La primera visita oficial de un ministro de Relaciones Exteriores de Turquía a Panamá

En el pasado se podría comentar con justa razón que la distancia geográfica era un factor determinante para estrechar las relaciones entre los países. Hoy, las excelentes y cada vez mejores relaciones de Turquía con Panamá claramente desafían esta afirmación.

Hace solo 20 años, Turquía estaba representada en la región de América Latina y el Caribe (ALC) con solo seis embajadas. Su volumen de comercio con la región era de alrededor de mil millones de dólares estadounidenses. Siguiendo nuestra política de acercamiento a los países de ALC, ahora contamos con una de las redes diplomáticas más grandes de la región con 17 embajadas. Este creciente interés hacia América Latina también tuvo un efecto multiplicador en las relaciones económicas, elevando el volumen comercial de Turquía con la región a $15 mil millones.

Además, Turkish Airlines estableció rutas de vuelos directos a 7 países y 8 destinos, incluyendo Panamá, creando un puente aéreo entre nuestras regiones y facilitando tanto nuestra cooperación económica como los lazos entre pueblos.

La agencia de desarrollo internacional de Turquía, TIKA, también está activa en América Latina con dos oficinas residentes, brindando asistencia a las comunidades locales necesitadas, en las áreas de salud, educación, producción agrícola, desarrollo rural y empoderamiento de la mujer, entre muchas otras. El número de proyectos completados por TIKA en la región casi alcanza los 500.

Nuestras relaciones con la región en los campos de la cultura y la educación también se fortalecen día a día. Hasta el momento, Turquía ha otorgado cerca de 500 becas a estudiantes latinoamericanos. Recientemente hemos abierto un Centro Cultural en Colombia, al que pronto seguirán otros centros culturales.

Dentro de este marco más amplio, damos gran importancia a nuestras relaciones con Panamá. Con su democracia, estabilidad, economía liberal y ubicación geográfica única, Panamá es uno de nuestros socios más importantes en América Latina.

Desde la apertura recíproca de nuestras embajadas en 2014 y 2015, respectivamente, nuestras relaciones han cobrado un particular impulso. Nuestro volumen de comercio bilateral superó los $300 millones, aunque creemos que aún está lejos de reflejar el potencial real.

Por lo tanto, aumentar nuestro volumen comercial es sin duda una prioridad compartida para nosotros. Pero también estamos interesados en mejorar nuestra cooperación con Panamá en áreas como la energía, la agricultura, el comercio marítimo y, por supuesto, la construcción. Las empresas de construcción turcas disfrutan de una reputación legítima en este campo gracias a muchos proyectos importantes y exitosos que han emprendido en todo el mundo. Sabiendo que la construcción es una de las fuerzas impulsoras de la economía panameña, creemos que las empresas turcas pueden contribuir enormemente a muchos proyectos en Panamá con su desempeño de alta calidad, incluso en forma de consorcios.

Más allá de los límites de nuestra cooperación bilateral, Turquía considera a Panamá como una puerta de entrada para llegar a toda la región latinoamericana, dada su ubicación estratégica como eje entre océanos y continentes. Al estar en la encrucijada de los continentes europeo, asiático y africano, creemos que Turquía ofrece oportunidades para que las empresas comerciales panameñas se expandan en una región más amplia.

También vemos a Panamá como un socio importante y valoramos sus experiencias en los campos del cambio climático y la protección del medio ambiente. De hecho, los logros de Panamá para convertirse en uno de los tres países con emisiones negativas de carbono en el mundo, así como para convertirse en un Líder Azul al alcanzar las Metas de Protección de los Océanos 30x30 merecen todos los elogios.

Hemos sentado una base sólida para la cooperación académica y cultural a través de las estrechas relaciones establecidas entre nuestras universidades. Ahora deseamos desarrollar aún más estas relaciones, ampliando el alcance y la intensidad de nuestros cursos de lengua turca, así como abriendo un Departamento de Cultura e Historia Turca en la Universidad de Panamá.

El año pasado, como parte de la celebración del bicentenario de la independencia de Panamá y otros países de América Latina, organizamos muchos conciertos, exposiciones, eventos culinarios y otras actividades para conmemorar este importante aniversario. Al igual que con las series de televisión turcas en Panamá, a los turcos también les encantó la cultura panameña y ahora esperamos una mayor cooperación con Panamá en el campo de la cultura.

En conclusión, lo que hemos logrado en nuestras relaciones hasta ahora es notable. Pero, hay mucho más por hacer. Por su parte, Turquía ciertamente espera profundizar y diversificar aún más sus relaciones con Panamá en muchas áreas. Hoy tengo el honor de ser el primer ministro de Relaciones Exteriores turco en realizar una visita bilateral a Panamá en la historia de nuestras relaciones. Confío en que a esta le sigan muchas más visitas regulares de alto nivel. De hecho, nuestros parlamentarios ya han avanzado en el establecimiento de relaciones más estrechas a través de contactos intensivos. Ahora el resto de nuestros sectores gubernamentales y privados deberían hacer lo mismo. Aprovechemos este impulso.