La reunión de este miércoles 13 de noviembre en la Casa Blanca entre el presidente saliente de Estados Unidos, Joe Biden, y el mandatario electo, Donald...
- 19/04/2020 00:00
- 19/04/2020 00:00
En la comunidad de Churuquita Grande de Penonomé sobreviven dos teléfonos públicos. Uno está en el supermercado del pueblo, junto a publicidad de alguna de las cuatro compañías de celular, y el otro, muy cerca de una fonda.
Esos dos teléfonos públicos son parte de los 9,141 que hay en todo el país, según las cifras del ente regulador Autoridad de los Servicios Públicos (Asep), que se publican en el portal Datos Abiertos de Panamá.
En 2007, el registro más antiguo publicado por la Asep en Panamá daba fe de la existencia de 15,453 teléfonos públicos. Al mirar esas cifras y compararlas con las del año pasado se demuestra que los teléfonos públicos fueron desplazados un 59%.
El desplazamiento de los teléfonos públicos llegó de la mano de los celulares y eso trajo la reducción de minutos que salen de cada terminal pública que hay en todo el país.
En ese año, 2007, con esos 15,453 teléfonos públicos en todo el territorio nacional se utilizaron más de 117 millones de minutos para llamadas locales y nacionales. En 2019, las terminales de los teléfonos públicos registraron el uso de 7 millones de minutos generados por los 9,141 teléfonos instalados en todo el país.
La penetración de los celulares en la población panameña es una de las causas por las que los teléfonos públicos empiezan su lucha por subsistir. Sin embargo, siguen siendo de importancia en las áreas más remotas del país.
En Cable & Wireless Panamá reconocen que el auge de la telefonía móvil y su accesibilidad es una de las principales razones de la disminución de este servicio en el país. No obstante, la telefonía pública sigue cumpliendo un rol importante en materia de comunicación, especialmente en áreas rurales y de difícil acceso.
“(Los teléfonos públicos) básicamente se concentran en aquellos lugares más remotos del territorio nacional en donde no existe cobertura por línea fija o señal móvil”, explicó Roberto Mendoza, director ejecutivo de Asuntos Corporativos de +Móvil.
Cable & Wireless Panamá cuenta con 8,452 teléfonos públicos, de los cuales 801 son semipúblicos.
Panamá tiene una cobertura del 38% en todo el país de la red móvil, por eso es que los teléfonos públicos en las áreas sin cobertura de celular son de suma importancia.
En la comunidad de Paguá, en La Pintada de Coclé, un teléfono muy cerca a la escuela del pueblo y frente a una casa recibe llamadas diarias. Ese teléfono público, que se abastece de energía solar, y se conecta por satélite, sirve para comunicar a las familias que están separadas por asuntos laborales o de estudios, aunque cada vez menos, porque la señal de los celulares llega hasta algunas casas del poblado y sus moradores prefieren usar el Whatsapp para comunicarse.
Cable & Wireless Panamá, que cuenta con el 92% de los teléfonos públicos, mantiene 573 teléfonos que utilizan tecnología satelital, de los cuales 277 forman parte del Fondo de Servicio Universal (FSU) y emplean equipos terminales tipo Skydge I y II (ubicados en áreas rurales y de difícil acceso).
Mendoza explicó que instalar un teléfono público conlleva una inversión de cerca de $2 mil y hasta $20 mil. Su precio va a depender si se trata de un teléfono que utilice líneas telefónicas de cobre o teléfonos VSATs que emplean tecnología satelital, los cuales se utilizan en áreas de difícil acceso y zonas comarcales. “Al referirnos a modelos de teléfonos, todos tienen su caseta que es el distintivo en las comunidades. Igualmente están los semipúblicos que encontramos en abarroterías y comercios de las comunidades”, agrega.
La popularidad de los celulares no son el único desafío que enfrentan las terminales de los teléfonos públicos. El vandalismo es otra amenaza, aunque no tecnológica.
La telefonía pública se enfrenta al vandalismo (robo de cables y la destrucción de los equipos y cabinas) que dificulta en muchas áreas la prestación del servicio.
La empresa explicó que existe el mantenimiento preventivo y correctivo para las terminales y tratan de que los equipos no tengan daños por desgaste de piezas. Mendoza detalló que a casi todos los equipos, al realizarles mantenimiento periódico, se les extraen, además de las monedas, diversos objetos que van desde ganchos de cabello, hasta pequeñas piedras y alambres de colgar ropa, entre otros.
Los celulares llegaron para quedarse. En 2010, la población en Panamá era de 3,6 millones de habitantes, pero existían 6,7 millones de líneas de teléfonos móviles, según detalla la Asep.
La cobertura en el territorio nacional era de 37,5%, pero la cobertura en la población se reportaba en 95,7%.
En la actualidad, en 2019, Panamá reportó 5,5 millones de líneas de celulares activas con una población de 4,2 millones de habitantes, detalla la Asep en los informes publicados.
El mayor número de abonados de celulares está en los prepagos con 4,6 millones líneas activas, mientras que a través de contratos hay 929 mil líneas.
El futuro de los teléfonos públicos va a depender del comportamiento de las comunidades, precisa Mendoza.
En áreas apartadas, como las provincias de Darién, Bocas del Toro y las comarcas hay quienes asumen un compromiso responsable en su preservación y se encargan inclusive de proporcionarles mantenimiento a los equipos (medidas de higiene y seguridad). Los teléfonos públicos se consideran un servicio social de importancia.
Para la empresa son un instrumento valioso y fundamental en las comunidades del país. Y es que a pesar de toda la evolución de las tecnologías de comunicaciones móviles, el teléfono público mantiene su importancia como vía alterna de comunicación en casos de emergencia y como medio de comunicación habitual para personas de bajos recursos.
¿Cuándo fue la última vez que usó un teléfono público? ¿Guarda alguna anécdota sobre los teléfonos públicos?