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- 27/10/2023 00:00
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Bajo una llovizna y al son del tonadas y consignas contra la minería, los docentes aglutinados en 17 gremios comenzaron desde la vía España la marcha hacia la Presidencia de la República.
Eran pasadas las 3:00 de la tarde del cuarto día consecutivo de protestas en la semana contra del contrato entre el Estado y la empresa Minera Panamá, que entró en vigencia el pasado viernes.
A esa hora, otro grupo formado por diversos sindicatos se congregaba en la plaza Porras con la misma finalidad, y en la carretera Interamericana entre la ciudad capital y Arraiján, ciudadanos de la zona de Panamá Oeste caminaban hacia la misma dirección.
Todos con igual consiga: no al contrato minero y a la actividad minera en el país, la misma que se ha escuchado toda la semana en diversos sectores.
La llovizna no paraba, como tampoco los manifestantes en su marcha hacia la Presidencia, y gremios como la Asociación de Profesores de la República de Panamá (Asoprof), la Asociación de Maestros Independientes Auténticos y la Asociación de Educadores Veragüenses (Aeve) cerraron la vía España, a la altura de la iglesia del Carmen, desde la 2:00 de la tarde para calentar el ambiente.
Entre consignas y discursos, los docentes hacían un reconocimiento a los jóvenes que han estado protestando todas las noches en calle 50 y que, ayer, también marcharon hacia la Presidencia.
“Es una demostración que nosotros los docentes hemos hecho un trabajo en las aulas de clase, porque los jóvenes salen a protestar por sus derechos”, dijo Armando Guerra, secretario de Educación de Asoprof, cuando se dirigía a los presentes.
Al mismo tiempo reclamaba a todos los docentes del país unirse a las manifestaciones. “Es una contradicción pedagógica enseñar a luchar a los estudiantes por sus derechos y no salir a las calles”, recalcó.
Fernando Ábrego, presidente de Asoprof, explicó que los gremios magisteriales que están en la calle exigen la derogación del contrato ley, así como una moratoria permanente a la minería y reformas al Código Minero por dos razones fundamentales: la posición geográfica del país que es un puente de la biodiversidad y por la conservación del agua para las operaciones del Canal de Panamá.
A la marcha de los docentes se unió la Coordinadora Nacional de Pueblos Indígenas de Panamá (Coonapip) y junto con el resto de las organizaciones recorrieron la avenida Central y la avenida B hasta llegar a la Presidencia.
La llovizna no paraba, los distintos colores de los paraguas para guarecerse eran como un arcoíris que recorría la calle mezclado con tonadas típicas y una murga. Desde los balcones de los edificios sonaban pailas y los residentes hacían gestos de aprobación a la marcha.
Entre los grupos que marcharon y que piden la derogatoria del contrato ley están el Consejo Nacional de los Trabajadores Organizados (Conato), que aglutina la mayor cantidad de sindicatos del país, y la Confederación Nacional de Unidad Sindical que también pide la derogatoria del contrato ley y una moratoria a la actividad minera.
A este clamor y a la marcha de ayer también se sumó la Asociación Nacional de Enfermeras de Panamá (Anep) que con el característico color blanco de la vestimenta de las enfermeras caminó hacia la Presidencia.
Elidya Espinosa, presidenta de la Anep, explicó que se oponen al contrato minero y piden una moratoria. Alegó que hay problemas de salud que posiblemente están relacionados con la actividad minera. “No lo sabemos con certeza, pero tampoco se han hecho los estudios que no lo descarten”, dijo.
La dirigente informó que el lunes próximo, dependiendo de como sigue la situación, tendrán una asamblea general en la que se discutirá la posibilidad de una huelga general.
Los docentes aseguraron que se mantendrán en las calles hasta que la ley sea derogada.
A lo largo del recorrido, agentes de los distintos estamentos de seguridad pública vigilaban la marcha de cerca, mientras que los locales comerciales de la avenida Central y la avenida B cerraron sus puertas.
En la avenida B, frente al Mercado del Marisco, un joven en medio de la marcha sacó un arma e hizo unos cuatro o cinco disparos al aire, y al mejor estilo de Pedro Navaja se perdió entre los antiguos edificios del Barrio Chino.
El incidente no pasó a mayores y muchos pensaron que se trataba de otro tipo de detonaciones, como un menor de edad que le decía a su madre asustada que no eran balas, sino fuegos artificiales.
Los manifestantes se concentraron en la plaza de la Independencia, mejor conocida como Catedral, hasta las primeras horas de la noche, cuando llegó la marcha de los jóvenes que han estado protestando toda las tardes desde la cinta costera hasta la calle 50 y se registraron enfrentamiento con los antimotines.