad puede controlar el poder político y para expresar su voz de reclamo. Muchas veces hay proyectos de ley, como por ejemplo ciberseguridad o propuestas legislativas que empiezan a extenderse en la región para regular el diálogo por las redes sociales. Nosotros creemos que las redes sociales son un enorme desafío para la sociedad y el periodismo, pero hay que ser muy cuidadosos para regularlas, porque pueden llegar a afectar a la libertad de expresión. Creemos que la alfabetización digital, el mecanismo de auto regulación son los mecanismos que hay que impulsar e ir viendo con mucho cuidado cuáles son las medidas que los gobiernos propician que son para ampliar el espacio ciudadano, pero se terminan utilizando para censurar esa posibilidad. Durante la pandemia, en los avances que se habían dado sobre la transparencia, en muchos casos hubo retroceso, por políticas que en su momento eran excepcionales, pero continuaron con tiempo. Se deben activar los procesos y mecanismos de acceso público y de transparencia porque hacen al ciudadanos controlar a los gobiernos y que el periodismo pueda obtener datos del gobierno, que no son datos que deben estar bajo reserva.
Las redes sociales muchas veces difunden aquellas informaciones que han hecho los medios tradicionales, pero también muchas veces difunden bulos, como dicen los españoles o noticias falsas, información distorsionada, manipulada, en muchos casos por gobiernos. Hace poco hablamos de los gobiernos, como lo es Nayib Bukele que tiene una política comunicacional muy eficiente con una política de mercadeo, marketing, muy bien montada, pero eso no habla de acceso y apertura informativa y convencer a través de la distorsión informativa. Las redes sociales son una herramienta muy valiosa, pero cuando son mal utilizadas pueden llevar a aumentar la desinformación y confusión.
La apuesta [es] de un buen periodismo, de periodismo de calidad, que contraste información, que abra sus páginas y su sitio al pluralismo. Ese es el camino para fortalecer la democracia. Y la combinación con el uso de las redes sociales, para ayudar difundir esa información para recopilar la información que la sociedad pueda necesitar con los mecanismos de verificación que el periodismo siempre ha podido y debe utilizar.
No se hace buen periodismo y no se hace una investigación. El periodismo debe ser el que pueda explayarse y utilizar varios formatos, vídeos, base de datos, textos, imágenes fijas, podcast, pero las redes sociales, con un titular y una bajada, creen que están haciendo periodismo. Se está haciendo en todo caso difusión de una parte de la realidad y en muchas ocasiones no se sabe quién es la fuente y si se ha verificado. La sociedad debe aprender a diferenciar la información que está bien fundamentada y contrastada. Es de alta peligrosidad darle credibilidad a aquellos que no tienen un soporte detrás o un editor responsable.
Desde la SIP estamos trabajando para garantizar la sostenibilidad de los medios de comunicación, el periodismo y en su conjunto, porque el acelerado proceso de transición digital que se ha visto potenciada por la pandemia está en serio riesgo por la migración de la publicidad tradicional al mundo digital y la concentración en pocas manos. Hoy dos grandes empresas, Google y Facebook, tienen el 80% de la publicidad digital en el mundo entero y eso restringe una fuente de financiamiento vital para la prensa para hacer periodismo profundo, además cuando ha ido cayendo la circulación de la prensa tradicional o venta de ejemplares y todavía el nuevo modelo de negocio no se ha podido desarrollar y otros medios han desaparecido. Eso va generando un desierto informativo en América Latina y esto impacta en los grandes medios, pero principalmente en los medios comunitarios y van dejando regiones del continente que no le permita a la sociedad debatir sus problemas y dialogar con sus gobernantes.
El internet es una herramienta valiosa y debemos sacarle el mejor partido para el periodismo, pero hay que buscar un nuevo balance de plataformas que dejaron de ser el canal por el cual se transmite la información para pasar a ser competidor en una posición de dominio y absorber una gran masa de recursos. Hoy tenemos plataformas que facturan 100 y hasta mil veces lo que factura un medio. Además, empiezan a ser editores, porque si quieres saber el resultado del mundial. Colocas los nombres de los equipos y te sale el resultado y una breve síntesis, que muchas veces están tomando de los medios, pero no se comparten los beneficios.
Sin duda, el periodismo profesional es una herramienta para la democracia y en la medida que pierden sostenibilidad y vayan desapareciendo medios se resiente la democracia .
Estamos en conversaciones con Google; positivas, pero no se ha llegado a ningún resultado. No estamos pretendiendo una ley como en Australia o la Unión Europa, pero buscamos un acuerdo a lo más próximo como si existiera una ley. Hay que buscar un nuevo entorno de mayor equilibrio de generadores de contenidos de las plataformas que distribuyen porque si no, lentamente irá desapareciendo el periodismo profesional y la sociedad se quedará cada vez más indefensa con la posibilidad de la difusión de noticias falsas o manipuladas y sin acceso a información verificada .