Retos y regulaciones en la construcción de rascacielos

Actualizado
  • 12/11/2022 00:00
Creado
  • 12/11/2022 00:00
La velocidad y los sistemas de construcción de edificaciones sufrieron transformaciones importantes a raíz de la construcción de rascacielos. Para reducir los tiempos de construcción, se desarrollaron sistemas de construcción prefabricados, que junto con el uso de grúas permitieron que los rascacielos tomaran menos tiempo en ser terminados
El Reglamento Estructural Panameño (REP) es la norma que rige el diseño de los edificios en Panamá. Es aprobado por la Junta Técnica de Ingeniería y Arquitectura, y se basa principalmente en referencias internacionales. Su actualización más reciente fue en junio de 2022.

La construcción de edificios de varias plantas ha sido un camino lleno de fracasos y fallas, que abrieron la oportunidad a las innovaciones que dieron lugar al fenómeno del rascacielos como lo conocemos hoy. Los profesores Ray Pinak y Roy Subham, de la Universidad de Calcuta en la India, en su artículo, 'Skyscrappers: Origin, History, Evolution and Future', hacen una breve reseña de la evolución de estas innovaciones.

Para estos autores, “los rascacielos modernos deben su estado actual a siete inventos clave que han revolucionado la ingeniería de rascacielos a lo largo del tiempo, los cuales serían, la movilidad, los materiales, el manejo del calor, la velocidad de construcción, la resistencia a vientos y sismos, y los mecanismos de evacuación”.

El primer avance necesario para la construcción de edificios de varias plantas fue la invención del elevador –cuyo primer ejemplo se daría en 1870 con la construcción del Equitable Life Insurance Company Headquarter, en Nueva York–. A partir de este hito, “el público se interesó más por los pisos superiores que recibían luz, aire, y estaban alejados del ruido del tráfico, por lo que la invención del ascensor cambió por completo la idea del paisaje urbano”. Esta idea de la valorización de los pisos superiores como un bien de lujo ha permanecido hasta nuestros días.

Una vez superado el reto de la movilidad, el uso de materiales y las estructuras para la construcción de edificios en altura serían los siguientes desafíos por superar. Con los sistemas constructivos existentes a inicios del siglo XX, los edificios solo podrían llegar a los 80 metros de altura. Sería la construcción del Fuller Building (1902, 87 metros) en Nueva York, el primer edificio en romper esta barrera a partir del uso de una estructura entrelazada de acero, que permitía que fuese más liviana y no sufriera los problemas de hundimiento del edificio que ocurrían con los edificios construidos de piedra.

En El Cangrejo hay al menos 13 edificios, de más de cuatro pisos, que fueron construidos antes de que se pusiera en vigencia el primer reglamento estructural de la República de Panamá en 1983.

La climatización de los edificios fue un reto que se resolvería durante la construcción del edificio de las Naciones Unidas en Nueva York (1947), a través “del diseño de una máquina que enfriaría el aire caliente y húmedo al hidratarlo. (Esta máquina) usó una neblina de agua fría para absorber el aire caliente y empapado que a su vez enfrió el aire. Esta fue la solución perfecta para el problema del calor”.

La velocidad y los sistemas de construcción de edificaciones también sufrieron transformaciones importantes a raíz de la construcción de rascacielos. Para reducir los tiempos de construcción se desarrollaron sistemas de construcción prefabricados, que junto con el uso de grúas permitieron que los rascacielos tomaran menos tiempo en ser terminados.

La construcción de rascacielos en Panamá

A finales de la década de 1940 se da un importante hito con la construcción el edificio IL Maduro, primer edificio con más de cuatro pisos que se construye en Panamá. Era una época en la que se empezaban a aprobar regulaciones clave para la construcción de edificaciones en el país. La primera de estas regulaciones sería la Ley 15 del 26 de enero de 1959, por la cual se regula el ejercicio de la ingeniería y la arquitectura, y crea la Junta Técnica de Ingeniería y Arquitectura (JTIA), a quien le correspondería, entre otras cosas, la aprobación de los reglamentos de construcción.

El reglamento para el diseño estructural es una de estas normativas que regulan la construcción en Panamá, y que incluye consideraciones sobre la forma en que los edificios deben ser construidos para resistir los elementos de la naturaleza, como vientos, inundaciones y sismos, evitar fallas estructurales, así como especificaciones sobre los materiales a utilizar. El reglamento permite replicar las innovaciones que hay en otras latitudes en la construcción de edificaciones, con lo cual se convierte en un elemento crucial en dar seguridad a los proyectos que se edifican localmente.

El primer reglamento estructural en Panamá se aprobó en 1983, fecha hasta la cual “no existía una reglamentación oficial que sirviera de base para la toma de decisiones en el ejercicio del (...) diseño estructural”. Este reglamento ha sido actualizado periódicamente desde su promulgación, en 1984, 1994, 2004, 2015 y en 2022. Con cada actualización se han incorporado nuevas especificaciones sobre materiales, consideraciones de la construcción frente a sismos, o métodos de construcción.

La construcción de estos rascacielos en Panamá está en gran medida definida por estas normas. Los retos emergentes como el cambio climático, y otros ya conocidos –como la sismicidad en el área próxima al Canal y la ciudad de Panamá– pondrán a prueba las regulaciones de diseño estructural actuales. Un análisis de las fechas en que los edificios han sido construidos, da luces acerca de algunas preguntas a resolver sobre la situación estructural de las edificaciones en Panamá. Por ejemplo, en un barrio como El Cangrejo hay 13 edificios, de más de cuatro pisos, que fueron construidos antes de que se pusiera en vigencia el primer reglamento estructural de la República de Panamá en 1983, y su posterior modificación en 1984. Entre el reglamento aprobado en 1984 y 1994 se construyeron al menos 10 edificios, entre 1994 y 2004, 14 edificios, y bajo la última versión de 2014 se construyeron 26 edificios.

La evolución en los materiales, los métodos constructivos y el conocimiento de las amenazas naturales, como el viento, sismos e inundaciones, obligan a plantearse la necesidad de revisar no solo la forma en que se construyen las nuevas edificaciones, sino de qué forma se mantienen seguras y vigentes las que ya han sido construidas. ¿Qué adecuaciones requieren los edificios construidos, por ejemplo, antes de 1983, cuando se aprobó el primer reglamento estructural panameño?, ¿qué costos podría implicar hacer estas adecuaciones, y qué riesgo corren las edificaciones en caso de que dichas adecuaciones no se realicen?

Implementar las innovaciones que se requieren para lograr que las edificaciones en Panamá puedan adaptarse, por ejemplo, a las presiones emergentes del cambio climático, requerirá del establecimiento de regulaciones e incentivos complementarios al REP, con el fin de lograr la transformación y adecuación de las edificaciones existentes. Ciudades como París ya se han propuesto la necesidad de una 'renovación térmica' de sus edificios, para que se adapten a las condiciones extremas que se presenten durante las olas de calor. Se hace urgente entonces la realización de estudios que permitan identificar estas necesidades a nivel local, y los mecanismos necesarios para cerrar esta brecha entre lo actualmente edificado y el futuro deseable de la ciudad.

Este proyecto es una iniciativa del Urban Risk Center en asociación con ESRI Panamá con el fin de estimular el conocimiento del riesgo urbano en Panamá. Si quieres más información, visita el link: https://urbanriskcenter.org/

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